Las fundaciones, pioneras en paridad

EUGENIA BIETO. COORDINADORA CATALANA DE FUNDACIONS (CCF)

Naciones Unidas incluyó la igualdad de género en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 para que se haga realidad una vieja reivindicación, la de conseguir una igualdad de oportunidades en los ámbitos de la economía, la educación, la salud o la política. Desde que, a mediados del siglo XIX, en Estados Unidos al principio, y poco después en Europa, los movimientos feministas se organizaran para reivindicar derechos que hoy nos parecen indiscutibles, se han conseguido sin duda grandes avances; sin embargo, queda todavía mucho camino por recorrer, como reconoce el último Global Gender Gap Report, que afirma que estamos lejos todavía de alcanzar una paridad de género real, sobre todo en lo que hace referencia al acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad en las empresas y a sus órganos de gobierno.

La presencia de mujeres en los niveles donde se toman las decisiones no es solo una cuestión de justicia social; parecería que a igualdad de formación y de capacidades, ellas tendrían que tener los mismos de derechos que ellos. Pero, además, está demostrado que la diversidad en las organizaciones aporta una mayor capacidad de innovación y produce a la larga mejores resultados económicos. Sin embargo, en el mundo de la empresa en general, la presencia de las mujeres en puestos de responsabilidad es todavía minoritaria, con algunas excepciones, entre las que se cuenta el caso de las fundaciones.

El informe ‘La composición de género en las fundaciones de Cataluña‘ realizado por la Coordinadora Catalana de Fundaciones sobre la presencia de la mujer en el mundo fundacional pone de relieve que estas organizaciones son más avanzadas en cuanto a paridad de género. Esta es una de las principales conclusiones del trabajo. Hay que recordar que, en Cataluña, las fundaciones dan trabajo a unas 82.000 personas a lo que habría que sumar más de 40.000 voluntarios.

Desde el voluntariado hasta las plantillas, las mujeres son mayoría holgada con porcentajes que superan el 60%, denotando una importante feminización del sector. La presencia femenina es mayoritaria no solo en el voluntariado y las plantillas, sino también en los equipos directivos, en todos los ámbitos de actuación -social, cultura, salud y educación-, excepto en el campo de la investigación y tecnología, donde la presencia del hombre es todavía la dominante.

El resultado más relevante del informe es que en un 59% de las fundaciones, la alta dirección está ocupada por una mujer, porcentaje que es tres veces superior al de las empresas mercantiles cotizadas. Por otro lado, si analizamos en detalle la composición de los patronatos, máximos órganos de gobierno de las fundaciones, la presencia femenina ocupa el 34% de las sillas, ligeramente por debajo del 40% que la Unión Europea considera umbral de paridad, pero superior al 25% del número de mujeres en los consejos de administración de las empresas cotizadas.

Las fundaciones se convierten así en un modelo de organización en que las mujeres sienten que podrán desarrollar su carrera profesional sin encontrar techos de cristal por el camino.

Eugenia Bieto

Vicepresidenta de la Coordinadora Catalana de Fundacions (CCF)

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