Reto #meatrevoconstories

Las emprendedoras somos muy conscientes del potencial que tienen las redes sociales -y en especial las opciones de vídeo como Facebook Live o Instagram Stories- para permitirnos conectar emocionalmente con nuestros seguidores y potenciales clientes. Sin embargo, no estamos aprovechando todo su potencial.

La barrera no es tanto tecnológica como emocional. Como mentora de emprendedores, yo misma era consciente de cómo mi miedo a grabarme en vídeo estaba frenando mi proyecto. Cansada de sentirme limitada, lancé el reto #meatrevoconstories: una iniciativa en la que más de 100 mujeres emprendedoras nos unimos para ayudarnos entre todas a superar nuestros miedos e inseguridades y atrevernos a dar a conocer nuestras marcas a través de la herramienta Stories de Instagram.

Esta iniciativa alentaba a crear en Instagram Stories, contenidos en vídeo relacionados con nuestra especialidad, bajo el hashtag #meatrevoconstories. A diario durante un mes fuimos progresivamente presentándonos como la cara visible detrás de nuestras marcas, mostrando los entresijos de nuestros proyectos, compartiendo conocimiento y, en definitiva, interaccionando de forma más cercana y auténtica con nuestros seguidores.

Esta continuidad en el tiempo nos permitió ir ganando soltura y confianza, además de posicionarnos como referentes en nuestras respectivas áreas de emprendimiento ante nuestras audiencias en Instagram. Como resultado añadido, aumentaron nuestras ventas y el número de suscriptores a nuestras bases de datos.

Además, el hecho de que las participantes en el reto compartiéramos esta dificultad inicial a la hora de ponernos delante de la cámara, creó un vínculo natural de apoyo y solidaridad entre nosotras. Esa conexión emocional propició numerosas sinergias profesionales e incluso la contratación de servicios o compra de productos de unas a otras. El aumento de la visibilidad fue exponencial, ya que nosotras mismas actuamos como prescriptoras de las demás ante nuestros seguidores, recomendándoles a éstos que siguieran sus cuentas de Instagram.

Tras esta experiencia, no solo hemos superado el miedo a ponernos delante de la cámara, sino que hemos cambiado la forma de hacer negocios en Instagram, donde a día de hoy es habitual vernos hablando de tú a tú con nuestros seguidores a través de vídeos en directo o en diferido y compartiendo con ellos nuestro conocimiento o información de su interés sobre nuestros productos y servicios.

En este sentido, como mentora de emprendedores y con la visión que mi profesión me da del área del emprendimiento, percibo cómo las emprendedoras que participaron activamente en este reto se han posicionado en cabeza de una de las tendencias más demandadas por el consumidor a día de hoy: que las marcas muestren autenticidad y transparencia en su comunicación con los usuarios.

Superado el reto inicial, estas emprendedoras han conseguido transformar su punto débil en su valor diferencial y, en el proceso, colocarse a la vanguardia en su industria.

Tania Lasanta 

Ph.D, investigadora y mentora de emprendedores

A través de sus workshops y programas de mentoring, ayuda a emprendedores a crear proyectos con corazón enfocados con cabeza

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