Emprender para romper barreras culturales
HELENA MOÇO LOPES. ABRAZO CULTURAL
Soy brasileña, nieta de inmigrantes portugueses y españoles. La migración y la mezcla de culturas siempre estuvieron presentes en mi vida. Cuando tenía nueve años pedí un cuaderno a mi madre y empecé a entrevistar a mi familia. Les preguntaba todo sobre cómo eran sus vidas cuando vivían en otros países. Y aunque las diferencias culturales siempre fueron algo común y parte de mi realidad, no dejaba de sorprenderme con las diferentes perspectivas del mundo.
A los 17 años, elegí estudiar periodismo en la universidad porque quería investigar y escribir sobre diferentes culturas. Fui a comunidades indígenas y africanas a observar y vivir otras culturas y a contar sus historias. Años más tarde, en 2015, migré a Barcelona y me fascinó descubrir esa ciudad multicultural, diversa, intensa, con una mezcla increíble de tradiciones y conocimientos.
En Barcelona sentí la necesidad de devolver a las personas migradas la autoestima y el orgullo de sus culturas, empezando por mí y pensando en la historia de mi familia. Y fue a partir de la observación y convivencia con otras culturas que surgió la idea de emprender Abrazo Cultural, una asociación que promueve la interculturalidad a través de cursos de idiomas, talleres culturales y formaciones especializadas impartidas por personas refugiadas e inmigrantes de países en conflicto o estigmatizados.
Con Abrazo Cultural creamos espacios interculturales donde las personas migradas se sienten empoderadas y se convierten en protagonistas, aportando sus conocimientos y talentos únicos a la sociedad local. Nuestros profesores y profesoras enseñan sus idiomas nativos y baile, música, cocina y manualidades de sus culturas.
Fundé Abrazo Cultural en 2017 junto a dos socias también inmigrantes, Hala Sofi de Marruecos y Micaela Villaverde de Argentina, y en este periodo hemos visto ya muchos resultados. Los profesores/as se sienten empoderados y es muy potente ver que nuestros alumnos/as no se apuntan a las clases porque los profesores y profesoras sean refugiados o inmigrantes sino porque quieren aprender de lo que ellos saben.
Hay muchos talentos únicos que están ocultos y que la ciudad, las empresas y las personas los necesitan. Aprender de esa mezcla de culturas nos enseña diferentes puntos de vista, maneras de resolver los problemas, ideas, proyectos o acciones. La interculturalidad permite que varias historias y trayectorias convivan entre sí y aprendan mutuamente, empoderando a todos.
Dejo aquí mis consejos para emprender rompiendo barreras culturales:
- Estar abierta/o siempre, tratando de olvidar los pensamientos preestablecidos.
- Identificar nuestros prejuicios, cuestionar las creencias y ejercitar el pensamiento crítico de lo que es lo bueno o malo.
- Reconocer las diferencias sin juicio de lo que es bueno o malo.
- Ser empáticos/as, no simpáticos/as.
- Escuchar activamente, dejar que el otro hable y se exprese y estar atento/a para entenderlo.
- Preguntar sin miedo, cuando haya dudas o algo no quede claro.
- Respetar la manera de pensar y actuar de cada uno/a, aunque no estemos de acuerdo.
- Tener en cuenta que cada persona carga una historia consigo, con experiencias, traumas, miedos, y todo eso afecta en su manera de comunicarse y de actuar.
- Reconocer a todas las personas como agentes de cambio y de posibilidades, no de problemas.
- Crear redes que unan, no que separen, y asegurarse que sean inclusivas y promuevan la bienvenida y la igualdad.
- Desarrollar nuestra inteligencia intercultural: tener la capacidad de encontrar vínculos y experiencias comunes entre personas de diferentes trasfondos y valores.
Al final, lo importante es que como seres humanos tenemos más similitudes que diferencias. Las diferencias que tenemos nos ayudan a ampliar nuestra visión del mundo, a entender la vida desde otras perspectivas. Y eso es lo que nos permite innovar, crear, colaborar y emprender ideas y proyectos que mejoran nuestros entornos.
Helena Moço Lopes
Directora y fundadora de Abrazo Cultural