La existencia de la magia

Una idea sembrada en la cabeza y en el papel, un trazo nacido en el estudio hasta germinar en ilustraciones que habitan un libro como Piel de asno (Ediciones Nevsky). Ese proceso ya resulta asombroso, pero, si meses después, te anuncian que tus láminas han viajado hasta Shanghái para acabar seleccionadas entre 1.320 artistas de 58 países después de tres rondas de evaluación, empiezas a considerar seriamente la existencia de la magia.

La noticia ha supuesto una alegría muy grande. Afortunadamente, el trabajo diario te ayuda a poner los pies en la tierra, apenas sin dar oportunidad para disfrutarlo. El reconocimiento a tu trabajo siempre es un empujón que te anima a continuar esforzándote, a seguir dedicándote a lo que realmente te apasiona.

La China Shanghai International Children’s Book Fair – CCBF, pese a su juventud en el panorama internacional, está escalando en relevancia gracias al empuje de sus organizadores en uno de los países con mayor potencial de lectores. El trabajo de los finalistas será expuesto en la CCBF en el Centro de Exposiciones y Convenciones de la Exposición Universal de Shanghái del 9 al 11 de noviembre de 2018. Si estáis por allí, os invito a ver las fantásticas obras de compañeros que también han sido seleccionados. Gracias a este punto de encuentro, he podido conocer el trabajo de algunos de los ilustradores que formarán parte de la exposición. Este tipo de eventos supone grandes cosas, una de ellas, conocer compañeros de profesión antes desconocidos para mí, pero que ahora puedo disfrutar y aprender de su trabajo.

Justo el primer día de la muestra toca contener la respiración. El jurado hará públicos los nombres de los ganadores de los Grand Awards y las menciones especiales. Entre tanto talento, cuesta imaginarse traerse uno de estos galardones a casa, pero, si hemos llegado hasta aquí, ¿por qué no soñar un poco más?

Ser seleccionada con las ilustraciones de Piel de asno es muy especial para mí. Es el primer trabajo publicado en el que comienzo a encontrar mi manera de contar historias y con el que desarrollo un lenguaje que me permite plasmar mi mundo interior. Profesionalmente ha supuesto un antes y un después. Además, debido a su visibilidad en Internet, me han llegado grandes ofertas de trabajo que me permiten seguir viviendo de lo que me gusta.

Ya conocía el relato y me encanta ilustrar las historias de otros, interpretar su mundo y hacerlo un poco mío. En este caso, un cuento clásico de Charles Perrault reescrito por Sofía Rhei.

Sofía es una autora experimentada que ha publicado, entre otros, la serie de humor infantil Krippys bajo el seudónimo Cornelius Krippa (Montena), novelas juveniles como Flores de Sombray Savia Negra (Alfaguara) o la novela para adultos ndola (Minotauro). En la misma editorial de Piel de asno ha publicado las aventuras inspiradas en el gran antagonista de Sherlock Holmes, James Moriarty.

Una vez recibí el encargo de James y Marian Womack, editores de Nevsky, busqué y encontré muchas versiones ya ilustradas de este cuento. Lo que en un principio, pensé, sería una dificultad añadida: sentir la influencia tan directa de esos artistas que ya trabajaron sobre este mismo cuento.

Además, me supuso un gran esfuerzo encontrar el tono adecuado y el lenguaje gráfico que me pedía el texto. Pasé mucho tiempo de documentación, leyendo, releyendo, viendo mucha pintura, cine… Has de buscar una fuente de inspiración constante y siempre llevar el cuaderno encima para apuntar ideas o dibujar pequeños bocetos. Decidir y saber lo que quieres contar pasa por un proceso largo de documentación, seleccionar, descartar… En esta historia veía grandes posibilidades. Encontré varios caminos que me gustaban y con los que me sentía cómoda, aunque ahora lo miro con distancia y cambiaría muchas cosas.

Algo que considero importante a la hora de enfrentarme a un encargo como este es hacer tuyo el texto, encontrar esos huecos que dejan las palabras y plantear la historia desde tu propia mirada. Después el lector, con el álbum en sus manos, rellenará esos huecos igual que hice yo cuando me enfrenté a él.

Esta obra, como muchos de los cuentos clásicos, tiene un matiz oscuro que encuentro especialmente interesante para interpretar. Aquí, la princesa tiene que escapar de su padre y de su deseo de casarse con ella… Una historia terrible en la que he intentado transmitir todas esas sensaciones jugando con siluetas, con el ritmo, la composición, los grandes espacios vacíos… Pero, sobre todo, mediante los silencios.

Ilustrar es comunicar, emocionar, entre otras tantas cosas, y ser ilustradora es la oportunidad que tengo para contar a los demás lo que encuentro difícil de expresar con palabras.

Sandra Rilova

Ilustradora de Piel de Asno

Sandra Rilova (Burgos, 1988) figura en la lista de los 50 Golden Pinwheel Young Illustrators Competition, de la China Shanghai International Children’s Book Fair – CCBF, por sus ilustraciones en el libro Piel de asno / Donkey skin (Ediciones Nevsky). Rilova ha sido seleccionada entre 1.320 ilustradores de 58 países por cinco aclamados especialistas tanto chinos como internacionales en tres rondas de evaluación, valorando «la calidad artística, la efectividad, la fuerza narrativa y la originalidad de las obras».
El trabajo de los finalistas será expuesto en la CCBF en el Centro de Exposiciones y Convenciones de la Exposición Universal de Shanghái del 9 al 11 de noviembre de 2018. Los seleccionados serán acredores de los Grand Awards y las menciones especiales que se anunciarán el próximo 9 de noviembre.
Piel de asno pertenece a la colección de álbumes ilustrados bilingües para niños de Ediciones Nevsky. La editorial considera que «los álbumes infantiles ofrecen una ocasión perfecta para iniciar a los más pequeños en los sonidos de otros idiomas. Desde Nevsky nos hemos propuesto elaborar una colección que destaque por la cuidada propuesta, la selección de clásicos reconocibles, pero no ‘obvios’, editados con mimo para una nueva generación de padres exigentes». Estos cuentos han sido cuidadosamente elegidos, del ámbito del folklore mundial, y versionados por la auora infantil Sofía Rhei para destacar valores como la diversidad, la paridad, el trabajo en equipo, la autonomía y la confianza en uno mismo.
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