La mujer en la revolución de los medios digitales
Montserrat Domínguez, directora de la edición española del Huffington Post
El pasado martes se celebró un nuevo almuerzo-charla de la Asociación Madrileña de Mujeres Directivas y Empresarias (AMMDE), que periódicamente convoca a socias y simpatizantes para estas citas en torno a un personaje relevante. En esta ocasión, y bajo el título ‘La mujer en la revolución de los medios digitales’, AMMDE tuvo como invitada a Montserrat Domínguez, directora de la edición española del Huffington Post y mujer icónica de los medios en nuestro país, tanto en televisión como en radio.
La presidenta de AMMDE, Sara Navarro, dio la bienvenida a la célebre periodista destacando que “su presencia ante las cámaras, los micrófonos o al frente de una redacción es la personificación del rigor, el criterio, la responsabilidad y la libertad”. Asimismo, dirigiéndose a Domínguez, señaló que “necesitamos que mujeres como tú estéis en una posición bien visible, para que nos transmitáis ese liderazgo tranquilo, esa sencillez y esa cercanía que sólo puede nacer del amor y el compromiso por lo que se hace”.
Las palabras de Montserrat Domínguez estuvieron centradas en su experiencia como responsable máxima de un medio digital, afirmando que lo primero que hizo al llegar a la redacción del Huffington Post fue “desaprender” todo lo que sabía. Añadió que, en el entorno digital, lo que hoy sirve mañana es obsoleto, y que este reto constante la llena de energía y creatividad. Hace cinco años, el teléfono móvil no se usaba para ver y descargar contenidos, y hoy es el principal dispositivo desde el que se hace esto.
Por otro lado, para que un diario digital pueda subsistir, necesita muchos clics, pero no se pueden buscar a cualquier precio. Hay que intentar un equilibrio entre, por ejemplo, el último cotilleo de Madonna y una conferencia de Macron en la que se va a definir el futuro de Europa. La responsabilidad sobre las informaciones con las que estamos en contacto ya no es sólo de los periodistas, sino de todos, que con nuestros clics o nuestro likes decidimos, por eso hay que ser muy consciente cuando se hacen.
Aunque los medios de comunicación ya no son el único contacto entre políticos, empresas y el poder en general, con los ciudadanos, Montserrat cree que la labor de los periodistas sigue siendo vital, porque “traduce” y “transmite” la realidad para hacerla más entendible, con rigor y con buen criterio. Una sociedad bien informada es más madura y puede tomar mejores decisiones colectivas.
Ha tenido la suerte de trabajar con muchas mujeres, todas valiosas e interesantes, algunas jefas de equipos. Pero con grados de responsabilidad sólo hasta ciertos niveles. A partir del ahí, el vacío, sobre todo en los Consejos de Administración. Por eso cree que ha llegado el momento de decir basta: “Somos muy buenas escuchando, pero somos muy malas haciéndonos escuchar. Para mí este año el 8 de marzo fue una experiencia transformadora. Nunca creí que 7.000 periodistas pudiéramos ponernos de acuerdo en firmar un mismo manifiesto”.
Para Domínguez, ha llegado el momento de que las mujeres que alcanzan puestos de responsabilidad dejen de pedir perdón por tener éxito. Además, con el paso de los años ha tomado conciencia de que las cuotas sí son necesarias. Hay una sed muy grande de conocimiento, las mujeres necesitan conocer las experiencias de otras mujeres, y por eso es crucial que haya asociaciones que fomenten las redes.
Personalmente está muy satisfecha de dirigir una redacción muy joven, con leve mayoría de mujeres, algunas en puestos de responsabilidad, y donde ellos son tan activos y comprometidos como las chicas, de lo que se siente muy orgullosa. Por último, Domínguez quiso destacar el papel que muchísimos hombres han desempañado, ayudando a las mujeres a que avancemos profesionalmente, y que merecen tener la visibilidad y el reconocimiento. Puso el acento en los muchos y excelentes compañeros de trabajo que ha tenido, que profesionalmente y humanamente le han demostrado su valor.
