Palabras crueles en India

“Las violaciones suceden por la vestimenta de las mujeres, por su comportamiento o por encontrarse en lugares inapropiados”. Palabras crueles que aún lo son más cuando salen de la voz de una mujer, de la voz de la política india Asha Mirje, miembro de la Comisión por los Derechos de la Mujer en el estado occidental de Maharashtra, que ha relacionado las violaciones en el gigante asiático con el “comportamiento” de la mujer o su “vestimenta”.

Palabras crueles que aún lo son más cuando se pronuncian haciendo alusión de manera expresa a dos de los abusos sexuales que más revuelo han causado en la India, como son las violaciones en grupo de una estudiante de medicina en un autobús en Nueva Delhi y de una fotógrafa en la ciudad de Bombay.

Palabras crueles, insensibles, que aún lo son más en un país como el de la India en el que al año son quemadas vivas 100.000 mujeres y otras 125.000 fallecen víctimas de agresiones físicas según publicaba El Mundo en enero de 2013 donde se afirmaba que entre 25.000 y 100.000 de esas defunciones son resultado de causas relacionadas con litigios sobre la dote -una tradición ilegal aunque vigente-, cuya consecuencia última dejaría un saldo de unos 130.000 infanticidios anuales.

Palabras crueles en un país como la India en el que cada 22 minutos una mujer es violada y en el que fetos femeninos son abortados y pequeñas niñas asesinadas apenas nacidas, lo que ha llevado a un asombroso desequilibrio numérico entre géneros.

Palabras crueles en un país en el que las violaciones apenas son denunciadas porque la mayor parte de ellas las cometen familiares o conocidos de la víctima y porque ni fuerzas de seguridad, ni justicia ni políticos apoyan a unas mujeres que se sienten solas frente al sistema.  Palabras crueles en un país en el que si eres mujer casada tienes un 70% de posibilidades de que tu marido te maltrate.

Asha Mirje ya ha pedido disculpas tras la ola de rechazo que han originado sus comentarios: «Si alguien se sintió herido por mi declaración, lo siento mucho. No hubo ninguna mala intención y el motivo fue la preocupación pura por la seguridad de las mujeres», aseguró al diario ‘Hindustan Times’ mientras insistía: «Aunque los hombres son los responsables de las violaciones y del abuso sexual, las mujeres también tienen que tomar más precauciones para protegerse a sí mismas».

Mientras tanto los activistas piden su destitución por unos comentarios que consideran inapropiados. «Cada vez que una figura pública hace una declaración así, se justifica la violación», afirmó a la agencia Reuters Kavita Krishnan, secretaria de la Asociación India Progresista de Mujeres. «Es inconcebible que la gente en cargos públicos haga tales declaraciones», añadió.

“¿Cómo puede un miembro de la Comisión de la Mujer hacer tal comentario cuando su deber es proteger a las mujeres?”, se pregunta Seema Sakhare, activista contra la violencia de género. Lo peor no es hacer el comentario, lo peor es pensarlo.

Isabel García

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