Madre y trabajadora, por alegrías

Las madres trabajadoras estamos de doble enhorabuena en el mes de mayo. Por la celebración el  día 1 del Día del Trabajador y al día siguiente, el de la Madre. Visto así suena a fiesta, pero…  Los datos no son muy halagüeños: La tasa de paro femenino en España es la segunda mayor de la Unión Europea (UE) con un 18,9 %, por detrás de Letonia… Aun así deberíamos celebrarlo Otros datos, los que ha aportado recientemente UGT, el sector privado «continúa siendo reacio a contratar mujeres», ya que en este sector trabajan 81.500 mujeres menos que hombres, mientras que en el sector público suponen 18.200 más… Aun así deberíamos intentar celebrarlo.
 
La prostitución reporta a las mafias más beneficios que la droga. Entre el 85 y el 90% son extranjeras y de países empobrecidos… ¿Aun así deberíamos celebrarlo?  Mujeres asesinadas a manos de sus parejas en lo que va de año: 25 mujeres. Con estos datos se le quitan a una las ganas de festejos y celebraciones.
 
Sin embargo me resisto a no ver una luz al final del túnel. De los varios “túneles” que las mujeres tenemos abiertos.
 
Debemos ser capaces de alegrarnos, debemos intentar buscar el lado positivo de ser mujer, madre y trabajadora. Amarrémonos con fuerza a esas pequeñas cosas que hacen que, día a día, tengamos cierta sensación de bienestar.
 
Una buena compañía, que bien puede ser una persona, como un libro o una película o buena música. Démonos un paseo, contemplemos el mar, el cielo, la naturaleza,  o simplemente, sentémonos a ver la vida, a tomar un respiro para seguir remando.
 
¿Por qué no buscar en esos pequeños momentos nuestra luz al final del túnel? son suficientes motivos para alegrarnos, para reencontrarnos con el 1 de mayo y hacer una gran fiesta el Día de la Madre. Celebremos ser madres y trabajadoras. Mayo es el mes de las flores y  nosotras somos nuestro mejor jardín.
 
Mirar a vuestro alrededor, en vuestra familia. Seguro que existe un motivo para celebrar, o al menos para pensar en positivo, que no hay situación que dure cien años. Que tirar la toalla no es plato de gusto de nadie, y aunque a veces creemos que es la única solución, “bájate de tu vida” y tómate un respiro, que siempre hay un atisbo de esperanza para pensar que mañana seguro será mucho mejor.
 
Yo encuentro esa “luz” cuando veo dormir a mi hija Carlota. Su respiración tranquila me tranquiliza. Es entonces cuando me doy cuenta de que soy madre y mujer trabajadora, de que he tenido la suerte, de en este momento de desempleo y de incertidumbre, no sólo trabajar, si no de hacerlo en lo que me gusta. Me siento afortunada. Pero soy consciente de que no todas las mujeres tienen la misma suerte.
 
Por ellas, debemos tender lazos, abrir caminos y echar cables. Por ello, por ellas… vamos a celebrarlo.
 
Mónica Urgoiti Arístegui
monicaurgoiti@mujeremprendedora.net
 

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