“El éxito es disfrutar del camino”
Carmen Martínez Sánchez es doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla y licenciada en Ciencias de la Información por la Complutense. Especializada en los ámbitos de Relaciones Públicas y Protocolo, Comunicación Institucional y Marketing Político, así como en Protocolo Deportivo, en 2017 publicó su última obra, Pon Rumbo a tu Libertad, que representa su incursión literaria en el ámbito del crecimiento personal y el liderazgo. “Con ella animo a los lectores a ver este viejo mundo con ojos nuevos llenos de ilusión, alegría y amor. Defiendo el derecho al libre albedrío y al desarrollo individual, y muestro un camino, marcado por mis conocimientos y experiencias, para ayudar a otras personas a conseguir mayor bienestar, serenidad y paz interior”, explica la autora.
Explíquenos, ¿qué encontrarán los lectores en Pon Rumbo a tu Libertad?
Pon Rumbo a tu Libertad es el fruto de una buena decisión y del esfuerzo llevado a cabo durante este proceso de creación tan gratificante que me ha permitido acabar con numerosos bloqueos mentales y emocionales. Continúo rompiendo moldes en mi vida y, por fin, estoy haciendo realidad un sueño que me va a permitir compartir mi mensaje de superación con todos los lectores que se acerquen a este libro, un canto a la libertad con el que pretendo sembrar semillas de amor y esperanza por todo el mundo, que encierra un mensaje muy simple: SI QUIERES, PUEDES.
Estoy absolutamente convencida de que somos responsables de la mayor parte de las cosas que nos ocurren y que para conseguir RESULTADOS hay que olvidarse de las excusas. Y ese es un OBJETIVO de este libro. Quiero mostrar que otra vida es posible, que no tenemos que resignarnos, que sí se puede, que es fundamental abrir los ojos del corazón e iniciar el viaje soñado hacia la libertad.
Si yo cambio, todo cambia. Cuando otros nos dicen: “es que yo soy yo y mi circunstancia”, en realidad lo que nos están manifestando es su convicción -la de ellos, que no tiene por qué coincidir con la nuestra- de que todo lo que les sucede no depende de ellos; que él o ella no son responsables porque las circunstancias que les rodean también han influido en el resultado final de sus vidas. Pues bien, en lugar de buscar una excusa y decir “no puedo modificar mi entorno y, por lo tanto, es imposible cambiar mi vida”, por qué no nos lo planteamos al revés: si actúo sobre mi “yo”, si yo cambio, podré alterar mis circunstancias, aquello que depende de mí y entonces obtendré otros resultados. Si yo cambio, mi vida cambiará.
Es una simple variación de perspectiva. No necesitamos hacer nada ahí fuera. La mejor manera de transformar nuestra vida está en nosotros, en nuestra alma. Para mejorar, hay que empezar por cambiar nosotros, tenemos que querer progresar y rebelarnos contra las circunstancias. No deleguemos en nadie nuestra propia sanación. Somos los únicos responsables de luchar para alcanzar la paz interior, transformar lo que nos rodea y hacer de este mundo un lugar más saludable donde vivir. Porque lo mejor que podemos hacer para ayudar al mundo es empezar por nosotros. Si te salvas a ti, salvarás al mundo. Y si todos pensáramos así, sin importar nuestra creencia, raza o religión, esta vida que conocemos, y que a veces no respetamos, sería un lugar mejor, en el que viviríamos en armonía y que se convertiría en nuestro legado más preciado para las generaciones futuras.
¿Cómo surge este libro?
Pon rumbo a tu Libertad ha surgido tras la mentoría que he realizado en 2017 con Laín García Calvo, autor de La Voz de tu Alma, el líder más influyente en materia de crecimiento personal y liderazgo en habla hispana y creador del evento intensivo ¡Vuélvete imparable! Esta mentoría ha sido el impulso que necesitaba para llevar a cabo un sueño largamente deseado.
En el libro analiza las claves para que el ser humano consiga su libertad. ¿Qué puede decirnos de ello?
La libertad es un derecho humano básico. Mi lema es “Vive y deja vivir”. Hay que luchar por la libertad, que nadie nos diga cómo tenemos que ser libres, cómo debemos vivir nuestras vidas. Hay que tomar las riendas y convertirnos en nuestro propio capitán o capitana, ser el timón de nuestro barco. Que nadie decida por nosotros, siempre desde el respeto a los demás, por supuesto.
