La brecha de las pensiones del RETA

Los y las pensionistas de este país se han levantado reclamando unas pensiones justas que permitan vivir con dignidad, ya que la última reforma “paramétrica” realizada en esta materia ha mermado sus derechos y sus condiciones de vida. Porque esta reforma, que no pasó por el Pacto de Toledo, justificándose en que sólo se modificaban ciertos parámetros, por contra, ha tenido como consecuencia que se haya modificado radicalmente el sistema y se haya creado un nuevo modelo de régimen de pensiones que ha provocado una devaluación en una de las rentas básicas de la sociedad española, al vincularlo a la estabilidad presupuestaria lo que hace reducir la cuantía de la pensión inicial y entre generaciones.

Así, el sistema ha dejado de ser solidario al no tener en cuenta factores como la mejora económica o el progreso social, que dejan de “repartirse” y al revisarse el índice incorporado (IRA) cada 5 años, independientemente de cómo vaya la economía en estos periodos, no se tiene en cuenta en las revalorizaciones anuales. Por ello, la “subida” del 0,25% en estos últimos años no ha hecho más que devaluar el nivel adquisitivo de los y las pensionistas españoles. Esto, además, genera una discriminación indirecta por razón de género ya que esta devaluación afecta más a las pensiones mínimas que están, desgraciadamente, feminizadas en nuestro país.

Feminizadas y también en manos de los autónomos y autónomas, ya que las pensiones derivadas del RETA, están muy por debajo de la media del sistema. En la actualidad, hay 1.951.992 pensiones procedentes del RETA con una cuantía media de 649,30 euros, es decir, las pensiones por jubilación del colectivo están por debajo del SMI y apenas superan los 718 euros. Esto provoca una brecha de 383 euros menos que la pensión media derivada del régimen general.

Si ya es difícil vivir con la cuantía de la mayoría de las pensiones actuales, para los y las pensionistas autónomos, lo es aún más, ya que más de 800.000 cobran pensiones por debajo de los 700 € al mes, lo que hace prácticamente imposible poder vivir con un mínimo de dignidad. Por ello, consideramos absolutamente necesario que las pensiones procedentes del RETA, así como las procedentes de otros sistemas que no llegan al SMI, sufran un incremento en sus cuantías en superior porcentaje que las que sí lo superan. Tenemos que romper la dinámica del aumento en la brecha entre las pensiones contributivas, ya que de lo contrario crecerán los desajustes y por lo tanto la desigualdad.

Los y las pensionistas autónomos del futuro tienen que encontrar en el sistema público las garantías necesarias para sentir la necesidad de hacer un esfuerzo mayor en la contribución económica a la Seguridad Social, porque con el sistema actual de cotización esto no sucede, se ha convertido en un sistema injusto, insolidario y no progresivo, al calcularse sobre unas bases estipuladas independientemente de los rendimientos obtenidos.

Por ello, además de incrementar las pensiones actuales más bajas, hay que trabajar con proyección de futuro, reformando sustancialmente este sistema de cotización y vincularlo a los rendimientos netos de las actividades. Para ello, UPTA propone establecer unas bases de cotización diferenciadas por tramos, en función de los ingresos y junto a ello, implantar un incentivo fiscal con las mismas condiciones que los sistemas privados, así como una mayor implicación de la Administración en la comunicación directa con los administrados y administradas, enviando la proyección de las pensiones en un documento claro y fácil de interpretar. Es urgente y necesario atajar estas brechas y garantizar un nivel de vida digno a los y las pensionistas actuales y a los futuros, porque es un derecho constitucional de todos y de todas.

Inés Mazuela Rosado

Secretaria General de UPTA-A

@InesMazuelaRo

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