¡Voz de mando!

Mónica Urgoiti ArísteguiMónica Urgoiti Arístegui

Esto es una abuela que le pregunta a su nieta: -¿Tú de mayor, cielo, quieres ser médico como papá?. -¡No abuelita, yo voy a ser piloto de caza como mamá! Esto que forma parte de lo irónico de mi imaginación ilustra perfectamente lo que está ocurriendo hoy día en el ejército y en los cuerpos de seguridad españoles.
 
Este mes de octubre hemos querido rendir un homenaje a las mujeres uniformadas, aquellas mujeres cuyos trabajos hacen nuestras vidas algo más seguras. Mujeres de bandera. Lejos de comentar episodios como los vividos en Melilla, que son censurables por si mismos (y suceden más a menudo de lo que se publican), nos centraremos en la mujer que viste de uniforme, como madres, mujeres y compañeras. Este verano he tenido la fortuna de conocer a dos mujeres militares, una de alta graduación (Paloma) y otra, soldado raso (Fátima); ambas hablaban del ejército con verdadero orgullo. Las anécdotas, las experiencias que me contaron hicieron que fuera fraguándose en mi cabeza de periodista, que no cuelga el cartel de cerrado por vacaciones, la idea de acercar la labor de este “gremio” a la sociedad.
 
En el especial “Mujer y Uniforme” hemos podido contar con la inestimable participación de la Ministra de Defensa Carme Chacón, primera mujer al frente de un ministerio de tradición masculina; que ella defiende con voz de mando y sin que le tiemble el pulso a pesar de las criticas que inicialmente recibió. Hoy nadie pone en duda su buen quehacer en el cargo. Las palabras de Belén Caballud, del Observatorio de la Mujer, nos da una visión muy interesante de la mujer en misiones de paz.
 
Pero quiero agradecer de manera especial la disposición de los compañeros de prensa de los tres cuerpos, Ejército (Verónica), Policía Nacional (Marcos) y Guardia Civil (Fran y Guillermo). Desde el primer momento que les planteamos el reportaje, se volcaron, nos dieron todo tipo de facilidades y sin ellos no hubiéramos podido lograrlo. Espero que al leer este otoñal número de octubre os pase como a mí, el descubrir una versión completamente distinta de estas mujeres (y hombres) que dedican sus horas de trabajo a preservar y cuidar de nosotros y del orden público. En sus “empresas” tienen los mismos problemas y ventajas que cualquier trabajador@ del sector que sea. Conciliación, igualdad, oportunidades de ascensos,(…) La única diferencia que he visto en ellas, en estas mujeres con uniforme, es el orgullo a boca llena de los colores que visten. He desmitificado el viejo mito del guardia civil recaudador, del policía nacional con cara de pocos amigos. Ahora cuando vea una patrulla de la guardia civil veré en él a Noelia. En un tanque del ejército, a Maite. Y en una “lechera” de la Policía Nacional, a Anabelén. Mujeres, madres y uniforme. Y su trabajo les hace especiales y por eso se merecen este número especial.
 
No quiero romper filas sin dar un abrazo muy fuerte a todos aquellos soldados, policías y guardias civiles que por desempeño de su trabajo han muerto en acto de servicio. Desde Mi Rincón, gracias!
 
Mónica Urgoiti Arístegui

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