Una experiencia a dos voces

MAR Y FERNANDO GARRIDO

La COVID-19 ha sacudido el mundo. Todos, en mayor o menor medida, nos hemos visto afectados social y económicamente por la extraordinaria situación que ha generado la pandemia. Y, como muchos estudios y portavoces indican: las mujeres se han visto especialmente perjudicadas. Empresarias y emprendedoras han visto como, de un día a otro, sus negocios y proyectos han disminuido considerablemente sus ingresos o incluso han desaparecido. Esta situación ha llevado al coach y formador madrileño Fernando Garrido a centrar sus sesiones especialmente en ayudar a estas mujeres, con el fin de impulsar su empoderamiento y que, de este modo, ganen la confianza y el potencial que necesitan para hacer resurgir sus proyectos o crear nuevas propuestas de valor. A continuación, un artículo a dos voces protagonizado por el coach Fernando Garrido y Mar, una de sus coachees.

Una experiencia a dos voces

Cuando conocí a Fernando estaba pasando un momento complicado de mi vida. Estaba en un bache y no sabía muy bien cómo salir de él. Fernando vino a mí a través de una fundación sin ánimo de lucro, Nantik Lum. En ese momento yo no me podía costear los servicios de ningún profesional.

Tenía ganas de volver a hacer, había emprendido varios proyectos interesantes y de éxito, pero ese éxito no se traducía en dinero. Definitivamente, el dinero no estaba en mi vida. Más bien recibía ayudas de los servicios sociales. Estaba realmente atascada tras ocho años en la oscuridad, después de haber cerrado la empresa que constituí en solitario y con mucho esfuerzo en 2002.

Sin embargo, debido a la violencia de género que había vivido en manos del padre de mi hijo, tuve que cerrarla en 2011. El control económico y social al que me había visto sometida se tradujo en años de lloros, y de no entenderme.

Debo decir que mi situación ya no era tan mala cuando conocí a Fernando. Sobrevivía a duras penas, pero ya no estaba tan hundida tras pasar por el 016, una residencia protegida y estar institucionalizada con todas las ayudas que a las mujeres que sufrimos este tipo de violencia machista se nos dan. En 2016 es cuando supe que mi sensación de “haber perdido el rumbo”, no era algo único y que, a muchas otras mujeres, les había pasado lo mismo. Llevaba ya tres años de terapia específica a mis espaldas, pero no acababa de arrancar. Me faltaba algo.

Fernando Garrido me acogió con cariño y me impulsó a dejarme llevar de su mano. Inspeccionar las zonas que me daban miedo. Me obligó a ponerme objetivos que, poco antes, habían sido metas imposibles de alcanzar. Y me ayudó de un modo tal que me hizo tocar mis sueños. Sobre todo, me ayudó a dejar de tener miedo a vivir mis sueños.

Mi situación ha cambiado muchísimo desde esas sesiones con él. No solo a nivel económico, que por supuesto, no tiene nada que ver. Sino y, sobre todo, a nivel personal. A sentirme capaz de lograr mis metas. Sentirte capaz después de haber sido tan “incapaz” es simplemente, increíble. Mágico. Y ese es el tipo de magia que hace Fernando.

Mar

Mar y yo nos conocimos allá por julio del 2019 tras presentarnos Nantik Lum, una ONG orientada a la salud financiera. Lisbet, la tutora de un programa de iniciativas empresariales llamado Avanza, vio en Mar una persona con un gran potencial que aún no había salido al paso para el objetivo de creación de empresa que Mar tenía en su mente. Una compañía orientada a la estimulación de pensamiento ecológico y promoción de proyectos ecológicos desde un equipo solo de mujeres utilizando habilidades artísticas.

Así que decidió llamarme para estimular ese potencial y llegar a aún más lejos de lo inicialmente previsto. Como suele ocurrir, un Coach estimula al coachee a que se plantee un objetivo que sea realmente extraordinario, y el proceso consiste en conseguir que el coachee vea ese objetivo inalcanzable como alcanzable para después conseguirlo.

Situaciones como esta, en que ese algo que quieres conseguir, lo que quieres conseguir tu sola, pero te falta “algo” para empezar… Es cuando recibir ayuda de un coach sin que lo parezca hace que el mérito siga siendo todo tuyo. Para ello, coach y cliente están a la misma altura. El coach se convierte en un extra de tu propiedad.

Y así empezamos el camino, paso a paso, sesión a sesión, en mi estudio de Madrid. Fueron seis sesiones en total y tres meses de recorrido. Nos reuníamos y la pregunta de inicio siempre era: “¿Qué quieres conseguir hoy antes de levantarte de esta silla donde estás sentada para acercarte a tu objetivo?”.

Lo más bonito de cada sesión fue ver cómo Mar descubrió qué es lo que necesitaba saber de ella misma para conseguir y avanzar en el objetivo de cada sesión, y lo más interesante del coaching es que lo descubrió ella sola, acompañada, pero ella sola, porque en coaching no damos ningún tipo de indicación ni recomendación, solo preguntas.

La curiosidad de Mar por saber hasta dónde podía llegar fue su gasolina. La clave es estar acompañada (tu extra de ti) en todo momento, porque el camino requiere esfuerzo y en compañía siempre es mejor.

Fernando Garrido, coach

https://www.facebook.com/somosmumuar/

Twitter: @marmuro

Tags:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Periodismo
Constructivo