El poder de la comunidad para pensar en grande

IRENE TARRADELLAS Y ELENA BADÍA

Hace 15 meses iniciamos esta aventura de liderar la llegada de Impact Hub a Barcelona. En un edificio espectacular en el corazón del 22@, con un equipo pequeño, pero con mucho potencial y, lo más importante, con un gran entusiasmo, que se unió a unas altas perspectivas de rápida consolidación del proyecto en la Ciudad Condal.

En febrero de 2020, todavía no habíamos terminado las obras en el espacio y ya nos vimos inmersas en el mayor proyecto de locura, improvisación y cocreación ciudadana, como fue la organización y celebración (¡en una semana!) del Tech4SDG en Impact Hub, como respuesta a la cancelación del Mobile World Congress 2020.

Apenas habíamos empezado a rodar como equipo, sin tener listo el espacio, pero estábamos desbordadas con peticiones de información y de contactos que querían sumarse a la comunidad Impact Hub en Barcelona. Pero llegó la pandemia. Y el mundo cambió. Y, de repente, nos vimos abocadas a un nuevo reto, totalmente distinto al que parecía que nos íbamos a enfrentar durante 2020: cómo lanzar, en plena pandemia y estricto confinamiento a nivel mundial, un proyecto que tenía y tiene en el centro de su propuesta de valor la creación de una comunidad de emprendimiento con impacto para fomentar la interacción y generar el cambio.

Impact Hub Barcelona tenía previsto abrir sus puertas físicamente en marzo de 2020, pero la pandemia no nos lo permitió hasta el mes de junio. A pesar de ello, durante todo el primer semestre encontramos la forma de ir construyendo -virtualmente- una comunidad que un año más tarde ya cuenta con casi 100 miembros y que sabemos que va a seguir creciendo con pasión y con ganas de generar impacto.

En el mayor ejercicio de contención social que nos ha tocado hacer en los últimos 80 años, nosotras nos vimos forzadas a reinventar toda nuestra estrategia de llegada e implantación del proyecto, para empezar a construir esa comunidad con nuevas herramientas, nuevos discursos, nuevos enfoques… y, además, en un contexto de cambio constante y con la incertidumbre como compañera de baile.

Pero en este año de vida de Impact Hub Barcelona, solo podemos decir que ha sido un camino apasionante, complejo a la hora de la gestión, pero a la vez precioso. La propuesta de Impact Hub de poner a la comunidad en el centro como fuente de resiliencia, inspiración y motivación ha cobrado más sentido que nunca, y ha sido la constitución de esta comunidad y la convivencia con ella durante todo el año, la que nos ha dado el sentido y la fuerza para sacar este proyecto adelante.

Nos hemos dado cuenta de que esta maravillosa historia que hemos iniciado no hubiera sido posible sin esa comunidad que nos ha hecho comprobar la fuerza que tiene el sentirse parte de algo más grande que una misma, el remar en la misma dirección que muchas otras personas y organizaciones, el sentirse acompañadas y confortadas en momentos de agotamiento y desasosiego. Ha sido maravilloso.

Este primer año de vida de Impact Hub Barcelona es una realidad gracias a todas las personas que se han involucrado en el proyecto. Además del pequeño equipo de personas, pero con gran corazón, que conforma esta aventura en Barcelona, no podemos estar más que eternamente agradecidas al espectacular equipo de 25 hosts voluntarios que nos han acompañado y han remado con nosotras contra viento y marea durante el primer año. Y tampoco hubiera sido posible sin cada una de las personas y organizaciones que se han sumado a esta comunidad como miembros, que han puesto su granito de arena para su consolidación. Sin ellos este viaje no hubiera cumplido su primer aniversario.

Y por si la aventura no nos estaba pareciendo suficientemente emocionante, hace pocos días hemos tomado la decisión de trasladarnos a un espacio nuevo, más adecuado a las necesidades actuales del proyecto, en el que tendremos la oportunidad de volver a poner el foco en lo que realmente da valor a Impact Hub, que es nuestra misión de conectar, inspirar e impulsar los proyectos y personas que quieren tener un impacto positivo en nuestra ciudad. Nos quedamos cerquita, eso sí, en el vibrante 22@. Si estáis por Barcelona, a partir del 1 de mayo os esperamos con los brazos abiertos en la calle del Doctor Trueta, 13.

Irene Tarradellas

Directora de Impact Hub Barcelona

Elena Badía

Responsable de Proyectos de Impact Hub Barcelona

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