«Hemos diseñado, equipado y dotado de alma a más de dos millones de sitios de trabajo»

Patricia Pallarés se incorporó a la empresa familiar, Contel e Instaldeco, como project manager con el fin de crear desde cero su departamento de comunicación. Su confianza y buen criterio a la hora de liderar le permitieron visualizar y hacer realidad una nueva estrategia empresarial, tanto con respecto a la imagen de la marca como desde una perspectiva de negocio. Ahora, un año y ocho meses después de su incorporación, acaban de lanzar la nueva vertical de la empresa, Contel Home Office.

Contel es una empresa familiar que cuenta con más de 40 años de experiencia en la equipación y creación de oficinas óptimas para el desarrollo laboral. ¿Podría hablarnos de la evolución de la compañía desde su fundación?

La compañía ha evolucionado mucho desde que mi abuelo la fundó. Al inicio, solo se vendía mobiliario. Los proyectos eran muy básicos porque las compañías solamente demandaban el amueblado de sus oficinas. Cuando mi padre, Joan Pallarés, se incorpora al negocio familiar es cuando se produce un cambio derivado del “efecto Google” (entre otros), y las oficinas empezaron a ser mucho más que solo muebles en un espacio de trabajo. En ese momento se creó Instaldeco, una compañía independiente de Contel que permitía llevar a cabo las reformas necesarias para adaptar los espacios a las necesidades y demandas del nuevo milenio, y fue esta fuerza entre Contel e Instaldeco lo que permitió que la gestión integral de proyectos fuera posible. Para cuando yo me uní a la compañía, la tecnología había avanzado mucho y necesitábamos que la imagen, el sentido y la esencia de la marca estuvieran actualizados y en línea con las demandas del mercado. Para ello se creó el departamento de comunicación, cuya intención fue que el nuevo branding y diseño le dieran un soplo de aire fresco a la marca que se fundó hace ya 40 años. Con el confinamiento nos encontramos ante una situación del todo inesperada: el teletrabajo, una dinámica poco implementada aquí en España. Es ante este nuevo escenario de trabajo en el que las casas se convierten en las nuevas oficinas y donde desde Contel vimos la oportunidad y responsabilidad de ofrecer una nueva línea de negocio adaptada a esta situación. Así, Contel Home Office nace para ofrecer mobiliario e infraestructuras de trabajo a todos aquellos trabajadores que trabajan desde casa, pero que carecen de herramientas adecuadas para el desarrollar sus tareas laborales asegurando bienestar y salud.

En Contel creáis espacios con sentido, ¿qué requisitos debe reunir un espacio de trabajo para ser correcto y saludable?

El espacio tiene que estar hecho en función del trabajador que va a ocuparlo, pero siempre cumpliendo con unas normas y necesidades básicas. Una buena iluminación que debe rondar los 500 LUX en el plano de cada puesto y en el área de trabajo en general; una silla ergonómica que recoja sobre todo la parte dorsal, las lumbares y que nos permita tener las piernas flexionadas correctamente (incluyen el diseño y equidistancia correcta del puesto de trabajo); una adecuada reverberación acústica, y lograr el equilibrio eléctrico-estático del espacio examinando la distancia de las pantallas ergonómicas y haciendo un análisis que vaya desde los materiales hasta el pavimento.

Los espacios de trabajo han cambiado mucho a lo largo de los últimos años. ¿Podría indicarnos cuáles han sido los principales cambios y si desde su punto de vista son todos positivos?

Desde mi perspectiva, cada vez más se intenta acercarnos al concepto de que el trabajador se sienta como en casa. Se ha salido de la oficina fría y cada vez se está apostando más por la calidez. Ambos puntos son positivos porque al final como más cómodo esté el trabajador, la productividad y la motivación en el trabajo aumentarán. En los últimos años se ha percibido un aumento de la tendencia que apuesta por los espacios abiertos (open space). Esto hace que el entorno de trabajo sea mucho más colaborativo, la comunicación fluya mucho más entre los trabajadores y se rompan barreras de jerarquía dentro de la propia empresa. El soft seating también es otro cambio que se ha percibido a lo largo de los últimos años. Básicamente se trata de una zona dentro de la oficina, en la cual, los trabajadores pueden relajarse o trabajar de forma más relajada e informal. Esto lo que hace es generar un ambiente sano y saludable para que los trabajadores puedan trabajar desde distintos puntos de la oficina sin tener que estar sentados en la misma silla durante horas.

