¿Qué necesidades formativas demandan los emprendedores?  

Las escuelas de negocios se dejan guiar por las disciplinas tradicionales, buscando profesionales de prestigio, pero llegando con retraso a cubrir las necesidades del mercado. Existe un mayor empeño en competir por dar más prestigio a una formación tradicional que por arriesgar en implementar programas disruptivos, que se consideran muy de nicho y poco rentables.

 Hablando con una persona que se había lanzado al emprendimiento, me comentó, “¿Miguel, sabes qué es lo que me falta y que nadie me da una solución? Una formación para poder entenderme con un técnico, hablando su mismo lenguaje”. Y es que esta carencia me la han comentado más emprendedores. Decía Voltaire que “hay alguien tan inteligente, que aprende de la experiencia de los demás”, pero parece que ese concepto lo estamos olvidando a nivel formativo. Por el contrario, los emprendedores se lo aplican a sí mismos, ante la falta de soluciones en el mercado.

Con respecto a las escuelas de negocios, cada vez se adaptan más al contexto, pero casi siempre lo hacen con retraso. La palabra “disruptiva” está de moda, pero pocos son los que la aplican con propiedad. Ser disruptivo significa “que produce disrupción; rotura o interrupción brusca”. Sin embargo, la línea que se sigue tiende hacia un clasicismo académico, que se deja arrastrar por las tendencias en las grandes organizaciones, buscando profesionales de empresas de referencia que den una reputación al programa. A menudo se olvida que los pequeños son los que tienen más agilidad para implementar antes nuevos procesos, o para adelantarse a la vanguardia; así, disciplinas como el Growth Hacking, que han surgido en el seno de las startups, han agudizado el ingenio ante la falta de recursos frente a las grandes organizaciones.

Pocas son las escuelas que miran hacia las startups de una forma efectiva, es decir, desde sus programas, con contenidos que cubran las necesidades tecnológicas y de conocimiento que se demandan. La pura mención como anécdota está presente en muchas clases magistrales, pero, normalmente, son los alumnos los que indagan y se adentran en estas nuevas disciplinas. Análogamente, muchos emprendedores tienen que buscarse la vida porque no han tenido este tipo de formación.

Por otra parte, en relación a los perfiles técnicos con conocimientos de Marketing, no se puede hablar de un perfil deseado, pero sí del más frecuente, el de alguien analítico -generalmente ingenieros, matemáticos y estadísticos- que se forman en Marketing. No es que alguien de Humanidades no pueda responder a este perfil, pero no es tan frecuente. Es fundamental encontrar a una persona que le guste la tecnología, que entienda el producto y que sea capaz de pensar con mentalidad tecnológica. Pero si este perfil no existe, debemos contribuir a formarlo, proveyendo un contenido con claro enfoque en la tecnología y en las herramientas. Ya hemos dado el primer paso con los programas en Analítica Web y Big Data, así como la inclusión del Growth Hacking en el Master en Marketing Digital. Lo siguiente será crear un programa en el que la tecnología tenga un papel protagonista, que, aún yendo de la mano del Marketing, sea el elemento vertebrador del contenido. Pensemos en un emprendedor que necesita esos conocimientos; no es fácil encontrar alguien con un perfil que cubra negocio, marketing y tecnología. Tenemos que aunar todo ello, con un claro enfoque en esta última pata, para así dar respuesta al mercado.

Miguel Mangas

Director del Master en Marketing Digital de Spain Business School

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