Hacia un avance real: Programa de Desarrollo para la Dirección, Mujer Ingeniera y Directiva

ANA ÁLVAREZ CASTRO

Recientemente hemos celebrado el 8M, el Día de la Mujer. Muchos piensan que es un tema superado porque creemos en la meritocracia ante todo e incluso puede parecernos que es aburrido, pero déjenme que les comparta algunas reflexiones para analizar el estado de la situación:

En España se gradúan cada año en las universidades más mujeres que hombres, el 54% de los graduados son mujeres y el 46% son hombres. Hoy en día todos pensamos que la capacidad de dirigir proyectos o empresas es la misma en hombres y mujeres. Aparentemente pensamos que el talento se divide, podríamos decir al 50%. Sin embargo, los datos nos indican que solo un 34% de mujeres ocupan puestos de dirección, lo que significa que un 66% lo ocupan hombres, y solo un 16% son puestos de alta dirección ocupados por mujeres.

Por otra parte, es necesario reconocer el esfuerzo realizado en España por las empresas, que ha mejorado un 7% en los dos últimos años, pasando de un 27% de mujeres que ocupan puestos de dirección a un 34%. Aunque nos parezca sorprendente, somos el segundo país del mundo con mujeres en puestos de dirección por delante de EE. UU. o Alemania. En España algo estamos haciendo bien.

Por otra parte, en todos los planes de la Unión Europea oímos hablar del futuro del trabajo y de la necesidad de perfiles digitales y tecnológicos. Estamos en la Cuarta Revolución Industrial y los perfiles STEM (science, technology, engineering y mathematics) son los más demandados.

Cuando nos fijamos en los datos STEM, observamos que existen grandes desigualdades y, muy en concreto, en los de Ingeniería y Arquitectura.  Según el informe Datos y Cifras del Sistema Universitario Español, 2019-2020, elaborado por el Ministerio de Universidades, en el curso 2019-2020 la presencia femenina en las aulas de Ingeniería y Arquitectura se ha reducido hasta el 24,8%, 34,2 puntos por debajo de la media nacional.

Asimismo, el consejo estratégico subraya la caída de nuevas matriculaciones en estas titulaciones durante los últimos años -un 26% en hombres y un 33% en mujeres- a pesar de la necesidad de perfiles técnicos, ingenieros, físicos, químicos o matemáticos. Y recuerda que en 2017 solo un 2,9% de los ocupados en España trabajaban en labores digitales y que de ese porcentaje menos del 20% eran mujeres.

Concluimos de todo lo anterior que en España tenemos un 54% de graduadas universitarias; de ellas, un 24,8% son ingenieras y arquitectas, un 34% son puestos de dirección y un 16% de alta dirección. Cuando vamos subiendo en la pirámide, el porcentaje disminuye. Adicionalmente, de acuerdo con datos de la CNMV, solo un 27% son consejeras de empresas del IBEX 35.

Es cierto que en España hacemos las cosas bien, pero queda mucho camino por recorrer. Los datos de contratación de hombres y mujeres ingenieras en las grandes empresas son muy similares; sin embargo, observamos que al subir en la pirámide los porcentajes disminuyen. Si a esto le añadimos que la muestra de la base de la pirámide es muy reducida, se pone de relevancia que, o generamos herramientas que faciliten y aceleren el acceso de ingenieras a puestos de responsabilidad o cada vez será más difícil que los ocupen.

A mi entender, hay dos formas para intentar impulsar la presencia de ingenieras en empresas para aumentar la muestra de la base de la pirámide:

La más obvia, es impactar directamente en la infancia y adolescencia y motivar e interesar a las niñas, fomentando las vocaciones en estos grados. Si analizamos por qué las niñas no estudian ingenierías, muchos estudios destacan como uno de los factores clave, la inseguridad generada por la educación y las barreras culturales en las niñas de seis-siete años y el temor a elegir grados históricamente masculinizados. Es difícil de entender, pero cada año menos mujeres ingresan en grados técnicos.

