Austeridad y créditos

Mª Ángeles TejadaMª Ángeles Tejada

Estoy expectante ante la  ayuda de la UE de 100.000 millones de euros a la banca española, y que sirva para auxiliar en gran parte a  las pymes, así como a las emprendedoras y emprendedores de este país. Espero que después de tantos años de dificultad en nuestra liquidez, por fin y acudiendo a este “rescate” o “ayuda” como gusta llamarse, sirva para lo que debe servir, o sea para innovar y ayudar a las fuentes de creación de empleo.
 
No dejo de repetir que las únicas salidas a una crisis, siempre positiva porque nos hace crecer, son: priorizar el gasto, por tanto no dejar de gastar pero hacerlo con más criterio para que circule la economía y además de “ajustarnos el cinturón”- las mujeres ya tenemos la cintura algo más reducida, probablemente porque ya hemos adquirido el hábito de limitar y ponderar desde generaciones- y también: emprender e innovar, buscar nuevos productos, mercados y clientes, porque a eso se le llama emprendeduría.
 
Un ejemplo claro de esta vocación emprendedora y mesurada, la tenemos en una de las dirigentes femeninas que están contribuyendo a que el mundo recupere el sentido común. Me refiero a la africana Joyce Banda, presidenta de Malaui, que acaba de vender 60 Mercedes, su propio avión Falcon de Presidencia, “puedo viajar en líneas aéreas convencionales como todo el mundo”. ¿Qué les parece?, ¿podrían tomar nota algunos?
 
Y es que no hay otro camino. Cuando algo no funciona, debemos cambiarlo y si hay que gastar menos, pues es lo que toca, pero a menudo nos preocupamos demasiado de mantener lo superfluo obviando las cosas realmente importantes. Se dice también que estamos viviendo en una crisis de valores… pues claro que sí, y no tanto porque la gente se haga el distraído y no ceda el asiento del bus a los jubilados, esto es sólo un efecto, la causa está en la educación.
 
Los valores definen un carácter que, a su vez, se genera con los hábitos y éstos dependen de lo que se piensa, se hace y del ejemplo que recibimos, principalmente en casa. Antes existía una forma de hacer las cosas, en mi época, a este tipo de educación se le llamaba la “urbanidad”, aprendíamos a comer, a respetar y otras habilidades, más o menos impuestas pero que se reproducían en nuestras familias y en las de los demás, porque estaban hasta regladas.
En el mundo empresarial también existen valores, y es que a la gente que se ayuda a sí misma, se la debe escuchar y ayudarla a conseguir sus objetivos. Este es un auténtico “valor” que ha prevalecido en el espíritu emprendedor hasta ahora. Lo que pasa es que en los últimos 30 años no se ha “educado” a la gente en este sentido, como tampoco lo fue en las reglas de comportamiento social, y al empresario se le mira como un aventurero en el mejor de los casos o como a alguien que se aprovecha de los demás, en vez de entenderlo como alguien que genera riqueza para todos y permite que sus colaboradores puedan desarrollar en equipo un proyecto común que beneficie a todos.
 
Los bancos podrán estar más tranquilos, si cumplen su razón de ser, prestando dinero a empresarias y empresarios, porque ellas/ellos a través de la capitalización de sus ideas, serán capaces de generar riqueza y empleo, lo que asegurará el mantenimiento de la propia banca y apoyará la producción de bienes y servicios. De esta forma todos saldremos ganando.
 
Mª Ángeles Tejada
Directora General de Randstad  Public Affaire y Presidenta de FIDEM

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