Somos personas libres, responsables de nuestras decisiones y actos. No debemos cargar con mochilas ajenas ni descargar la responsabilidad de nuestros hechos en otras personas. Hay que hacer uso del libre albedrío y dar sin esperar nada a cambio. El universo ya se encargará de devolvernos lo que entreguemos al mundo. El amor con amor se paga, el perdón con perdón se paga.
Debemos actuar cada día con la conciencia tranquila de que lo hacemos guiados por valores como justicia social, libertad, igualdad, responsabilidad, integridad, respeto, lealtad con uno mismo y con los demás, honestidad, tolerancia, agradecimiento o gratitud, amor y solidaridad.
«Me defino como escritora de vocación, periodista de formación y funcionaria de profesión»
¿Cómo se ha desarrollado el proceso de elaboración del libro?
Como antes he comentado, me denomino escritora-emprendedora y puedo considerarme una emprendedora social porque el objetivo final de este libro es aportar valor para lograr un cambio positivo en nuestra sociedad. El proceso no es fácil y no me refiero a la redacción del libro, sino al proceso de autopublicación, promoción y comercialización. Cuando se opta por lanzar un producto con los propios medios económicos, sin el respaldo de una editorial, hay que tener muy claro que conseguir el éxito será una carrera de fondo para el autor. Sin duda, para mejorar las ventas, la clave radica en la actitud y, para ello, hay que tener voluntad de hierro, paciencia infinita y la autoestima a prueba de bombas. Cada día hay que levantarse con el firme propósito de avanzar, dar un pasito más. Es duro echarse el libro al bolso y recorrer las distribuidoras y las librerías para intentar poner tu obra a la venta. A veces, el desánimo hace mella, pero mi determinación es más fuerte y por cada NO mi alma se rebela y me dice que hay un SÍ enorme en mi futuro. El camino del éxito comienza por un pequeño paso y yo ya he subido el primer peldaño de esa escalera hacia lo más alto del universo.
¿Podría hablarnos del estilo del libro y la acogida que ha tenido hasta el momento?
Lo que escribo sale del corazón y, por tanto, espero que llegue directamente al alma de los lectores y las lectoras para ayudarles a transformar sus vidas. Pretendo transmitir armonía, equilibrio y paz, mediante mensajes claros y sencillos, pero a la vez profundos porque hacen reflexionar sobre la propia existencia. Quiero provocar un sentimiento, una reacción, una puesta en acción, un cambio, un resultado positivo. Algunas personas me han dicho que ríen y lloran a la vez cuando lo leen, y eso para mí es muy importante.
Estoy entusiasmada con la respuesta de los lectores. Personalmente o a través de las redes sociales, me están llegando opiniones muy positivas de las cientos de personas que ya han podido disfrutar con la lectura de Pon Rumbo a tu Libertad. Que una persona que sufre depresión me diga que, por fin, ha podido ver un poco de luz al final del túnel es algo muy valioso para mí y, sobre todo, para ella. Es evidente que hoy día, gracias a las redes sociales, podemos llegar al último rincón del mundo con nuestros mensajes. No obstante, el trabajo es duro y dedico mucho esfuerzo, tiempo y dinero a la promoción. Pero la ilusión es tan grande que estoy convencida de que podré seguir ayudando a miles de personas a levantarse cada mañana con el objetivo de disfrutar de una vida más plena y ser más felices.
¿Una parte de los beneficios obtenidos con la venta de este libro será donada a una ONG?
Ayudar a otras personas es el objetivo último de Pon Rumbo a tu Libertad, y la manera más directa es donar parte de los beneficios a una organización sin ánimo de lucro. En concreto, he decidido contribuir con una ONG que trabaja con niños y niñas de todo el mundo. Es una pequeña aportación para mejorar la vida de los más vulnerables.
A lo largo de su trayectoria ha investigado en el ámbito del liderazgo y el crecimiento personal. ¿Qué conclusiones ha extraído?
