La noticia del verano

Señoras y señores… ¿saben ustedes cuál ha sido la noticia del verano? ¿Que el número de niños y niñas sirios refugiados alcanzó el pasado agosto el millón convirtiéndose en un hito histórico vergonzoso? No, hombre, por favor. La verdadera y gran noticia del verano ha sido el fichaje por parte del Real Madrid del galés Gareth Bale, hasta ahora jugador del Tottenham inglés por el que el club ha pagado 91 millones de euros, convirtiéndose así en el fichaje más caro de la historia del fútbol. Cuánto honor para una liga de fútbol (para unos la mejor para otros la más podrida) como la nuestra. ¿No están ustedes orgullosos como españoles que son? Fíjense si es para estar orgullosos que hasta el telediario de la BBC abrió el día de la presentación del jugador con conexión en director con Madrid o que hasta diarios de tirada nacional de nuestro país le dedicaron la portada a este muchacho con su nueva camiseta.

No sé ustedes pero yo estoy que no quepo en mí de la felicidad que me produce que se haya pagado ese dineral por un hombre que dará pataditas a un balón. Seguro que gracias a él nos baja la prima riesgo y, por supuesto, las cifras del paro. Seguro que gracias a él cientos de investigadores de nuestro país dejan de tener que abandonar su tierra por falta de financiación. Seguro que gracias a él, y aunque nos queda tan lejos de nuestra realidad, se produce en Siria el inicio de la retirada estadounidense en el país.

Lo que ya no está seguro es dónde habrá sacado el dinero el Real Madrid para pagar dicha cantidad o si este muchacho tributará lo que gane en nuestro país, porque de eso, señores, no se ha hablado. Da igual, qué más da… a mí mientras me cuenten si a Bale le gusta más la tortilla de patatas o la paella valenciana dentro de un mes me es suficiente.

Y ahora ya, ironías a un lado, y dejando claro que entiendo que el fútbol es ya no un deporte sino un negocio en el que todos quieren sacar tajada y que el Real Madrid como empresa está legitimado para gastarse el dinero donde buenamente crea que debe gastarlo, me pregunto: ¿de verdad esto es moralmente correcto? ¿En qué clase de sociedad vivimos que nos tragamos la sobredosis futbolística vigente? ¿En qué clase de sociedad vivimos que deja en la noticia del fichaje del jugador publicada por el diario Marca en su web casi 3.000 comentarios (y subiendo)? ¿En qué clase de sociedad vivimos que de un acto como el de la presentación de Gareth Bale hace un acto multitudinario con la presencia en el Santiago Bernabeu de más de 25.000 personas y medios de comunicación procedentes de todo el mundo? ¿En qué clase de sociedad vivimos si esta es la noticia del verano?

Creo que empiezo a dejar de sentirme orgullosa…

Isabel García

Redacción Mujeremprendedora