«Siempre es un buen momento para emprender»
INÉS TEMPLE
Empresaria y directora independiente de diversas empresas y ONG, Inés Temple es presidenta de LHH Perú y LHH Chile, las firmas líderes en outplacement y desarrollo de talento en ambos países. Ha sido reconocida como una de las voces más importantes de Latinoamérica, de acuerdo con el Top Voice 2019 de LinkedIn; también como la ejecutiva más influyente en el sector empresarial, según el estudio de la consultora GRM publicado en El Comercio; como Top 1 Referente CEO Digital 2020 Perú; Top 1 del ranking HRinfluencer 2020 por GoIntegro y Top 15 Líder Empresarial por Reputación Merco por seis años consecutivos. Además, es autora del bestseller Yo S.L. Empleabilidad y marketing personal.
¿Qué le llevó a sumergirse en el Outplacement?
Empecé con el tema Outplacement por un interés personal en 1992. Mi esposo, que era un ejecutivo de primera línea muy exitoso, fue despedido de una manera violenta, poco humana, irrespetuosa, y después de una carrera brillante, nos quedamos de la noche a la mañana sin posibilidad de trabajar en EE. UU., sin ahorros, porque habíamos comprado y reformado recientemente una casa, y sin visa para trabajar. La situación era muy complicada. A los pocos meses, me llegó una revista de la Universidad de Nueva York -la universidad donde había estudiado- que hablaba de este concepto del Outplacement, de cómo las empresas contratan a estas firmas de Outplacement para ayudarles a manejar de una manera cuidadosa, respetuosa y digna la salida de las personas. Me pareció fantástico, más aún, porque parte del Outplacement es ayudar a las personas que se quedan sin trabajo -por cuenta de la empresa- a replantear sus carreras, a recuperarse del duelo, a orientarles de cómo deben seguir adelante, cómo plantear nuevos objetivos. En definitiva, cómo poner en marcha un negocio propio si es lo que quieren o recolocarse en el mercado laboral. Y, para ello, se les dan todas las herramientas, las estrategias, los contactos y la metodología para que lo hagan exitosamente. Les llamé y me costó un año convencerlos de que Perú estaba en el mapa y que la globalización no era un concepto de moda. Finalmente, abrí la oficina en Perú en 1993. Posteriormente, en 1996, en Chile. Actualmente, mi oficina en Perú es la más grande de toda Latinoamérica. En España somos LHH España.
¿Podría indicarnos a cuántas personas, aproximadamente, han ayudado a recolocarse desde sus inicios en el Outplacement?
En total hemos ayudado a recolocarse a 58.000 personas, de los cuales 15.000 son ejecutivos. Trabajamos con personas de todos los niveles y para nosotros es una misión de vida. Se convirtió en mi propósito: ayudar a la gente a recolocarse. Pero no solo eso, sino ir más allá, y conseguir que todas las personas que trabajan comprendan la realidad del mercado laboral, donde hoy todos somos dueños de nuestro proyecto de vida, todos somos responsables de nuestra carrera y todos tenemos que, por lo tanto, manejarla asertivamente, vivir muy atentos a elevar nuestro nivel de empleabilidad, mejorar nuestra productividad para tener una excelente reputación como proveedores de servicio, una excelente marca personal para que nuestro servicios, los que vendemos a empresas u organizaciones, tengan siempre demanda y buena reputación.
“En total hemos ayudado a recolocarse a 58.000 personas, de los cuales 15.000 son ejecutivos”
Su libro Yo S.L. Empleabilidad y marketing personal cuenta ya con 20 ediciones y más de 150.000 ejemplares. ¿Qué ofrece a sus lectores?
Yo S.L. es un libro muy exitoso en Latinoamérica. Hemos lanzado 20 ediciones en diez años y hemos vendido 150.000 ejemplares. Además, se encuentra entre los tres libros más vendidos en Perú en la última década. En España, como has mencionado, se publica con el título Yo S.L. Empleabilidad y marketing personal y los lectores van a encontrar un libro ágil y fácil de leer. En tres-cuatro horas se lee. Hemos intentado hacerlo ameno y tiene muchos ejemplos y muchas historias, ideas prácticas y consejos, con las que el lector se puede relacionar. Además, el libro muestra cómo manejar mejor tu marketing personal. Es decir, cómo construir tu marca personal -la que representa a tu empresa y a ti mismo- en el mundo real y en el mundo virtual y digital: cómo elevar tu nivel de empleabilidad, cómo tener una carrera productiva y exitosa en base a nuestro esfuerzo por entender el mercado, por tener un plan de carrera, por estar vigentes y competitivos, por producir mucho y por ofrecer servicios de calidad. Yo S.L. cambia el paradigma y la mentalidad. Nos hace entender y ayudar hasta comprender la vida, el trabajo y la carrera bajo otra óptica y, sobre todo, nos ayuda a cambiar de actitud.
¿Podría hablarnos de la evolución del libro desde su primera edición?
