Mercè Borrell impulsa el interiorismo sensorial

La interiorista busca conectar con las emociones del cliente

La interiorista Mercè Borrell, responsable entre otros del Hotel Monument Barcelona 5*GL y el Hotel España, apuesta por un nuevo interiorismo sensorial, que busca conectar con las emociones del cliente, más allá de lo estéticamente bello.

En este sentido, Mercè Borrell asegura que el interiorista debe de ser conocedor de las necesidades de los huéspedes y utilizar la empatía para poder acometer un proyecto hotelero de calidad, no obstante a la vez, tiene que ser coherente consigo mismo y  con su percepción de los espacios frente a elementos externos del proceso creativo.

Así lo demostró a los visitantes de la suite piloto que expuso en Interihotel -salón dedicado al interiorismo hotelero que tuvo lugar en Barcelona el pasado mes de octubre- donde el hilo conductor fue un pequeño recorrido por los 5 sentidos: el gusto, el olfato, la vista, el oído y el tacto.

El interiorismo a través de los cinco sentidos: gusto, olfato, tacto, oído y vista.

De este modo, Mercè Borrell propone crear una atmósfera en la habitación de hotel donde se envuelve al cliente en un mundo de sensaciones a través del interiorismo, “todo es importante, hasta el más mínimo detalle….” afirma.

Para la interiorista agudizar la sensibilidad en cada uno de los sentidos es un acierto, que aplicado al interiorismo de los establecimientos hoteleros, da resultados espectaculares.

  • La vista: La primera impresión es la que hace que todo lo que nos rodea tenga sentido, los colores, la iluminación, los contrastes… Nos puede ayudar en el triunfo o en el fracaso, porque lo que “vemos” cuando entramos a un establecimiento se traduce en una primera valoración, por eso tenemos que ser capaces de “encontrar la razón” para despertar interés y evocación en nuestros huéspedes.
  • El tacto: La habitación de hotel debe provocar la necesidad de “tocar”, de querer notar a través de la piel sensaciones agradables. A través quizá de una tela de terciopelo, la textura de una cortina, una pintura bien trabajada,…
  • El olfato: No se podría defender un entorno precioso sin una fragancia que te acompaña, un aroma personalizado, ese olor que te transporta a algún momento especial.
  • El gusto: Sorprender con detalles sencillos pero muy bien presentados, el obsequiar con una golosina, un bombón, o pan recién hecho. Mercè Borrell sorprendió en su suite de Interihotel con una bañera colmada de nubes de golosinas, fue una manera de sorprender y a la vez arrancar una sonrisa, hasta de los que no son golosos.
  • El oído: La selección de la música adecuada en el instante preciso, sonidos impecables y nítidos, que son un verdadero placer para los sentidos. Es importante escoger el equipo de música adecuado, que puede camuflarse en el ambiente o ser un elemento decorativo.

En definitiva,  Mercè Borrell propone una nueva forma de hacer interiorismo en los establecimientos hoteleros, basada en conectar con las emociones y sensaciones. Una creatividad aplicada al diseño interior que está íntimamente ligada a las experiencias vivenciales de los huéspedes de un hotel.

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