El futuro femenino de las materias STEM visto desde la Universidad
M. BEATRIZ MARTÍNEZ PABÓN. U-TAD
Cuando uno piensa en una clase de una carrera de ingeniería, probablemente se imagina un aula llena de alumnos que intentan entender al profesor, de los cuales la mayoría son chicos, habiendo en ella muy pocas alumnas. Si bien esto ha sido así tradicionalmente, el modelo educativo está sufriendo un cambio progresivo, que hace que estas diferencias se vean disminuidas conforme pasa el tiempo: poco a poco va aumentando la ratio de chicas en estas carreras, al igual que aumenta la cantidad de chicos en otras carreras en las que suelen predominar las mujeres y, aunque lentamente, se observa una tendencia hacia la ruptura de los cánones de género más clásicos.
Si bien aún quede bastante trecho para la homogeneización en algunos sectores, no hace falta irse al futuro para comprobar que existen muchas carreras dentro del mundo científico y tecnológico en las que las estudiantes femeninas pueden ser tanto o más numerosas que los masculinos. Y no solo en la rama de Ciencias de la Salud, en la que puede ser intuitivamente más esperado: también carreras más técnicas, como la Física o la Ingeniería Química, muestran ya desde hace años una gran paridad estadística en el número de alumnos y alumnas.
Dentro de las carreras STEM, existe un gran número de nuevos trayectos que han prosperado en los últimos años, lo cual es debido mayoritariamente a la revolución digital: desde la Ingeniería del Software hasta la Robótica, pasando por el mundo de la Ciencia Computacional, nos encontramos con un abanico de carreras que están despertando cada vez más la atención de aquellos que se plantean a qué van a dedicarse en un futuro. Dentro de estas carreras también existen áreas en las que predomina más un género que otro entre los alumnos, siendo el más abundante en estos casos el género masculino.
Si queremos suponer cómo será el futuro a medio plazo en las profesiones STEM, sin duda las mencionadas descompensaciones que existen actualmente en algunas de las carreras se trasladarán al mundo laboral. Sin embargo, la correspondencia entre unos estudios determinados y una profesión no es en ocasiones tan unívoco como muchos estudiantes creen: tanto en áreas de investigación académica como en el mundo empresarial, es muy frecuente encontrar profesionales con diferentes estudios aportando su contribución a un mismo proyecto. Además, la formación transversal y la interdisciplinariedad son valores que se fomentan hoy en día en el mundo laboral, por lo que es probable que haya diversos escenarios en los que la desproporción quede diluida por estos factores.
Cabe destacar también que, aun contando con profesionales de distintas carreras y trayectorias, hay algunos puestos de trabajo que son cubiertos en mucha mayor proporción por un género que por otro, independientemente de la formación. Al igual que ocurre con la elección de carrera universitaria, estas desproporciones podrían ir disminuyendo conforme pase el tiempo y vayan desapareciendo los estereotipos de género.
En definitiva, debemos seguir apostando por acercar las ciencias y la tecnología a las nuevas generaciones de chicas jóvenes que van a decidir su futuro profesional y, para ello, es importante transmitir las oportunidades laborales y las diversas posibilidades que estas carreras ofrecen, y que hoy día van mucho más allá del imaginario tradicional, con aplicaciones en los sectores más diversos. Estamos avanzando, pero debemos esforzarnos en mantener esta tendencia para que el día de mañana el talento femenino esté más presente en nuestras empresas e instituciones.
Beatriz Martínez Pabón
Profesora de Álgebra, Matemáticas y Física en el Doble Grado de Ingeniería del Software y Matemática Computacional del Centro Universitario U-tad