Preocupaciones

Gloria BellidoGloria Bellido

Hay personas a las que parece que les gusta preocuparse. Siempre van con el ceño fruncido y con un aspecto de estar sosteniendo todo el peso del mundo sobre sus hombros.
 
Para ellos todo es fuente de preocupación, se anticipan a los problemas que todavía no han aparecido o vuelven a pensar sobre cosas ya pasadas y cómo podían haber actuado entonces.
 
Sin embargo, parece que los verdaderos problemas emergen siempre sin avisar, son cosas que nunca se nos pasaron por la cabeza y nos cogen por sorpresa. Porque lo cierto es que, a pesar de todos los planes y previsiones que podamos haber hecho, muchas veces la vida tiene otro plan para nosotros.
 
Y entonces nos sentimos tontos por habernos pasado el tiempo preocupándonos sobre algo que al final no resulta ser el verdadero problema. Hemos invertido una gran cantidad de tiempo y esfuerzo en algo completamente inútil.
 
Esto no significa que no esté bien anticiparse a los problemas que nos podemos encontrar si es que está en nuestras manos hacer algo para prevenirlos justo en ese momento. Lo que es absurdo y nos quita energía es el preocuparnos por cosas sobre las que no tenemos ningún control en un momento dado.
 
Entonces puede parecer que no podemos hacer nada para prepararnos para los problemas que vendrán si la mayoría de las veces son imprevistos. No es cierto, lo que podemos hacer es prepararnos y estar seguros de que somos personas capaces de afrontar lo que venga,  una persona que acepte los conflictos como parte de la vida, que sepa analizar las distintas opciones y tomar decisiones maduras y responsables, que sepa buscar y rodearse de otras personas que le puedan ayudar, que no deje que las emociones negativas bloqueen su capacidad de razonamiento.
 
Está bien ir fortaleciéndonos para protegernos de las desgracias, pero eso no significa volvernos individuos cínicos o amargados, que piensan que conocen el mundo y lo cruel que puede llegar a ser, sino ir adquiriendo las capacidades que nos harán más sabios y nos permitirán afrontarlo mejor.
 
Y en todo ese proceso no cabe la preocupación ni la anticipación inútil, el optimismo sobre la vida siempre será un arma poderosa que nos permitirá vivir más tranquilos y en paz con nosotros mismos y con el mundo.
 
Gloria Bellido

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