Mujer, perspectiva de género y salud laboral. Otro Triángulo de las Bermudas

NATALIA FERNÁNDEZ LAVIADA. FRATERNIDAD-MUPRESPA

No sé si os habéis parado a reflexionar por qué cuesta tanto consolidar políticas sociolaborales cargadas de lógica, me estoy refiriendo a la integración de la perspectiva de género en la Seguridad y Salud Laboral.

Qué importante fue ver regulada en el artículo 2.3 del RD 860/2018 la obligación para todas las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social de planificar, desarrollar y ejecutar nuestras actuaciones preventivas teniendo en cuenta la perspectiva de género. Reflexionaba que las 19 mutuas somos un perfecto altavoz, dando cobertura y sensibilizando a todo el entramado laboral de este país. Seguro que podemos ayudar con la “denuncia” y concienciación, pero ¿es suficiente?

Hace poco una importante directiva de una gran empresa, diversa e integradora, con más de 70.000 trabajadores y trabajadoras, reclamaba mi ayuda, porque quería convencer a la alta dirección de la necesidad de que los estudios preventivos y la definición y diseño de los diferentes puestos de trabajo estuviesen imbuidos de esta naturaleza, que esta perspectiva se integrara en su metodología, pero no encontraba referencias prácticas válidas publicadas en ninguna parte.

Y es que literatura, estudios, estadísticas, encuestas, planteamientos para asumir este enfoque de género, como análisis DAFO, hay muchos, pero aplicaciones concretas y experiencias por sectores, soluciones a problemas precisos de equipos de protección individual (EPIs) o diseños de puestos de trabajo… apenas encontramos. ¿Por qué? Porque realmente no hay convencimiento, solo impulsos fugaces, buenas intenciones que se tornan efímeras y desaparecen, como embarcaciones en el Triángulo de las Bermudas.

Incluso desde la empresa Volvo reconocieron que la seguridad de los automóviles era sexista, ya que se realizan las pruebas con maniquíes de anatomía masculina. Si esta desigualdad afecta a las millones de usuarias de automóviles, ¡qué no sucederá en el ámbito laboral!

Tenemos que navegar con una brújula que nos oriente a proyectar e implementar actuaciones pioneras para no solo visibilizar, sino resolver estos problemas:  

  • ¿Se diseñan los puestos de trabajo, los equipos, los vehículos o las herramientas, con una mirada desprovista del factor femenino, o seguimos con un diseño técnico estandarizado, predominantemente masculino?
  • En los pocos casos en que sí se hace, ¿son más caros porque su fabricación tiene menor demanda, dado que las empresas no exigen este requisito de personalización o adaptación de género en sus centrales de compras?
  • ¿De qué vale una Evaluación de Riesgos Genérica en la que no se tienen en cuenta las características o patrones individuales de la persona, en este caso de la mujer?
  • ¿De qué sirve la elección de Equipos de Protección, colectivos o individuales, no adaptados a las condiciones antropomórficas de ambos géneros?
  • ¿Conocéis EPIs con patrones femeninos o simplemente EPIs con tallas de diferentes tamaños? Provocando evidentemente adaptaciones inadecuadas y ajustes imperfectos, improvisaciones que suponen un riesgo añadido para las trabajadoras.

Si podemos encontrar en Evaluaciones de Riesgos y Planes Preventivos acciones concretas y medidas preventivas transversales que tienen en cuenta a varones y mujeres en el ámbito organizativo y psicosocial, relativas a la carga o ritmo de trabajo, racionalización horarios, conciliación familiar, flexibilidad o corresponsabilidad, asuntos a tener presentes en cualquier empresa saludable que se precie, y que diga poner a las personas en el centro.

A pesar de las justas reivindicaciones encaminadas a solucionar esta desigualdad impropia del siglo XXI, la escasa sensibilización hacia la integración de la perspectiva de género en la Seguridad y Salud Laboral, desde el ángulo de la Seguridad, la Higiene industrial y la Ergonomía, continúa siendo uno de los talones de Aquiles de la Prevención y un reto para cualquier prevencionista, máxime si es mujer.

Natalia Fernández Laviada

Subdirectora general de Prevención, Calidad y Comunicación de Fraternidad-Muprespa

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