La primera solución, por tanto, sería promocionar y difundir las oportunidades que la ingeniería, la tecnología, las ciencias y las matemáticas suponen para el desarrollo profesional de las niñas y mujeres y, en general, de la juventud española, así como promocionar la igualdad de género en las áreas de la ingeniería, la tecnología, las ciencias y las matemáticas en los ámbitos educativos.

La segunda reflexión es la de impactar directamente en las empresas ayudando a estas a generar las condiciones adecuadas para que se produzca una igualdad de oportunidades real y, entre otras condiciones, se generen herramientas que faciliten el acceso de ingenieras a puestos de responsabilidad.

Además, numerosos estudios han demostrado que equipos directivos que no están formados exclusivamente por hombres ayudan a la rentabilidad empresarial. Las compañías que aplican medidas que favorecen el liderazgo femenino han crecido por encima del 5%. Se demuestra que contar con planes de igualdad y con políticas que formalicen la visión diversa ayuda a catapultar a más mujeres directivas.

Adicionalmente, según estudios de la OIT, los consejos de administración que cuentan con un 30-39% de representación femenina tienen un 18,5% más de probabilidades de mejorar sus resultados comerciales.

Ante esta situación, no podemos quedarnos de brazos cruzados, debemos contribuir para que se produzca un avance real. La Universidad Nebrija ha entendido esta realidad y ha puesto en marcha el Programa de Desarrollo para la Dirección, Mujer Ingeniera y Directiva que contempla, como principal objetivo, acelerar la carrera profesional de mujeres ingenieras para que puedan acceder a puestos de dirección. Pero, ¿por qué mujeres ingenieras?

De partida, no contamos con muchas mujeres Ingenieras Directivas, hay muy pocos referentes femeninos y las que han llegado ahí las vemos como supermujeres, difíciles de alcanzar.

Hay que reconocer que, educacionalmente, hombres y mujeres somos distintos, consecuencia de lo que hemos visto en nuestras familias (simplemente costumbres habituales) hasta lo vivido en el colegio. Como resultado de esa educación y de nuestras destrezas naturales, hombres y mujeres desarrollamos habilidades blandas distintas.

La mujer está muy enfocada al logro y al desempeño. Piensa que con obtener excelentes resultados va a escalar a puestos de dirección. Pero no es así, mientras tanto el hombre está en la estrategia, en las presentaciones y en las reuniones y son los que promocionan. Es bastante razonable que sean los hombres quienes promocionen a puestos de responsabilidad. ¡Son visibles!

Asimismo, en muchos casos, la propia mujer renuncia a adquirir puestos de mayor responsabilidad, especialmente en la época que tienen hijos pequeños, debido a que su cuidado recae principalmente en ellas. Y este cuidado que asumen ellas, y no sus parejas, hace que renuncien a puestos de responsabilidad que, seguramente, implican horarios más extensos o viajes. También son ellas las que mayoritariamente se dedican al cuidado de los mayores.

El Programa de Desarrollo para la Dirección Mujer Ingeniera y Directiva, se centra en la realidad actual: trabajamos y nos movemos en todas las facetas de nuestra vida en un entorno VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) y vivimos una revolución tecnológica basada en la transición hacia sistemas construidos sobre infraestructuras digitales. En esta situación, las ingenieras tienen una mejor formación de grado para asumir puestos de dirección en el actual entorno digital y tecnológico. Sin embargo, debido a esas distintas habilidades que adquirimos en nuestra infancia y adolescencia, que comentaba con anterioridad, las ingenieras necesitan reforzar algunas de ellas para que se produzca el cambio de actitud necesaria, como lo son la autoconfianza, el liderazgo, la marca personal, el trabajo en equipo… Es decir, necesitan potenciar todas aquellas habilidades que la ayudarán a ser visible dentro de su organización.

Necesitan adquirir conocimientos de gestión que les permitan tener una visión global de la empresa y de las últimas técnicas del management y tecnologías avanzadas y estrategia de datos para el crecimiento o mejor toma de decisiones en la disrupción digital.

