Invertir en talento joven es invertir en el futuro

PAULA BELÉN GONZÁLEZ. LEVIRA INTERNATIONAL

El dicho “las nuevas generaciones vienen pisando fuerte” siempre es una realidad de una generación a otra. El talento joven es uno de nuestros mayores tesoros, es el futuro de nuestra sociedad y por ello debemos cuidarlo a base de apostar por él. No cabe duda de que las nuevas generaciones son fundamentales en la construcción del mañana y, por tanto uno, de los pilares imprescindibles para el desarrollo.

Todos los agentes sociales tenemos la obligación de cuidar este talento. Las empresas debemos apostar por ellos y apreciarlos, dándoles el sitio que les corresponde dentro de nuestra actividad. La conjugación de los más jóvenes con la experiencia de los trabajadores más longevos ofrece el mejor resultado en cualquier proyecto: juventud y experiencia son el binomio perfecto para triunfar.  Por ello, la clave del éxito podría estar en avanzar hacia el futuro, aprendiendo del pasado.

Para crear y asegurar una buena base primordial apostar y cuidar al talento joven. Dar oportunidades, apoyar su formación y dejarles ir asumiendo poco a poco tareas de responsabilidad. Hablamos de la generación millennials y zeta; ambas son consideradas nativas digitales y con el resto de sus características propias ofrecen a las empresas nuevas ideas y una amplitud de miras que dan una perspectiva diferente.

Otro punto importante, además de apostar por él, es ser capaces de retener a ese talento, una tarea bastante complicada. Estudios demuestran que mientras las generaciones anteriores permanecen de media una década en la misma empresa, los millenials suelen cambiar de manera constante de lugar de trabajo.

Para cualquier empleado es fundamental encontrarse a gusto y la mejor manera que tiene la empresa para hacer que esto ocurra es implicarlo apostando por él. La formación constante y alimentar el sentimiento de pertenencia para que el trabajador sea consciente que puede crecer profesionalmente es una gran baza para retenerlo dentro de la compañía.

Además, también debemos ofrecer un ambiente flexible acorde al mundo actual. Muchas compañías han implantado medidas de conciliación que permiten compatibilizar de la mejor forma posible vida laboral y personal gracias a estas nuevas generaciones que han ido llegando y planteando estas necesidades que antes no se tenían en cuenta.

No cabe duda de que los jóvenes son el futuro y es una obligación de todos los actores sociales darles su sitio . Han sido siempre y serán la base de cualquier crecimiento. Son personas con capacidades renovadas y sin prejuicios, con un talento y una proyección de desarrollo que las empresas necesitan para avanzar, crecer y seguir siendo un reflejo de una sociedad en constante cambio.

Paula Belén González

CEO de Levira International

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