La protección social del trabajo autónomo: mucho por hacer

Que España cuenta con uno de los mejores sistemas de Seguridad Social del mundo es un hecho incuestionable. Un sistema que ofrece coberturas sobre cualquier contingencia que las personas podamos tener, basado en los principios de universalidad, progresividad, justicia, contributivo y solidario.

Sin embargo, respecto a los trabajadores y trabajadoras autónomos, estos principios han dejado de cumplirse haciendo que el Régimen por el que cotizamos se haya convertido en un sistema injusto e insolidario. Es cierto que, sobre el papel, los trabajadores y trabajadoras autónomos españoles tenemos reconocidos prácticamente los mismos derechos sociales que los trabajadores y trabajadoras asalariados y en los mismos términos, pero el problema se plantea a la hora de ejercerlos. Ya sabemos que el papel lo aguanta todo, por eso lo que tenemos que conseguir es que más allá del reconocimiento, que es el primer paso, este llegue a ser efectivo y se acabe con las brechas que existen en materia de prestaciones entre los dos colectivos.

Este hecho se confirma incluso desde la propia Unión Europea que insta a los Estados miembros a que el sistema de protección social de los trabajadores y trabajadoras autónomos converja con el establecido para los trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena. Así, el informe ‘El pilar de los derechos sociales. El acceso a la protección social de los trabajadores europeos’, elaborado por la Comisión Europea, al comparar la actividad de un trabajador por cuenta propia con la de uno por cuenta ajena, confirma la existencia de desigualdades motivadas por las diferencias de cobertura ante las mismas contingencias.

Por tanto, como venimos reiterando desde UPTA Andalucía, es necesario abordar una reforma del RETA para adoptar las recomendaciones que la Unión Europea nos hace sobre el acceso a la protección social para los autónomos y autónomas, así como garantizar los derechos como la prestación por cese de actividad, ampliar la cobertura de las prestaciones por enfermedad así como por accidentes.

En este último caso, el de la cobertura por accidentes de trabajo, se produce una de las situaciones más injustas del sistema, ya que el autónomo o autónoma para que tenga esta contingencia protegida, tiene que optar por la misma, porque es de cotización voluntaria. Así, si elige protegerse por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, paga lo mismo que un trabajador o trabajadora asalariado y sin embargo, la cobertura de las contingencias profesionales, no tiene el mismo alcance, ya que, por ejemplo, no se nos reconoce el accidente in itinere ni el que se pueda producir en misión. Si bien la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo ha mejorado esto para aquellos autónomos y autónomas con establecimiento, a los que sí se les reconoce el accidente in itinere, para el resto del colectivo y las situaciones de accidente en misión sigue dándose esta desigualdad. Tampoco estamos iguales en materia de pensiones, ya que las pensiones medias por jubilación del colectivo están por debajo del SMI y apenas superan los 718 euros, provocando una brecha de 383 euros menos que la pensión media derivada del régimen general.

Desde UPTA proponemos una solución para evitar estas desigualdades y hacer que el sistema cumpla con los principios que han de inspirarlo y esto pasa por eliminar la voluntariedad en las coberturas, es decir, que todas las contingencias estén protegidas en los mismos términos que para el Régimen General y vincular la cotización a los rendimientos netos de las actividades, haciendo que se contribuya en función de los ingresos reales que se obtengan. Porque el sistema actual permite que contribuya lo mismo un autónomo o autónoma con ingresos por debajo del SMI que uno que obtenga rendimientos altos y la voluntariedad a la hora de elegir la base de cotización y la existencia de una base mínima condicionan el sistema haciéndolo injusto, insolidario, no progresivo y, por tanto, no contributivo. Cumplir de esta forma con estos principios permitiría acceder a mejores prestaciones y converger con la protección social de las personas asalariadas, cumpliendo así con las recomendaciones de Europa y permitiendo que los autónomos y autónomas podamos ejercer nuestros derechos de forma plena.

Inés Mazuela Rosado

Secretaria General de UPTA-A

@InesMazuelaRo

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