“Es vital cuidar la cultura de la empresa, pero, sobre todo, seguir cuidando al trabajador”

Por otra parte, ¿qué falta por cambiar? ¿En qué diría que tienen que seguir trabajando?

Es evidente que hoy en día para que haya un cambio en el entorno de trabajo, no solo depende del espacio. Un cambio cultural dentro de la empresa suele reflejarse en un cambio en el entorno de trabajo.  Los espacios deben acompañar y reforzar la cultura de la empresa y el cuidado de los trabajadores, creando así un círculo virtuoso entre cultura empresaria y el entorno en el que se desarrolla dicha cultura. Por eso, las empresas tienen que seguir trabajando en cuidar al trabajador, y parte de este cuidado se da a través de las oficinas. Si con la nueva normalidad los trabajadores se ven trabajando desde sus hogares, son las empresas quienes tienen la responsabilidad de dotarlos de los recursos necesarios para hacerlo. Es vital cuidar la cultura de la empresa, pero, sobre todo, seguir cuidando al trabajador.

¿Podría hablarnos de algunos de sus proyectos más interesantes de la compañía?

Proyectos anteriores a destacar fueron las oficinas de Glovo, King, Gas Natural, Seat y el Ayuntamiento de Barcelona, entre otros. Son proyectos que nos llenan de orgullo y queremos seguir añadiendo trabajos de esta calidad y renombre a nuestro portfolio. Actualmente estamos con el proyecto de Naturgy de las nuevas sedes corporativas en Barcelona y en Madrid. Hemos participado en el proyecto creando y diseñando los espacios, escogiendo el mobiliario, ambientes, etc.  Hemos utilizado tanto mobiliario estándar de fabricantes como mobiliario a medida en ejecución de taquillas y acabados que proponía la constructora. En definitiva, la instalación de todos los elementos desde el inicio de la licitación.

A lo largo de su trayectoria, ¿en qué sectores se han especializado?

Nuestro target es muy variado. Abordamos tanto pequeños proyectos como grandes montajes; concursos y contratación directa, así como homologaciones para grandes corporaciones e instituciones. Hemos diseñado, equipado y dotado de alma a más de dos millones de sitios de trabajo hasta la fecha, más de 3.500 clientes han confiado en nosotros y tenemos más de 20 millones de metros cuadrados de oficinas amuebladas. 
Un factor clave es que no nos focalizamos en pocos sectores, sino que podemos atender a cualquier tipo de empresa o institución: enseñanza y universidades, hospitales y seguros, coworkings y startups, instituciones y entidades, bancos y cajas.

Debido al COVID-19 la nueva dinámica del teletrabajo ha sido implementada por la mayoría de las empresas y se espera que siga así definitivamente alternando el teletrabajo con la oficina. Esta tendencia os ha hecho crear Contel Home Office. ¿Podría hablarnos de este proyecto?

Llegar a la conclusión de que las cosas habían cambiado nos permitió forjar un punto de partida realista para encontrar una solución a esta nueva dinámica laboral. El teletrabajo se ha impuesto como nueva dinámica de trabajo. De hecho, la mayoría de las empresas ya se plantean implantar el teletrabajo combinándolo con la oficina. No obstante, la mayoría de los empleados no cuentan con las condiciones óptimas para teletrabajar a distancia. Por ello, decidimos crear Contel Home Office, una nueva línea de negocio que pretende aportar una solución óptima mediante 10 packs con personalidad que incluyen silla y mesa ofreciendo las condiciones ergonómicas esenciales a un precio asequible. Se presenta como la solución para que los trabajadores puedan disponer de un entorno óptimo de trabajo en sus hogares con el objetivo de que en estos espacios se puedan desarrollar todas las tareas en condiciones adecuadas asegurando salud, calidad y comodidad.

“El formar parte del legado familiar incide en que para mí la autoexigencia personal sea mucho mayor y eso beneficia los resultados del trabajo”

Por otra parte, ¿cuáles han sido los principales cambios llevados a cabo por las empresas en sus oficinas tras el COVID? ¿Qué medidas de seguridad y productos de protección se están impulsando?