Yo abogo por un liderazgo sosegado, apacible, que cuente con el valor del equipo y en el que cada persona aporte la máxima calidad con sus acciones, para alcanzar la excelencia del conjunto. Decía Eduardo Galeano (tomando las palabras del cineasta, director y actor argentino Fernando Birri): ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar. Pues yo camino hacia la utopía, para cumplir mis sueños y hacerlos realidad. Creo en el desarrollo individual de la persona basada en la confianza de la fuerza interior. Nos merecemos ser felices y no necesitamos la aprobación de los demás para conseguirlo. En la vida hay retos y oportunidades, no problemas. Hay que enfocarse siempre hacia la victoria final. “La esperanza es el sueño del hombre despierto”, para Aristóteles. Hay que decidir cada día ser feliz. Todo es posible, un mundo mejor es posible. Y podemos conseguirlo a través del despertar de la conciencia individual y de la participación silenciosa y comprometida, rebelándonos contra las injusticias y las desigualdades.
¿Qué recomendaría a una persona para realizarse personalmente?
En primer lugar, que haga un análisis de su momento vital. Al igual que necesitamos ir al médico para conocer el diagnóstico de una posible enfermedad y después tomar el tratamiento que nos puede curar, así debemos hacer con nuestra propia existencia. En segundo lugar, debemos pararnos, no dejarnos llevar por las prisas de esta sociedad acelerada, respirar profundamente, meditar sobre la vida que estamos llevando. Si nos satisface, adelante; si no, hay que cambiar el rumbo, tomar otras decisiones que nos lleven a un mejor resultado.
¿Somos víctimas o rebeldes? ¿Ponemos excusas o queremos resultados? ¿Nos dejamos llevar por las circunstancias o tomamos las riendas de nuestra vida para transformarla? Estamos decidiendo a cada momento, por eso es tan importante reflexionar y mirar bien el camino que queremos seguir.
“Apuesto por un mundo de colores en el que el protagonista de la película soy yo”
Desde su punto de vista, ¿qué es el éxito?
El éxito es disfrutar del camino. La felicidad está en el progreso. Y eso va a depender mucho de la actitud con la que afrontemos vivir el día a día. No es lo mismo levantarse y decidir disfrutar del día plenamente, con un positivismo realista, con alegría, con pasión, con amor hacia uno mismo y hacia los demás, que hacerlo pensando que el mundo está contra nosotros y que esto es un valle de lágrimas que hay que recorrer a duras penas, con el ánimo por los suelos. Yo apuesto por un mundo de colores en el que el protagonista de la película soy yo y, desde mi felicidad interior, voy a aportar al mundo un poquito de buen ser, estar y hacer.
Como escritora, ¿en qué punto se encuentra el sector editorial?
Como escritora-emprendedora, que ha autopublicado su primer libro, casi no tengo conocimiento de causa para opinar sobre el sector editorial. He financiado mi propio proyecto, tengo mi producto y he de comercializarlo de manera autónoma. De momento, solo puedo decir que es bastante difícil entrar en la rueda de la vida del mundo editorial y de la distribución de libros.
Finalmente, ¿podría hablarnos de sus proyectos a corto y largo plazo?
Me defino como escritora de vocación, periodista de formación y funcionaria de profesión, así que tengo muchos retos en cada una de las facetas de mi vida. A largo plazo, me gustaría dedicarme a escribir novelas, creo que será mi camino. A corto plazo, puedo anunciar que Pon Rumbo a tu Libertad forma parte de una saga denominada Bonjour la Vie!, de la que restan por publicar la segunda y tercera entrega, y con la que he decidido adentrarme en el estudio de tres conceptos universales: LIBERTAD, IGUALDAD Y AMOR. Espero que el cariño que he depositado en cada palabra de Pon Rumbo a tu Libertad cale en el corazón de los lectores y las lectoras y les ayude a coger el timón de sus vidas, para alcanzar aquel sueño que está anclado dentro de sus corazones y que grita por salir para ser cumplido. ¡Muchas gracias!
Sobre Carmen Martínez
Funcionaria de la Administración autonómica andaluza desde 1984, Carmen Martínez ha desempeñado durante los últimos veinticinco años diferentes puestos de trabajo como asesora parlamentaria, jefa de prensa, responsable de protocolo y colaboradora en la organización de eventos públicos oficiales.
