El compromiso con la igualdad de las organizaciones, un campo ineludible

SUSANA PEDRERO. AENOR

La igualdad de género es un concepto cada vez más presente en la agenda pública y con una coincidencia casi unánime en las sociedades occidentales respecto a la necesidad de dar pasos adelante en ese territorio. Para las organizaciones con ambición de prevalecer a largo plazo, es imprescindible consolidar la confianza entre sus grupos de interés. Pero la confianza no se puede hacer crecer como un atributo general, sino sobre campos concretos que deben coincidir con los valores imperantes en la sociedad en cada momento de su evolución. Según el estudio realizado en 2019 por Porter Novelli & CONE, el 79% de los consumidores asegura sentir una conexión personal mayor con aquellas empresas con las que comparten valores.

Por tanto, el compromiso con la igualdad de las organizaciones es un campo ineludible, entre otros, para todas aquellas empresas que logran hacer de la confianza una ventaja competitiva.  El hito legislativo de la Ley 3/2007 de igualdad de oportunidades de mujeres y hombres podría llevarnos a pensar que tras una ley que prevé mecanismos que garanticen la igualdad de oportunidades en las organizaciones, la igualdad era una cuestión ya “resuelta”.

Sin embargo, los datos ponen de manifiesto que los avances han sido muy escasos. La brecha salarial en España a cierre de 2020 se eleva al 36% y la presencia de mujeres en los consejos de administración de las empresas cotizadas alcanzó el 23,7% en 2019 frente al 19,9% del año anterior, dato muy lejano al 40 % que se recomienda tras la reforma del Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas en 2020.

PLATAFORMA DE CONFIANZA

AENOR, que lleva más de tres décadas contribuyendo a transformar la sociedad generando confianza entre organizaciones y personas, ha desarrollado la Plataforma de Confianza “Contribuir a la Diversidad” que engloba soluciones de certificación y verificación para ayudar a las organizaciones a consolidar la confianza sobre su acción entre sus interlocutores, evidenciando una serie de compromisos.

Estas soluciones abordan los campos de la certificación de Igualdad de Género, Igualdad Retributiva, la aplicación de la norma chilena de Gestión de igualdad de género y conciliación de la vida laboral, familiar y personal, verificación de Información No Financiera, la certificación como Organización Saludable y el Modelo de Empresa Familiarmente Responsable.

Veamos, por su importancia, las dos primeras. El modelo de certificación de la Igualdad de Género (SGIG) es un sistema de gestión, esto es un conjunto de procedimientos y prácticas de gestión organizacional, cuyo fin es garantizar la igualdad de oportunidades, de trato y de resultados entre trabajadores y trabajadoras. La segunda es el certificado de igualdad retributiva mediante el cual AENOR certifica que la empresa dispone de un sistema de compensación que gestiona todos los conceptos salariales y extrasalariales sin sesgo de género, y que ante diferencias retributivas dispone de un plan de acción. Y el cumplimiento de este plan de acción será auditable periódicamente por parte de AENOR.  En definitiva, esta certificación ayudará a las organizaciones a generar confianza de que retribuyen de forma similar a las personas que ocupan un puesto de funciones y tareas similares, independientemente de su sexo.

Las empresas deben contar con equipos multidisciplinares y multiculturales para poder afrontar los retos presentes y futuros. La gestión de las personas, teniendo muy presentes los cambios sociodemográficos y la escucha activa de las demandas de la sociedad, es una actitud central para toda organización que quiera ser competitiva a largo plazo.

Susana Pedrero

Directora corporativa de Personas y Organización de AENOR

Tags:
Previous Post

Una experiencia a dos voces

Next Post

Reyvarsur, reinvención frente a la pandemia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Periodismo
Constructivo