Tu marca personal necesita toda tu atención

El concepto de marca personal fue acuñado en Estados Unidos a finales del siglo pasado por Tom Peters. En su artículo “The brand called you” manifestaba la necesidad de trabajar nuestro YO como una marca comercial. Más de dos décadas después, la importancia de la marca personal es cada vez mayor.

Y es que, seas o no consciente, hayas hecho algo o no por tenerla, ya tienes tu marca personal.

¿Pero qué es la marca personal?

La marca personal es el valor percibido que tienen de ti los demás más allá de tu Curriculum Vitae, y este valor puede lograr posicionarte como experto, que ganes confianza y credibilidad antes terceros, potencies tus contactos y multipliques todas las posibilidades que tu red de contactos puede darte. O, todo lo contrario, que tu marca personal no sea la adecuada e impida tu crecimiento profesional.

Puede sonar duro, pero si tu objetivo es progresar en el mercado laboral, es inevitable que tomes consciencia de tu marca personal y seas protagonista de lo que está proyectando. No hay otra opción.

El progreso profesional no entendido sí o sí como crecimiento vertical, estamos hablando de todo aquello que te permita mejorar competencias, desarrollar nuevas, mejorar habilidades…

Hablamos de: encontrar un nuevo empleo, mejorar el empleo que tenemos, aumentar la oportunidad de promocionar dentro de nuestra compañía, que nuestra compañía confíe en nosotros para determinado proyecto…

Pero ¿qué cosas “alimentan” mi marca personal?

La forma en la que te relacionas, interactúas, cómo te comunicas, cómo respondes antes las situaciones del día a día… conforman tu marca.

Pero no solo eso, las redes sociales han multiplicado las oportunidades que tenemos para desarrollar nuestra marca personal y la visibilidad que se tiene de cada uno de nosotros.

La huella personal transciende del ámbito puramente profesional y, por ello, es propio y particular de cada persona. Esto es precisamente lo complejo, no hay un listado de marcas personales para elegir. Cada uno de nosotros debe escoger la suya propia.

La velocidad del día a día nos impide pararnos a pensar… y esto de la marca personal requiere pensar… ¡y mucho!

Lo primero de todo es hacer un ejercicio de autoconocimiento. ¿Quién eres? ¿Qué valor puedes y quieres ofrecer? ¿En qué eres bueno/a? En las respuestas a estas preguntas está la clave del éxito de los objetivos que te marques con tu marca personal.

Teniendo en cuenta que trabajar la marca personal requerirá de disciplina y mucho tiempo, mi recomendación es que el camino que decidas emprender te haga disfrutar.

Soy de las que no creen en las posibilidades de separar la vida personal de la profesional. Y es que la marca personal en el entorno laboral tiene que ver todo con tu propósito de vida. De cómo eres… nadie puede proyectar lo que no es, al menos no durante mucho tiempo.

¿Conoces el concepto Ikigai?

Lo que amas, en lo que eres bueno, aquello con lo que te puedes ganar la vida y lo que aporta valor al mundo. En la confluencia de todos ellos se encuentra el ikigai, tu razón de ser.

Concentra tus esfuerzos en aquello en lo que eres bueno, que te aporte valor a ti y a los que te rodean, márcate objetivos, elige el entorno y sé perseverante. La marca personal es un proyecto a largo plazo.

Rocío Millán

Directora de Permanent Placement de Grupo Adecco