Todos los días deberían ser 8 de marzo
Marzo. Mes de la mujer. Mes en el que se celebra el Día Internacional de la Mujer. Y mes de las notas de prensa, muchas, en las que igualdad y mujeres son las protagonistas. Notas de prensa que no llegan ni en abril, ni en junio, ni en diciembre… sólo en marzo. Y que sí, que está muy bien que haya un día en el año, un mes, en el que el mundo brinde por los logros históricos conseguidos por las mujeres y en el que recuerde cuáles son aún los retos a los que se enfrentan. Pero conseguir que el 8 de marzo deje de tener que celebrarse porque la igualdad real no sea un objetivo sino un hecho no es cosa de un día ni de un mes.
Porque mandar una nota de prensa en marzo es muy fácil, lo difícil es el día a día. Un día a día que en nuestro país se traduce en cifras como las aportadas por un estudio realizado por Informa D&B (Grupo CESCE) que afirma que sólo el 26% de las empresas españolas cumple la Ley de Igualdad, es decir, cuenta con más de un 40% de representación femenina en sus Consejos de Administración; que las compañías con al menos una mujer en su Consejo suponen el 32% y que solo en el 16% de las ocasiones el cargo de presidente tiene género femenino; que el 68% de las sociedades españolas no cuenta con mujeres directivas.
Pero hay más. Mucho más. Las mujeres apenas representan una media del 20% del total de escaños en Parlamentos y Senados; un 33% de las mujeres han sufrido violencia física o sexual; la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue sin disminuir del 16,4% en toda Europa; o las mujeres dedican el doble de tiempo o más que los hombres a las labores domésticas y a la prestación de cuidados en el hogar. Son sólo algunas de las muchas cifras que conviene recordar pero no sólo en marzo.
Por eso hoy, desde esta humilde ventana, quiero felicitar a todas esas mujeres que se levantan cada día con el firme propósito de cambiar estas cifras. A todas esas mujeres que desde asociaciones y federaciones de ámbito nacional de mujeres directivas, empresarias y profesionales, luchan por visibilizar el trabajo de las mujeres; a todas esas mujeres del medio rural que desde sus pequeñas grandes asociaciones trabajan por cambiar la realidad más cercana, su realidad; a todas esas organizaciones formadas por hombres y mujeres y que granito a granito, construyen la montaña de la igualdad los 365 días del año. A todas esas empresas que sí cumplen con la Ley de Igualdad y que lo hacen por convicción hacia la valía del liderazgo femenino. Cómo no, también feliz 8 de marzo a todas esas emprendedoras que se ponen el mundo por montera cada día, veces porque ha sido la única opción en un mercado laboral muy limitado en ofertas de trabajo, para hacer realidad un sueño personal creando empleo y riqueza mientras se reinventan a diario. Y por último, feliz 8 de marzo a todos aquellos y aquellas que un año más volverán a preguntar por qué un Día Internacional de la Mujer, para que nunca su entorno y su realidad sea el que le dé la respuesta.
Isabel García
