Cosas que no pueden ser cubiertas

Isabel García“Hay cosas que no pueden ser cubiertas”, es el lema de la primera campaña publicitaria contra la violencia de género en Arabia Saudí. Un país que además de ser el mayor productor y exportador de petróleo, tiene la deshonra de ocupar el puesto 131, entre 135 países, en el último Informe sobre Disparidad de Género del Foro Económico Mundial, publicado el año pasado. La campaña, financiada por la Fundación Rey Khalid y que tiene como objetivo proporcionar protección jurídica a las mujeres y los niños víctimas de abusos en Arabia Saudí, muestra a una mujer cubierta con un ‘niqab’, una prenda femenina habitual en la península Arábiga, con uno de sus ojos amoratado.

Una imagen que lo dice todo. Y es que según las activistas una de cada seis saudíes sufre a diario violencia verbal, física o emocional, y la mayoría desconoce sus derechos. “El fenómeno de las mujeres maltratadas en Arabia Saudí es mayor de lo que se ve en la superficie”, asegura la web de la campaña. Bajo el título ‘No Más Abusos’, la Fundación Rey Jaled está animando a arabia saudilas saudíes a denunciar la violencia doméstica. “Queremos alcanzar la justicia para todas las mujeres y niños expuestos al abuso en cualquier parte del Reino”, señalan. De hecho la campaña surge a raíz de que la muerte de Lama al Ghamdi, una pequeña de tan sólo cinco años que murió el año pasado tras haber ingresado en el hospital con signos de haber sido violada, con el cráneo roto y numerosas quemaduras. Y lo peor de todo, el autor fue su propio padre, Fayhan al-Ghamdi, un predicador y popular orador de los programas de televisión musulmanes.

La campaña que ahora arranca es una muestra de, al menos, el reconocimiento por parte de las autoridades del país que en los últimos años está reconociendo que la violencia machista se ha extendido, y de qué forma, por su territorio. Un estudio difundido en 2011 por la Asociación Nacional de Derechos Humanos alertaba de que el 93 % de las mujeres casadas habían sido agredidas al menos una vez en sus vidas y que tan solo el 13 % había denunciado a su agresor. Un ejemplo es la puesta en marcha por parte del Ministerio de Asuntos Sociales saudí ese mismo año de un teléfono gratuito para recibir las denuncias de maltratos o la conferencia celebrada en el 2012 para abordar este problema, en la que se debatió el establecimiento de una legislación que proteja a las mujeres de las agresiones.

Solo queda esperar ahora que todo esto no sea solo una gran farsa destinada a la opinión pública para lavar la imagen dictatorial del país. Mientras tanto lo que sí podemos hacer porque sí está en nuestra mano, es denunciar cuando presenciemos, seamos testigos o podamos creer que una persona, hombre o mujer, está siendo víctima de violencia de género. Hay que dejar de ser cómplices con nuestro silencio.

016: Servicio telefónico de información y de asesoramiento jurídico en materia de violencia de género

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