Viajar en coche en verano

Durante el periodo estival, aumentan los traslados en coche. Las condiciones climáticas unido al crecimiento de la presencia de vehículos en la carretera, hace que, muchas veces, el viaje se convierta en algo tedioso y complicado. Desde HTMBoxes, centro del bricolaje del automóvil, se detallan las claves que hay que tener en cuenta para que el viaje sea una fase más de disfrute de las vacaciones.

Climatizador sí, pero con unas condiciones

Sin duda, uno de los factores que hacen más complicado el viaje en coche en verano, es la temperatura. Los termómetros alcanzan niveles máximos en estas fechas por lo que el trayecto se hace más pesado. El aire climatizado es el aliado perfecto en esta situación. Sin embargo, tal y como se advierte desde HTMBoxes, se deben tener en cuenta una serie de consideraciones. “No se debe mantener una temperatura excesivamente baja durante todo el trayecto”, comentan desde el centro, a lo que añaden “los cambios demasiado drásticos no son nada positivos, pueden provocar lesiones y dolores, además, de la posibilidad de acatarrarse”. Por este motivo, lo ideal es mantener una temperatura suave dentro del coche, de unos 24 grados. Por otro lado, cuando se entre en un coche que ha estado al sol, se puede ayudar al sistema de climatización, si durante uno o dos kilómetros se conduce con las ventanas abiertas, al objeto de que el aire caliente del interior se renueve con el aire del exterior.

No esperar a que salgan todos

Las prisas nunca son buenas y menos, cuando se viaja en periodo vacacional. Por esto, es conveniente planificar bien el viaje y llegar con tiempo suficiente al destino, sin ataduras de tiempo. Además, hay que tener en cuenta las peores horas y días para iniciar o regresar del viaje. “A veces, salir un poco más tarde, hará que lleguemos antes. No hay prisa por llegar, ni por volver. Es mejor volver antes de que se acaben los días de descanso, que no esperar hasta el último momento. Esto, luego se agradece” afirman desde HTMBoxes.

Todo a punto

Por supuesto, el vehículo tiene que estar en perfectas condiciones, tanto si se va a realizar un desplazamiento corto como largo. En este sentido, es básico revisar los neumáticos, comprobar el dibujo, si existen deformaciones, la presión, etc. Por otro lado, otro de los elementos clave son los frenos. Es necesario comprobar el nivel de desgaste de las pastillas, y en líneas generales el estado que presenta el disco de freno. Dentro del compartimiento del motor se tendrán que ajustar los niveles de: aceite motor, líquido de dirección, refrigerante y limpiaparabrisas. Por otro lado, en cuanto a los dispositivos eléctricos se hará hincapié en el sistema de alumbrado y señalización. Así como las luces de la matrícula, entre otros elementos.

Equipaje a raya

El equipaje debe viajar en el espacio habilitado para ello, esto es, en el maletero y nunca en el interior del habitáculo de pasajeros. Sin embargo, muchas veces se hace necesario un espacio extra y más, en verano. En este punto es cuando se hace uso de bacas o remolques. Lo primordial es comprobar que los sistemas estén homologados y en buenas condiciones. En el caso de las bacas, hay que prestar especial atención a la nueva altura que adquiere el conjunto de coche más carga. Por otro lado, es importante tener en cuenta que cuando se lleva un remolque los límites de velocidad también varían.

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