El Programa, dirigido a 25 ingenieras de diferentes empresas, cuenta con cuatro módulos que se extenderán de abril a octubre: Excelencia en la gestión operativa, Skills for the future: digital & leadership skills, Best practices y las clases magistrales impartidas por mujeres referentes en puestos de dirección. En total, la formación integra 284 horas con metodología blended learning y con un proceso de coaching asociado. Totalmente compatible con la actividad profesional ya que cuenta con un formato que garantiza el seguimiento y la consecución de este proceso de transformación.

El Programa de la Universidad Nebrija quiere cambiar la realidad de esa falta de referentes femeninos y de estrategias de dirección específicas para ingenieras incluyendo Masterclass de Ingenieras de la Alta Dirección de las Empresas participantes. Suficientes referentes como para demostrar que llegar es posible.

Y cuenta con un gran respaldo, la Fundación Talgo, que se vincula a esta iniciativa, siendo la primera organización en respaldarla e incorporarla al plan de formación interna del Grupo. Detrás de Talgo, se han ido sumando otras empresas.

Desde hace siete años, la Fundación Talgo presenta un férreo compromiso con una formación de calidad en aras de alcanzar, además de la integración social y cultural, la igualdad de género. Gabriel Novela, director gerente de la Fundación Talgo, destaca que “es necesario que sigamos innovando y buscando aquellos proyectos que nos ayuden a ser mejores como personas y como profesionales”. Novela añade: “Siempre se puede mejorar y lo mejor para ello es hacerlo con aquellas organizaciones e instituciones que nos ayuden a alcanzar nuestro compromiso con la sociedad que, en este caso, se trata alcanzar una plena igualdad de género mediante una educación de calidad”.

Amadrina el Programa de Formación una gran referente, la Consejera de Talgo, Maria Luisa Poncela, con una trayectoria muy amplia tanto en el sector público como en el privado. Ha sido secretaria de Estado de Comercio, secretaria General de Ciencia e Innovación y en puestos de alta dirección en Abbot y en RENFE, entre otros.

El objetivo de esta formación es instar a las ingenieras de diferentes empresas a asumir responsabilidades gerenciales de cualquier tipo y dimensión, con una perspectiva de formación multidisciplinar, fortaleciendo los conceptos de compromiso, esfuerzo y responsabilidad y aportándoles una visión global de la empresa, inmersa en un tiempo de revolución digital.

Los objetivos específicos se concentran en cinco claves:

  1. Facilitar la adquisición y desarrollo de competencias y habilidades directivas de aplicación práctica, para generar un liderazgo consciente y responsable y los conocimientos de gestión que les permitan identificar las necesidades específicas de la organización y ofrecer diagnósticos acertados y soluciones válidas. Entre las habilidades que se fortalecen están la autoconfianza, el liderazgo, el trabajo en equipo, las presentaciones en público… potenciando todas aquellas competencias que la ayudarán a ser visible dentro de su organización y, muy en concreto, la marca personal, en las que se les enseña a trazar una estrategia estructurada que les permite sacar a la superficie lo mejor de ellas mismas para mostrarlo a los demás.
  2. Enriquecer el desarrollo personal y profesional, potenciando el trabajo en equipo y la interrelación entre las participantes. Compartir experiencias personales y observar que otras ingenieras en puestos similares de distintos sectores están en situación muy similar a la de una fortalece la identificación y la cohesión del grupo. Se trabaja el No Estoy Sola, generando una mayor autoconfianza.
  3. Focalizar en la visión estratégica y encontrar patrones y tendencias para comprender el papel clave de la tecnología en la empresa y la sociedad del futuro, entendiendo las claves de estos cambios como consecuencia de la disrupción tecnológica. De la misma manera, se pone el foco en la innovación y creatividad, como ejes esenciales para la generación de oportunidades, el diseño de mejoras y el conocimiento en detalle cómo se están transformando los negocios de los distintos sectores de la economía.
  4. Entablar contacto con ingenieras con alto potencial en puestos cercanos a la dirección que en un futuro corto pueden desempeñar cargos de responsabilidad en las empresas, enriqueciéndose de la puesta en común, así como conocer y aprender de ingenieras referentes en puestos de Alta Dirección con las que van a reflexionar sobre los nuevos estilos de dirección orientados a la mejora de sus resultados y al cambio y también sobre los distintos estilos de liderazgo. La mujer es un líder generoso, que sabe controlar su estrés y el de la organización; es un líder adaptativo, capaz de ver distintas realidades y adaptarse al contexto, somos más intuitivas e inteligentes emocionalmente; es un líder grupal que consigue el compromiso activo del equipo, trabaja la comunicación y la influencia en su equipo.
  1. Desmitificar las limitaciones del ámbito familiar: es posible conciliar y compatibilizarlo con un mando directivo. Las mujeres nos ponemos nuestras propias limitaciones, muchas no queremos acceder a puestos de responsabilidad porque pensamos que tenemos que quitar tiempo a nuestra familia y dedicarle tiempo informal al trabajo como inversión, como es salir a cenar con clientes. Hoy en día, en que el cambio dirige nuestras vidas, debemos saber que existen nuevos estilos de dirección diferentes a los anteriores y que estos son posibles. Las ingenieras referentes incluidas en el Programa nos lo muestran.