Con 19 años aprobó sus primeras oposiciones en la Junta de Andalucía y ahí comenzó su carrera administrativa. “Puedo decir que soy una persona afortunada y privilegiada, que lo tiene casi todo en esta vida: amor, un buen trabajo, una gran familia, suficiente dinero. Pero debo reconocer que mi proyecto de vida estaba estacando, quizá había alcanzado el límite de mi incompetencia, como decía Laurence J. Peter (principio de Peter); o simplemente no tenía un propósito claro. O como dice mi mentor, Laín García Calvo, “había llegado el momento de dejar de brillar en luz ajena”. Dejar de escribir para otros y crear mis propias producciones, confiesa Carmen.
Precisamente, esta sensación le llevó a convertirse en una escritora-emprendedora que quiere hacer de la literatura su forma de vida. “Yo diría de la escritura porque la lectura ya forma parte de mis hábitos desde que era niña. A raíz de esta maravillosa experiencia, inicio una nueva etapa cargada de ilusiones y proyectos”, revela.
Durante más de dos décadas se ha dedicado profesionalmente al discurso político. “Ha sido una etapa maravillosa en la que, además, he publicado otros ensayos”, revela. En 2009 consiguió el Premio Blas Infante de Estudio e Investigación sobre Administración y Gestión Pública, otorgado por el Instituto Andaluz de Administración Pública (IAAP) de la Junta de Andalucía, con el trabajo “El protocolo como herramienta estratégica de comunicación. Una constante histórica y estudio de casos actuales” (goo.gl/ULMJR1), publicado por el IAAP en 2010. Además, ha participado con su artículo “Protocolo y Comunicación” en la obra colectiva “La dinámica periodística. Perspectiva, contexto, método y técnicas” (Sevilla, 2010), dirigida por Ramón Reig García, catedrático de Estructura de la Información de la Universidad de Sevilla. También ha colaborado como ponente invitada en el Seminario de Protocolo del Máster en Comunicación Institucional y Política, dirigido por el Doctor Juan Luis Manfredi Mayoral, profesor titular del Departamento de Periodismo II de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla. Además, ha impartido el taller “Gabinetes de Prensa y Protocolo”, organizado el Departamento de Periodismo II de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, dentro de las Jornadas “Estudiar y ejercer la comunicación hoy” (2014). Y ha dirigido cursos y participado en diferentes jornadas sobre comunicación protocolaria organizadas por el Instituto Andaluz del Deporte de la Junta de Andalucía.
Carmen es una persona que pone en valor el trabajo en la sombra de todas aquellas personas que dan lo mejor de sí para que otros destaquen. Y para ilustrar esta afirmación, narra una anécdota que hay en el libro ¡Quiero ser como Zidane! “Trabajé durante cuatro años con el consejero de Gobernación de la Junta de Andalucía, Alfonso Perales (fallecido en 2006). Un día estaba repasando un discurso que habíamos preparado, para comparecer en el Pleno del Parlamento andaluz. Nos encontrábamos en la biblioteca de la sede parlamentaria y, en un momento determinado, levantó la cabeza, dejó los papeles, me miró muy serio y me dijo aproximadamente estas palabras: Doctora Martínez -nos daba sobrenombres a todos- ¿se ha dado cuenta de que para formar grandes equipos -como el Real Madrid-, para que todo funcione bien, los jugadores deben complementarse y hacer cada uno su trabajo a la perfección? Para que un jugador -como Zidane- brille con luz propia, tiene que haber otro compañero -como Makelele- que haga el trabajo duro, que corra, que recupere el balón y lo pase al jugador estrella para que marque gol, consiguiendo el objetivo final: que su equipo, el de todos, gane el partido. Cuando cada uno hace bien su trabajo, el que sale beneficiado es el conjunto. Pero para que uno luzca, otros que están detrás, que no son tan famosos, han de brillar en estrella ajena. “Quiero abogar por los Makeleles del mundo, que no se llevan los grandes titulares de las noticias pero que, sin ellos, sería mucho más difícil que otros marcasen goles y que su equipo ganase. Y creo que ha llegado el momento, a partir de ahora ¡yo quiero ser Zidane!”, concluye Carmen.
María Cano Rico
Millones de gracias por este magnífico trabajo y por permitirme acercarme a vuestr@s lector@s.