Mujeres detrás de la tabla periódica

En este año 2019 es el año internacional de la tabla periódica organizada por la ONU, porque se cumple su 150 aniversario, en la que participaron también mujeres, no reconocidas a pesar de su gran aporte y apoyo a la sociedad desde el ámbito de la ciencia. Humanas ante todo que no dejaron de ser luchadoras y pelear por ayudar con sus conocimientos y sus trabajos al resto del mundo. Aportes que, si han pasado la historia, pero no sus nombres. Concretamente a la famosa tabla periódica. Son ejemplos de estos casos: Lise Meitner, Ida Noddack y la excepción, porque ella si es conocida por todos, es Marie Curie.

Las habilidades de estas mujeres fueron la perseverancia, la resiliencia al sobreponerse a los obstáculos, crecerse ante ellos, y esa humanidad ya mencionada que le hizo dedicar su vida a la ciencia y con ello a la humanidad. Además de un espíritu crítico que les hacía ir en contra de lo establecido y lograr sus éxitos, pese que la historia y la sociedad las relegaba, las invisibilizaba y no le daba su lugar. Acabando muchas de ellas en sótanos ejerciendo su pasión, ser científica, química o hacer su aporte a la humanidad.

Marie Curie: es la más conocida por todos, por ganar dos premios Nobel. El primero un Nobel de física, donde tras la muerte de su esposo asumió la presidencia de la Universidad de París, además fue la primera mujer en dar clases en la Universidad. Y el segundo un Nobel de Química por hallar cómo se aislaba el radio, y también célebre por descubrir el polonio y el radio.

Lise Meitner: física teórica austriaca, enamorada de la física dejó su ciudad natal para doctorarse gracias al apoyo de sus padres. Tras tener un doctorado quería seguir aprendiendo por lo que no se detuvo ahí. Honrada en la tabla periódica con su meitnerio. La única mujer que tuvo este honor de exclusividad con un elemento en la tabla periódica. Llegó a los 89 años de vida.

Ida Noddack: estudió química, siendo de las primeras alemanas que lo hacía. que descubrió dos elementos, el número 75, el renio el que descubrió junto a su esposo Walter Noddack en Berlín. Luego el elemento 43, masurium que más tarde se llamaría tecnecio, primero en ser producido artificialmente. El proceso que habla de que el núcleo se podría dividir. A pesar de que cuando ella lo mencionó no fue tomada en serio, puesto que había trabajado como invitada en el laboratorio de su esposo. Fue nominada tres veces para el premio Nobel de química. Además, hizo otro aporte junto a Walter, argumentó sobre un posible sistema de clasificación que se basaba en una tabla que no estaba compuesta por elementos solo sino también por isótopos.

Mujeres detrás de la tabla periódica. De izquierda a derecha en la parte de arriba está Alice Hamilton, Idda Noddack y Margaret Todd. En la parte de abajo se encuentra Harriet Brooks, Lise Meitner y Julia Lermontova.

Otras mujeres en la historia de la tabla periódica por aportar más datos de los elementos fueron: Reatha Clark King, Alice Hamilton, Marguerite Perey, Julia Lermontova, Margaret Todd, Stefanie Horovitz, Harriet Brooks, Darleane Hoffman, un equipo de mujeres (en particular, Carmen Brugger Romaní y Trinidad Salinas Ferrer) y Toshiko ‘Tosh‘ Mayeda.

Reatha Clark King: trabajó como química investigadora en la Oficina Nacional de Estándares en Washington, DC. Fue la primera mujer química y afroamericana de trabajar allí. Las técnicas que utilizó fueron para la calorimetría de llama como para la bomba. Gran parte de su afán lo dedicada al trabajo de medir los calores precisos de la formación de compuestos de flúor gaseosos. Recibiendo con ello un premio, que fue relevante para el programa espacial de la NASA, por su publicación sobre la calorimetría de llama con fluoruro.

Alice Hamilton: investigadora, médica de Estados Unidos que llegó a demostrar lo tóxico que era el plomo y el daño que causaba a las personas y los trabajadores que trabajaban con él. A consecuencia de esta creencia llegó a forzar a los fabricantes y compañías para que tomaran unas medidas de seguridad. Por otro lado, también organizaba acciones sociales para dar evidencia que las personas que trabajan con otros metales pesados como el mercurio pueden llegar a sufrir enfermedades. Por todo ello, en 1919 obtuvo su reconocimiento de ser la primera mujer que se nombró para la facultad de la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts. Más tarde en el año 1925 se opuso a que introdujera plomo en la gasolina.

Marguerite Perey: considerada la única que descubrió en solitario el elemento 87, el francium, el último elemento por descubrir en la naturaleza, en el 1939. A diferencias de estas emprendedoras que hacían su labor con la colaboración de hombres, por lo que llega ser un tanto difícil separar sus aportes. Este año 2019 se celebra el aniversario del descubrimiento de este elemento, que coincide también con el de la tabla periódica.

Julia Lermontova: la primera mujer en recibir un doctorado en química en Alemania en1874. Logró conseguir el requisito previo para ponerlos en orden, que no era otros que, los procesos de separación de los metales del grupo platino (rutenio, rodio, paladio, osmio,iridio y platino) se volvieran más puros.

Margaret Todd: doctora, que sugirió el término isótopos, este que significa mismo lugar en griego.

Stefanie Horovitz: química polaca y judía, que hizo una prueba experimental con los isótopos. Demostrando que un elemento tan común como el plomo tiene diversos pesos atómicos, esto depende de si viene de decaimiento radioactivo del torio o del uranio.

Harriet Brooks: canadiense que se graduó en física. Proporción junto a Ernest Rutherfordla primera evidencia de que se podría producir un nuevo elemento en el transcurso de la pérdida progresiva radiactiva.

Darleane Hoffman: fue la primera mujer en dirigir una división científica en el Laboratorio nacional en Nuevo México. Hizo varias demostraciones cómo fue la evidencia de que el isótopo fermio-257 podría llegar a dividirse naturalmente y no solo con el bombardeo de neutrones. Además, también halló en la naturaleza el plutonio-244. Más tarde formó generaciones científicas una de ellas es Dawn Shaughnessy, que ayudó a descubrir seis nuevos elementos.

Toshiko ‘Tosh‘Mayeda: técnico de Japón y Estados Unidos, llegó a dominar el medir los radioisótopos de oxígeno en la década de 1950. Más tarde se puso al mando de los espectrómetros de masa. Y finalmente ayudó con la medida de los isótopos de oxígeno, su proporción situada en conchas fosilizadas para poder con ello llegar a conocer la temperatura de los océanos en la prehistoria, llegando a expandir dichos métodos a los meteoritos.

No hay que olvidar tampoco el grupo de mujeres que trabajaron para estudiar los efectos en la salud y la presencia en agua de minerales. Trabajo que tuvieron que abandonar después de la guerra civil del 1936  hasta el 1939. Ellas fueron Carmen Brugger Romaní y Trinidad Salinas Ferrer.

Afortunadamente, estas sombras hoy salen a la luz y gracias a ello se les puede conceder el lugar que les corresponde en la sociedad. Un lugar elegido por ellas, mujeres que pelean por sus sueños y que van a por ellos.

Azucena Monge Pérez

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