La cultura transforma la sociedad e impulsa la economía

SILVIA OVIAÑO. CARAVAN PROYECTOS DE CULTURA

Soy periodista de formación, hablo cinco idiomas y tras vivir un tiempo en Alemania, me especialicé en edición fotográfica. Tras quince años en puestos directivos en agencias de prensa, fundé una empresa de gestión cultural dedicada al comisariado e itinerancia de exposiciones de fotografía, Caravan Proyectos de Cultura, con la que hemos organizado más de cuarenta muestras en España y el extranjero. Con el tiempo, ampliamos nuestro campo y comenzamos a diseñar eventos culturales multidisciplinares. Como dice el nombre de la empresa, creamos proyectos de cultura.

Caravan no es solo una forma de ganarme la vida, es también la posibilidad de idear proyectos que aporten un granito de arena para un mundo mejor. Creo en el poder de las historias y de la cultura para generar cambios, por eso en 2014 lanzamos en Coruña el Festival Mar de Mares, del que soy codirectora y desde el que abordamos los océanos desde diferentes puntos de vista; arte, ciencia, activismo, educación y emprendimiento. En septiembre de 2021 celebraremos la octava edición con una programación para público de todas las edades e intereses, con exposiciones, talleres, cine, salidas en barco, visitas y hasta un Mercado del Mar. Hasta la fecha han pasado por el Festival más de 150.000 personas y se han generado más de 1.000 impactos en medios de comunicación.

Caravan acaba de lanzar un nuevo proyecto: Indómitas, una plataforma de contenidos sobre mujeres valientes de nuestro tiempo que están rompiendo barreras y, por lo tanto, cambiando el mundo a pequeña o gran escala. En el camino hacia la igualdad, Indómitas.org es el medio donde encontrar referentes actuales. Sacamos a la luz historias de mineras, pilotos de helicóptero, emprendedoras, aventureras, científicas… que han luchado por cumplir sus sueños y conquistar terrenos hasta ahora muy masculinos. En breve, Indómitas pasará del mundo virtual al real, con la celebración de Indómitas Fest, un encuentro presencial, lúdico e inspirador.

Soy empresaria cultural desde hace 17 años y el camino no ha sido fácil. En 2008 llegó la gran crisis que diezmó el dinero de empresas, instituciones y público destinado a la cultura. Caravan amplió entonces su oferta de servicios. Como emprendedora trabajo más horas y asumo una responsabilidad mayor, pero disfruto de criar a mis tres hijos sin renunciar a compartir su día a día y tengo la libertad de elegir proyectos, horarios, equipo y forma de trabajo. E incluso el lugar desde el que trabajar. En los últimos años nos hemos trasladado dos veces a vivir al extranjero, una experiencia muy enriquecedora que habría sido imposible de no haber sido mi propia jefa.

Las industrias culturales tienen un encaje complicado en nuestra economía por distintas razones. La principal de ellas es la falta de reconocimiento de la sociedad española, incapaz de asumir la cultura como un bien de primera necesidad (aunque el confinamiento nos ha demostrado que es esencial). Por lo tanto, es el primer sector que cae en tiempos de crisis y el último en recuperarse. Esto hace que la cultura dependa mucho de las instituciones públicas, en las que se suelen primar los intereses políticos.

Además, somos un país con poca tradición en patrocinio y mecenazgo y es difícil encontrar apoyo privado desde las empresas. Poco a poco vamos dando pequeños pasos en esta dirección, pero todavía queda mucho por hacer. Se habla mucho de la necesidad de una buena ley de mecenazgo que no termina de materializarse, pero poco avanzaríamos si no dedicamos esfuerzos a educar al público, desde la escuela, en el valor de la cultura -todavía cuesta pagar por ver una exposición, todavía se habla de sus trabajadores como “gente subvencionada”.

Es necesario profesionalizar la gestión, pero sobre todo recuperar, o generar, el prestigio de una industria que genera identidad, patrimonio e incluso entretenimiento, aporta el 3,4% del PIB y crea más de 700.000 empleos. No olvidemos que en los últimos años la cultura ha sido un gran aliado de ciudades, como Málaga, que apuestan por un desarrollo turístico de calidad. Soy optimista, la pandemia nos ha dejado en una situación compleja, pero la cultura será un sector clave en el camino de la recuperación.

Silvia Oviaño

Directora de Caravan Proyectos de Cultura

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