El teatro, facilitador de la formación

Ana Maria HerreroAna Maria Herrero

En un mundo tan materializado y dado a las nuevas tecnologías, que a veces ayudan a deshumanizar todo el contexto referente a los Recursos Humanos, sorprende que aparezcan ideas y empresas que se preocupan de humanizar la formación. Cada vez más, incluso en estos momentos de crisis, las organizaciones anteponen la calidad a la cantidad, y la calidad tiene que ver con el ser humano. Sabemos que lo importante en una comunicación no es sólo lo que se dice (el contenido), sino cómo se dice (el proceso). Un simple “buenos días” expresado en un tono de voz triste y desviando la mirada no es lo mismo que dicho con voz alegre y mirando al interlocutor. La distancia que se toman es esencial para hacer un análisis desapasionado y poder encontrar soluciones más creativas y menos traumáticas. El ámbito de aplicación  de la técnica del teatro es amplia, pero obviamente no se pueden resolver todos los problemas empresariales a través de la teatralización. En la vida todos desarrollamos “roles” o papeles en función de un grupo social. A lo largo del día el individuo puede realizar el “rol” de directiva, de director, de padre, de conductor de una reunión, etc. Según la Enciclopedia Universal Micronet, “la estructura social resulta de las formas de comportamiento del estatus y de ‘rol’. A cada estatus le corresponde su papel, es decir, un determinado comportamiento en presencia de otros. El “rol” es la forma y manera en que un estatus concreto tiene que ser aceptado y desempeñado por el titular. Los papeles de los diversos estatus se distinguen por la anteposición y subordinación de sus ‘actores’ cuando éstos están reunidos”.
 
En todas las organizaciones se encuentra los “actores” (el cliente y el vendedor, el jefe y el empleado) y la “situación” en la que todos los personajes implicados necesitan potenciar su relación y resolver sus conflictos. Un personaje no existe por sí mismo, sino que lo hace dentro de sus relaciones. Cuando representamos un personaje lo tenemos que desarrollar al máximo dentro del papel, pues es lo que se espera de él. Veamos algunas de las aplicaciones que se hacen mediante la teatralización.
 
• Un directivo tiene pánico a hablar en público, está muy nervioso en los minutos previos. Aquí aprende a que el Trae (la tensión antes de entrar en escena) es normal e incluso necesaria. Se le provee de todos los ejercicios de distensión y relajación respiración-inspiración, visualización positiva, etc.
• Otro directivo quiere que le sigan en intervenciones públicas y le den “feed-back” en técnicas teatrales para mejorar su expresión.
• Los vendedores de un concesionario atienden al cliente con la rutina diaria. Se instituye el “personaje inolvidable” y los participantes representan el antes y el después, consiguiendo entrar en el “rol vendedor inolvidable”, asociándolo a la marca.
• El director general se da cuenta de que, a pesar de haber realizado diferentes cursos de trabajo en equipo entre sus directores existe una lucha larvada por su poder: información reservada, descalificación, exageración de situaciones, etc. Se representa a actores y directores, se dan inmediatamente cuenta de que es “su situación”. Explicitar la situación haciendo que el diálogo entre los directores se realice en unos términos inimaginables anteriormente. Se llega a acuerdos satisfactores, pero, sobre todo se cambia la orientación al poder.
 
¿Todas estas soluciones se podrían haber conseguido con otros sistemas? Posiblemente sí, pero, sin lugar a dudas, la potencia del teatro es incuestionable. En algunos casos el espectador se convierte en actor, en otros se potencia el ‘rol’ del actor y otros el espectador discute sobre su caso, se proyecta en cada momento y se adapta a las necesidades del guión que algunas veces hay que crearlo. En definitiva, la idea de buscar soluciones a través del teatro viene de muy antiguo, pero es necesario que en un mundo cada vez más deshumanizado existan respuestas humanas a situaciones humanas. Esperemos que la censura empresarial o sindical no vete esta iniciativa interesante.
 
“Es necesario que en un mundo cada vez más deshumanizado existan respuestas humanas a situaciones humanas, que se darán si las empresas buscan soluciones a través de técnicas teatrales”.
 
Ana Mª Herrero
 
 

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