Insultar

Todavía estoy perpleja después de haber leído algunos datos sobre la última campaña para la prevención de embarazos no deseados. Nuestras jóvenes reconocen que les falta información. Yo me pregunto: ¿qué información en concreto? ¿Sobre cómo no quedarse embarazada? ¿Sobre qué postura es más placentera? ¿Sobre cuáles son las zonas erógenas masculinas?… ¿O sobre cómo seguir viviendo de la sopa boba?
 
Una joven de 16 años tiene hoy día toda la información habida y por haber, por ejemplo en Internet. Además de las reiteradas campañas estatales. Información veraz y de primera mano en el caso de que no quieran acudir a sus progenitores. Vamos, igualito que hace tres o cuatro décadas cuando todo era tabú y podías acabar desangrándote en una clínica clandestina, o si tenías posibles podías viajar a Londres para abortar. Como decía, información hay; además les hemos dado la píldora del día después; y además, con esa edad pueden abortar sin tener que dar cuentas a nadie.
 
Pues todavía dicen que les falta información. Y lo argumentan diciendo que “creían que si se emborrachaban después del coito y vomitaban no se quedaban embarazadas”. Un verdadero insulto hacía la sociedad y hacia todas esas mujeres que han luchado para que cada vez tengan más derechos, más libertad, menos tabúes…
 
Mirando a nuestras adolescentes hay algo de lo que sí me siento responsable: de tener una generación sobreprotegida y del mensaje que les hemos transmitido, “si tú tienes un problema, yo te lo soluciono”.
 
Lourdes Otero