Sí, la esencia se mantiene, pero cada línea ha sido revisada, traída a la modernidad. Con todos los retos que ha presentado la pandemia y la nueva modernidad que ha traído la tecnología y todos los avances digitales, era necesario que el libro evolucionará. Hoy más que nunca Yo S.L. está muy vigente.
Uno de los capítulos de su libro se centra en la empleabilidad, ¿qué recomendaría a una persona que busca trabajo?
Muchos de nosotros entramos a trabajar con el paradigma que tenemos en casa, con el paradigma de nuestros padres, un paradigma anterior en el que no se ve a los jefes como clientes. Es un entendimiento equivocado de la relación del empleado con el que compra sus servicios. Mientras mejores referencias tengo y mejor es mi marca personal, mientras más alto es mi nivel de empleabilidad, más ofertas de trabajo voy a tener dentro y fuera de la empresa. Ese construir y ese esfuerzo nace de ofrecer un buen servicio. Cómo hacer tu plan para que tus servicios ofrezcan lo que el mercado necesita y busque en un momento dado. Para mejorar nuestra empleabilidad, lo primero es tomar consciencia plena de que nadie es responsable de nuestra carrera salvo nosotros, ya seamos dependientes y trabajemos por cuenta ajena o seamos autónomos. Nuestro crecimiento, nuestro desarrollo, la calidad de nuestros servicios o el cómo producimos es nuestra responsabilidad. Y, por lo tanto, lo es mantenernos relevantes, vigentes, desarrollar nuestras habilidades y talentos. En resumen, estar. Lo segundo es definir a dónde queremos ir, cuál es nuestra meta, nuestro objetivo de vida profesional y de carrera, y ser ambiciosos en el buen sentido de la palabra. Debemos atrevernos a tener éxito, soñar hasta dónde queremos llegar y hacer planes de negocio para nuestra propia empresa, planes de carrera personales, además de ser fundamentalmente leales a nosotros mismos, lo cual abunda en la lealtad a nuestro empleador. Mientras más leal soy a mí mismo y más hago lo que me gusta y para lo cual tengo talento natural, más bueno y de calidad será lo que produzco. Además, trabajaré con gusto, con satisfacción y ojalá con pasión. Se genera un círculo virtuoso de calidad, mejor reputación y, por lo tanto, obtengo más demanda por mis servicios. En conclusión, un mejor nivel de empleabilidad. Así, uno trabaja para uno mismo en su propio emprendimiento.
“Hoy más que nunca Yo S.L. está muy vigente”
En su libro indica que se han acabado los tiempos en los que las empresas ofrecían posibilidades de crecimiento profesional y que ahora los profesionales utilizamos a las empresas para llegar al lugar deseado. Explíquenos.
Hoy la relación de trabajo continua en la medida que nos conviene a ambos, porque si no estás contenta en tu trabajo, si de verdad no te gusta o sientes que no creces y no te desarrollas; o que nadie te valora y reconoce, y trabajas a disgusto o con hastío: ¿Qué bien le haces a tu empresa cliente? ¿Qué bien le haces a tu marca personal o a ti como ser humano? Es muy importante que uno, de vez en cuando, haga una auditoría a su felicidad laboral y se plantee: ¿Estoy contento? ¿Tengo capacidad de crecer y desarrollarme? Y en el caso de que no, plantearnos: ¿Dónde podría crecer y desarrollar? De igual forma, si las empresas sienten que en un momento dado no soy la persona que tiene el perfil que necesitan para una posición dada, lo más probable es que me lo digan y me dejen ir. Como una relación de pareja, lo ideal es que dure para siempre, pero uno tiene que estar preparado para que no sea así.
Desde su punto de vista, ¿qué busca un empleado en su empresa?
Los millenials han traído una irrupción importante en el mercado para bien, y es que muchos de ellos trabajan por propósitos, por convicción, porque quieren trabajar en organizaciones que tengan sentido con sus valores, sea por temas de medioambiente, por temas de sostenibilidad, porque tienen ganas de ayudar, porque tienen ganas de vender productos que aporten valor… Esto ha generado que las personas apuesten más por sí mismas y comprendan que la única manera que tienen de tener éxito en el mundo del trabajo es haciendo lo que les guste, algo para lo que tienen un talento natural, pero algo que también ojalá les apasione y una cultura con la que se sientan cómodo.
Igualmente, también afirma que las empresas han cambiado el prototipo de las personas que buscan.
Sí. Cada vez quieren personas más autosuficientes en su capacidad de desarrollar habilidades, que no estén esperando a que sean las empresas las que los entrenen, sino que buscan personas con más habilidades humanas como resiliencia, la curiosidad para aprender y desarrollarse, la flexibilidad para adaptarse a los cambios permanentes… personas capaces de adaptarse a las nuevas situaciones. Yo creo que lo que ha demostrado la pandemia es que personas con esas habilidades humanas han podido adaptarse y han sido flexibles a los cambios que ha traído la situación, a esas nuevas formas de trabajar; pero, por el contrario, también ha habido quienes lamentablemente no han podido adaptarse.
