«El coronavirus, un reto más para la mujer rural»

Inmaculada Idáñez Vargas es la presidenta de la Confederación de Asociaciones de Mujeres del Medio Rural (CERES).

¿Cómo se presenta este 15 de octubre, Día de la Mujer Rural de 2020?

Este 15 de octubre destacaremos, como lo hacemos cada día, la fuerza de las mujeres como motor de la zona rural, que es incuestionable. Somos auténticas locomotoras multitarea con un papel fundamental en el desarrollo económico, social y medioambiental del medio rural. Y, en este sentido, desde CERES Andalucía luchamos de manera incansable por dar visibilidad a la mujer rural, por los derechos que consoliden su protagonismo en la creación de empleo, la diversificación de la actividad agraria y la fijación de población en las zonas más desfavorecidas, siempre en defensa, además, del modelo social y profesional de agricultura. Asimismo, está en nuestra razón de ser combatir la violencia de género en las zonas rurales y fomentar la participación de las mujeres en los órganos de dirección del tejido asociativo agrario.

Desde su punto de vista, ¿en qué medida ha afectado el COVID-19 a la mujer rural?

Las mujeres del medio rural nos encontramos desde hace unos meses con un reto más, un añadido de peso al que nos hemos visto obligadas a hacer frente sin titubeos, de la noche a la mañana: una señora pandemia que nos ha cogido a todos descolocados y que nos ha mantenido confinados una buena temporada, pero no a todos, ya que las tareas del campo, consideradas actividades esenciales, no han tenido stop. Una vez más, la mujer rural ha demostrado su capacidad y versatilidad. Una mujer todoterreno que ha tenido que trabajar en el campo y atender a sus hijos y a sus mayores, todos ellos en casa mientras duró el estado de alarma. Y es que la irrupción del coronavirus ha multiplicado la labor diaria de las mujeres en los pueblos, agricultoras o ganaderas, pero también madres o responsables del cuidado de sus mayores.

“Las mujeres rurales somos auténticas locomotoras multitarea”

¿Cuáles son las prioridades para la mujer en el medio rural de cara a este año que entra?

Otro desafío que nos ha traído la pandemia tiene que ver con la implantación y el uso de las nuevas tecnologías, y en este aspecto nos queremos centrar, además de seguir trabajando por nuestros objetivos. En el medio rural hay diferentes niveles de conocimiento en las nuevas tecnologías, diferentes accesos a esas nuevas tecnologías y distintos recursos para acceder a éstas. Muchas mujeres no tienen ordenador en su casa o no saben manejarlo, y como consecuencia del coronavirus se han visto obligadas a asomarse al mundo digital. Unas han podido, y estas circunstancias les han servido de revulsivo, pero en otros casos se ha producido un aislamiento aun mayor. En esto debemos estar alerta y detectar los casos para seguir trabajando en la conexión tan necesaria que une en red a las mujeres rurales de toda Andalucía.

¿Qué actividades y proyectos han planteado para este nuevo curso?

Este curso a pesar de las circunstancias tan adversas que estamos viviendo no estamos bajando la intensidad en el trabajo, si es verdad que antes era más presencial todo y ahora más digital, pero eso nos ha servido para llegar a todas partes en el mínimo tiempo teniendo casi el don de la ubicuidad. En fin, que nuestras líneas de trabajo están descritas y reflexionadas como es el seguir luchando por la visibilización de las mujeres como tal y en su faceta profesional en el medio rural, trabajar para ver el empoderamiento como un medio para ser independiente económicamente siendo un freno a la violencia de género, luchar para conseguir más participación social de las mujeres, intentar que cada vez se disipe más el techo de cristal de las mujeres y, sobre todo, trabajar por un medio rural vivo para que con nuestra ayuda fijemos la población al territorio y con ellos impidamos la despoblación de los pueblos.

María Cano Rico