Concierto de Año Nuevo, de John Axelrod
La Real Orquesta Sinfónica de Sevilla interpreta un gran concierto en el Teatro Maestranza
Gran éxito el conseguido por la ROSS en su Concierto de Año Nuevo, una efeméride centrada en los grandes nombres de la música vienesa del XIX cuyo indiscutible impulso -el concierto de Año Nuevo de Viena – recrea, año tras año, la atmósfera galante y desenfadada de una música ¿ligera? que recupera el sabor y la nostalgia de tiempos pasados, hoy sorprendentemente rejuvenecidos.
John Axelrod, consciente de la necesidad de llegar a amplios sectores de la “afición local”, se esmera en confeccionar programas ad hoc, en sintonía con el gusto popular, refractario a cualquier incursión que se aparte de lo habitual. Cuenta para ello con el excelente oficio de una orquesta cuya capacidad técnica e interpretativa permite abordar páginas del gran repertorio. Superados, momentáneamente, tiempos de zozobra e inquietud ante un futuro incierto, nuestros músicos recorrieron melodías de excelente factura, iniciadas con el húngaro Ferencz (Franz) Lehár, continuadas con Johann Strauss, hijo, para detenerse en Chaikovski y culminar la velada con Richard Strauss, el gran músico alemán que, como es sabido, no guarda la menor relación con los Strauss vieneses y de quien escuchamos la suite El caballero de la rosa, con sus valses anacrónicos y su rica instrumentación orquestal, una página densa y tal vez un tanto tediosa para los no iniciados. Las numerosas ‘propinas’ condujeron, ¡cómo no!, a la Marcha Radetzky, palmas incluidas…
Axelrod -que parece afianzarse en el podio de la ROSS- agradeció la colaboración de las autoridades, en especial de la Junta de Andalucía, que, inexplicablemente, ha mantenido a la ROSS al borde del precipicio durante demasiado tiempo (1), un suplicio tan inmerecido como innecesario que no ha afectado a la ‘calidad del producto’ pero que ha supuesto prolongados períodos de zozobra y sufrimiento absolutamente innecesarios que han puesto en peligro la continuidad de una orquesta de prestigio internacional que nos ha permitido adentrarnos en las grandes obras del repertorio sinfónico y operístico (pienso en Wagner o Mahler) hasta entonces unos ilustres desconocidos. Lástima que, con frecuencia, no se coticen los valores ‘domésticos’…
MFR
- Con respecto a la ‘inyección de oxígeno’ administrada por la Junta a la ROSS, suscribo íntegramente el comentario de José Luis López López, crítico musical de ABC, cuando afirma que “ese gesto (fuera lazos verdes) debe entenderse como un voto de confianza y un signo de esperanza con fecha de caducidad, pues el acuerdo implica una aportación parcial de lo que la Junta adeuda a la Orquesta, lo cual no resuelve la situación ni a me
dio ni a largo plazo, sino que la prorroga un período anual, tras el que habrá de replantearse, de nuevo, un futuro más duradero”. Queda claro, pues, que la Junta de Andalucía ha abonado a la Sinfónica una parte de los atrasos, lo que no significa la solución a la asfixia crónica que padece.