Creo que las organizaciones, hoy en día, están poniendo atención en que las personas tengan dos grandes ejes. Por un lado, todo aquello vinculado a la curiosidad por la tecnología y a la voluntad de experimentar y arriesgarse, y de aprender en entornos tecnológicos; pero también que hayan desarrollado habilidades humanas. Personas que sean capaces de comunicarse por una pantalla y generar empatía, que sean capaces de autodisciplinarse para trabajar a distancia y en remoto, y que sean capaces de seguir aprendiendo todos los días. Nos pagar por albergar valor, generar resultados y producir cosas concretas.
“Es muy importante que uno, de vez en cuando, haga una auditoría a su felicidad laboral”
Partiendo de su experiencia, ¿cómo podemos ganar confianza en el entorno laboral?
Lo importante es hacer una evaluación personal: qué quiero hacer con mi vida profesional y hasta dónde quiero llegar. Y para llegar a ese sueño profesional: qué habilidades tengo y cuáles tengo que desarrollar, cuáles son las etapas que tengo que recorrer. Además, hay que hacer un plan personal en la medida en la que tenemos claro qué queremos desarrollar y, obviamente, en la medida en la que a uno le guste y tenga talento. Hay que ser racional y realista. Tenemos que saber diferenciar los hobbies de las profesiones. Aquellos que pueden vivir de sus hobbies son muy privilegiados, pero el resto tenemos que trabajar para pagar nuestros hobbies, y ojalá que trabajemos en algo que nos sea afín, donde podamos poner nuestro corazón y nuestras ganas, porque eso nos va a dar satisfacción y resultados.
¿Qué importancia da a las relaciones en el entorno laboral? ¿Cuáles serían las claves para crear redes de confianza?
Dentro de este mundo del trabajo profesional donde uno no publicita sus habilidades y sus talentos en los carteles en la calle ni en los avisos en Google, nuestros servicios se venden a través del boca a boca. Son las personas que nos estiman, nos quieren y nos respetan, quienes conforman nuestras redes de confianza y van a hablar positivamente de nosotros. Por lo tanto, mantener las redes de confianza, no en un afán interesado o manipulador, sino creando redes humanas reales de confianza, son lo que llamo nuestra fuerza de ventas, la fuerza de venta de nuestros servicios profesionales. Los miembros de nuestras redes de confianza no son las personas que van a comprar nuestros servicios, son los que van a promocionar nuestros servicios. Las personas de nuestras redes de confianza no tienen que ser personas importantes, poderosas o dueñas de empresas, sino que son personas con las que voy a interactuar de buena fe en una relación de mutuo interés, porque yo también estoy ahí para ellos cuando ellos me necesitan. Aprendemos juntos, crecemos juntos, interactuamos juntos y ampliamos paradigmas. Tenemos el don de la diversidad.
“Hoy todos somos dueños de nuestro proyecto de vida”
Por otra parte, ¿considera que el actual es un buen momento para emprender?
Yo creo que siempre es un buen momento para emprender en la medida en que ese emprendimiento responde a una necesidad real y auténtica de hacer algo que nos gusta. Cuando uno se apasiona por lo que hace y trabaja duro, analiza bien su mercado, se prepara y toma decisiones racionales y, además, lo hace de una manera bien organizada y con un buen plan de negocio, tiene muchísimas más posibilidades de que le vaya bien. En este punto quiero enfatizar la idea de plan de negocio, porque conozco a muchos emprendedores que salen a hacer sin haberse sentado a planear. Es muy importante que antes de poner un centavo creemos un plan: cuál es el negocio-producto, cómo y dónde lo venderías, cuál sería el plan operativo y cuántas y quiénes serían las personas que necesitas… Hay que poner todo en un plan negocio, que no tiene que tener muchas páginas, pero si tiene que hacerse con mucha cabeza.
¿Podría hablarnos de sus objetivos y propósitos?
Para mí, mi familia es lo primero. El tener una familia cercana y unificada, una familia agradable, es el punto central de mi vida. Por otra parte, quiero seguir contribuyendo a que cada vez más personas eleven su nivel de empleabilidad y logren esa satisfacción en el trabajo. También quiero seguir generando contenido y compartiendo conocimiento. Hay gente me dice: ¿No te cansas de lo mismo? Pero cuando de pronto me encuentro con una nueva persona que está perdida o no entiende la realidad del mundo del trabajo y siento que puedo ayudarla, recobro esa voluntad de resarcir mis errores ayudando a los demás, esas ganas de seguir evangelizando, en esta misión que, obviamente, tiene una vena empresarial, pero que es fundamentalmente gente movida por un propósito de ayudar a otros. Creo que el mundo del trabajo es cada vez más complicado, duro y difícil, y cada vez más necesitamos que las personas tengan una guía, alguien que les apoye.
Finalmente, Inés, ¿le gustaría añadir algo más?
Sí, por último, me gustaría agradecer a la editorial Planeta en España por animarse a invitar a una latinoamericana a publicar. Es muy importante.
María Cano Rico