Susanna Cots desvela cómo el interiorismo se suma al modo slow

Cuanto más rápido vamos, más en auge se ponen las tendencias slow: slow cities, slow knowledge, slow food y también, slow design. En esta última disciplina encontramos a la interiorista catalana Susanna Cots que, aunque parezca imposible, afirma que se puede hacer slow design con prisas: “mi agenda es de vértigo y esto no me impide ser consciente del momento y vivirlo plenamente sin prisas y disfrutándolo. Slow no significa ser lentos”.

Esto, explica, le permite vivir de manera más consciente con su familia, su entorno y su trabajo, y ser más creativa. También influye en cómo organiza su día a día laboral y familiar, y se permite disfrutar de pequeños momentos como una tarde cocinando galletas con sus hijos o paseando por la tranquila playa cerca de casa.

Susanna Cots trabaja esta filosofía desde hace años y explica que “se trata de volver a las raíces, es decir, disfrutar del proceso de conceptualización a la velocidad que requiere cada proyecto y cada momento, para llegar a un futuro excitante”. En su estudio ubicado en uno de los 90 entornos slow del mundo, en el Empordà, la interiorista reflexiona sobre la importancia de trabajar “un diseño pensando primero en la gente y después en la comercialización, dando prioridad a lo local frente a lo global, revirtiendo así en la economía local, dando valor a la artesanía y la proximidad. Y como no, cuidando el medioambiente usando materiales naturales, ecológicos, reciclados, sostenibles y de comercio justo”.

Esta ‘cultura de la lentitud’ es la que lleva aplicando más de 15 años Susanna Cots en sus estudios del Empordà y Hong Kong, escogiendo materia prima de la zona en la que trabaja (por ejemplo, en China trabaja con la Paulownia –la madera más ecológica del mundo-), con proyectos que respetan el medio ambiente y que favorecen emociones libres de tóxicos y estrés.

“Diseñar y crear espacios bajo la filosofía slow hace que mi trabajo pase de ser una profesión a ser una reacción. Diseño para soñar, pensar y actuar pero también para que quienes disfrutan de esa estancia, vivienda u objeto sueñen, piensen y actúen. Es un diseño atemporal tanto física como emocional y culturalmente”, comenta la diseñadora.

Uno de los sellos de identidad del estudio de interiorismo de Susanna Cots son las emociones y cómo trabaja los espacios al margen de las tendencias. “El concepto slow design se adapta plenamente a i modus operandi porque permite crear ambientes que fomentan la interacción y el diálogo, de ahí, que sean espacios abiertos y conectados visual y emocionalmente. La fluidez se consigue gracias al poder de la luz, la distribución y el blanco como base de cualquier proceso creativo”. Esta filosofía aplicada a una casa, al hogar, da como resultado “estancias que invitan a apagar la televisión, a leer un libro, a disfrutar de la lluvia en familia y a momentos de complicidad únicos”, afirma Cots.

“Slow food y slow design tienen mucho que ver, ya que en ambos casos dedicas el tiempo necesario al cultivo (concepto) y a la cocción (desarrollo) para después disfrutar de la experiencia culinaria (espacio y/o objeto diseñado)”, explica Susanna Cots, interiorista catalana cuya alma de sus proyectos es esta filosofía slow.

Sobre Susanna Cots

Susanna Cots es una diseñadora de interiores catalana apasionada por los cambios que duran, por las metáforas que se entienden y por los contrastes que se hacen cómodos. Con más de quince años de experiencia, se ha hecho un lugar en el sector, con sede en Barcelona, Empordà (Girona), y delegación en Hong Kong. Su sello de identidad es el color blanco, el poder emocional de la luz y el confort visual que consigue diseñar gracias a la conexión de diseño y emociones.

Su trabajo ha sido reconocido en más de 30 países y está presente en diferentes universidades. Además, Susanna ha consolidado su carrera con el reconocimiento a través de prestigiosos premios como los IDEA Tops International Awards 2013, los SBID Awards de The Society of British Interior Design, en el ICFF New York, y en los premios FAD de Barcelona.