La preocupación más grande que ocupó a la mayoría de las empresas fue cómo adaptar sus espacios a estas nuevas medidas de seguridad, lo que nos llevó a ofrecer un catálogo de productos más especializado y concreto, nuestros servicios de asesoramiento y una guía práctica basada en la nueva normativa. Los espacios amplios que permitían guardar distancias de seguridad se equiparon con mamparas de separación, señalización y, en algún caso, el cierre de zonas comunes. Otros decidieron implementar la rotación de posiciones porque no cabían todos a la vez, combinando la práctica del teletrabajo. Por último, hay quienes no permitieron la vuelta a las oficinas y fomentaron el teletrabajo a tiempo completo. La gama de productos ofrecidos han sido diversos: desde soluciones para mantener la distancia como las mamparas (de pie, de mostrador, suspendidas, separadores, cortinas, biombos etc.), cintas de distanciamiento; soluciones para higiene y protección personal como dispensadores de gel (de pie, eléctricos,etc.); termómetros digitales o box de reciclaje, y soluciones para informar como los sistemas informativos de exterior e interior (caballetes, tótems, banderas o banners).

Pertenece a la tercera generación de la empresa familiar, ¿qué beneficios diría que tiene trabajar en una empresa familiar?

Creo que, vista la diversidad de empresas familiares, hay una infinidad de posibles beneficios y, desde mi punto de vista, parten dependiendo de la base de valores y estrategia que siga la empresa. En mi caso, he vivido una de las mejores experiencias a nivel profesional. La confianza, el ejemplo en liderazgo y el saber delegar funciones que caracterizan a mi padre, me han permitido libertad para aportar una nueva visión en el branding y el diseño de la empresa Contel. Una de las ventajas que he tenido es que la toma de decisiones ha sido rápida y sencilla, sin tener que depender de un equipo de otro país o de unos inversores para desarrollar mi función en la compañía. Durante toda mi vida, he visto el esfuerzo y trabajo que requiere levantar un negocio como Contel. El formar parte del legado familiar incide en que para mí la autoexigencia personal sea mucho mayor y eso beneficia los resultados del trabajo.

¿Siempre tuvo claro que quería continuar con el legado de la empresa familiar?

Para nada, la verdad es que nunca me había imaginado formando parte de la compañía. No acababa de ver que mi pasión profesional pudiera encajar en un sector en el que predominaban perfiles de ADE, arquitectos, interioristas… Fue cuando entré a formar parte del negocio familiar, que vimos la necesidad de adoptar una estrategia de branding, ya que con más de 40 años de experiencia y siendo líderes en el sector, la marca Contel no tenía una imagen definida, ni tampoco renombres acordes a la calidad y nivel de trabajo que se realizaba. Y es en este punto cuando mi padre, Joan, me pidió que entrara a trabajar a la empresa familiar para poner las bases de la comunicación, imagen y posicionamiento de Contel.

¿Podría hablarnos de su incorporación?

Justo antes de entrar a Contel, me encontraba trabajando en Nuclio Venture Builder como responsable del departamento de comunicación. Al principio tuve dudas, no sabía si la empresa familiar era el desafío profesional que estaba buscando, pero luego entendí que era un desafío aún mayor y con el valor añadido de aportar al legado familiar. Esto me motivó para ser más exigente a nivel personal y profesional y demostrar que tenía la experiencia suficiente para ocupar mi lugar. Durante los primeros meses profundicé mucho en el sentido que tenía la empresa, en cómo eran y se mostraban los fabricantes con los que trabajamos y cuáles eran nuestras fortalezas y debilidades. Así llegó el cambio de branding, la aparición de un eslogan, un nuevo logo, una comunicación diferente, las primeras apariciones en medios… en definitiva, la confluencia de la imagen y difusión con el trabajo que hacíamos. Otro de los cambios que aparecieron fue en la gestión de los equipos, “el teambuilding”. Y no fue hasta llegada la cuarentena que se nos abrió un nuevo campo de acción en el mercado. Por un lado, la readaptación de los espacios de oficina que llevaron a la creación de un nuevo catálogo y la ayuda personalizada a las compañías y, por otro lado, la creación del proyecto Contel Home Office. Una nueva línea de negocio formada por un equipo millennial y senior que propone soluciones centradas en las personas.

¿Cuáles son sus propósitos a corto y largo plazo?

A corto plazo acabamos de arrancar con el proyecto Contel Home Office. Hemos empezado a recibir las primeras reacciones y estamos centrados en seguir desarrollando la línea adecuándonos a la demanda que, junto a la nueva ley del teletrabajo, tiene el mercado. Además, estamos cerrando acuerdos importantes que podrán generar un gran impacto en el concepto de los coworkings. Y a largo plazo, el futuro es más incierto que nunca, pero lo que sí tengo claro es que quiero seguir dedicándome a lo que más me apasiona que es la comunicación y el desarrollo de oportunidades desde el punto de vista empresarial.

María Cano Rico