El programa se redondea con un proceso de coaching individual para cada participante. La Universidad Nebrija pondrá a disposición de cada participante una experta en coaching que ayude a enfocar la capacidad directiva de las participantes. Para cada participante se marcarán las áreas de mejora y se establecerá un plan personal con el seguimiento del experto.

El coaching es un modelo que tiene la finalidad de desarrollar el potencial de las personas, de forma metódica estructurada y eficaz. Se centra en las posibilidades del futuro, no en los errores del pasado ni en el rendimiento actual. Se enfoca la capacidad de liderazgo de las participantes, se establecen las áreas de mejora y el plan de desarrollo personal. Las sesiones de coaching personalizado o desarrollo directivo abordan situaciones de ayuda o desarrollo del potencial. Las razones de intervención más habituales suelen ser: toma de decisiones, conflictos, estrés, búsqueda de recursos, desarrollo de competencias, apoyo a promociones, etc.

Pero estos no son los únicos aspectos diferenciales del Programa de Desarrollo para la Dirección, Mujer Ingeniera y Directiva. Se trata de un proyecto que fomenta la diversidad, la inclusión, la integración social y la igualdad de oportunidades.

En la situación actual que las grandes empresas trabajan en su mayoría por la sostenibilidad y en la Agenda 2030, este programa de transformación contribuye a tres ODS: el ODS 5 “Lograr la Igualdad de Género y Empoderar a Mujeres y Niñas”; El ODS 4 “Proporcionar una Educación de Calidad” y el ODS 17: “Alianzas para lograr objetivos”, en este caso, la participación de ingenieras de distintas empresas con un mismo objetivo.

Existen otros programas de formación para para el impulso de la Mujer a la Dirección, pero ninguno específico para Ingenieras, es una propuesta de valor.

Se creará una red de networking de ingenieras compartiendo experiencias que el día de mañana serán referentes y que como gestoras de empresas crearán las condiciones necesarias para que haya un avance real hacia la igualdad de oportunidades y la distribución del talento en las organizaciones.

Poco a poco iremos avanzando.  Hubo un tiempo en que nuestras madres nos decían: “cásate con un ingeniero, que es un buen partido” y, afortunadamente, gracias a las políticas de igualdad de oportunidades y de género implementadas por las empresas y a este tipo de programas de aceleración llegará un día en que las madres digan a sus hijos varones: “Cásate con una Ingeniera”.

Ustedes lo saben, esto no ocurrirá nunca… porque ya habremos cambiado.

Ana Álvarez Castro

Directora de Innovación y Producto de la Universidad Nebrija

Directora del Área STEM de AMMDE (Asociación Multisectorial de Mujeres Directivas y Empresarias)

 

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