Asociaciones de mujeres: el poder transformador de compartir

MERCÈ BREY. BLUE TRANSFORMING POWER

 

 

Artículo incluido en la edición de octubre de Mujeremprendedora

Especial 20 aniversario FAME

Ya ancestralmente las mujeres nos sentábamos en círculo, alrededor del fuego, y nos contábamos historias, historias que nos hacían soñar y evolucionar. La versión moderna de esos círculos ancestrales de empoderamiento femenino bien podría ser, por ejemplo, una asociación de mujeres empresarias. El hecho de reunirse para compartir puntos de vista e inquietudes, preguntas y respuestas, frustraciones y anhelos, tiene mucho de esencia femenina, de esos atributos que tradicionalmente hemos asignado a las mujeres. Hablamos de empatía, colaboración,…generosidad.

Así pues, es algo natural que las mujeres profesionales se asocien para saltar obstáculos, labrar oportunidades o compartir retos. Muchos de ellos, desafortunadamente, asociados a la masculinización del mundo empresarial o a la falta de verdadera equidad. Otra función sumamente relevante del asociacionismo empresarial es desvelar figuras referentes. Según la programación neurolingüística -esa disciplina que trata de explicar cómo funciona nuestro cerebro y cómo se elaboran nuestros patrones mentales-, las personas evolucionamos modelando comportamientos que queremos emular. Es decir, nos ayuda sobremanera disponer de referentes para avanzar hacia nuestras metas. Tomar como ejemplo a mujeres que han conseguido desarrollarse profesionalmente en un entorno altamente competitivo es ciertamente inspirador. Del mismo modo que lo es constatar que hay mujeres valientes que han avanzado profesionalmente sin necesidad de adoptar patrones impuestos ni renunciar a su autenticidad. Si históricamente ha sido importante que las mujeres sumáramos esfuerzos para seguir avanzando, hoy todavía es más relevante. Nosotras, las mujeres, mal que nos pese, seguimos representando un colectivo vulnerable. Y ahora especialmente expuesto al impacto del cambio en las reglas del juego que el COVID está provocando. Así y según diversos estudios, es lastimoso constatar como muchas mujeres se están viendo abocadas a plantearse cuestiones y a asumir renuncias que hasta hace poco creíamos superadas. Las mujeres, profesionales y empresarias, hemos hecho grandes conquistas en las últimas décadas. Por nuestra capacidad de superación personal y también por ese empuje que supone saberse arropada por un colectivo que comparte tu misma visión. Enhorabuena a todas las asociaciones que hacen posible que así sea. Enhorabuena a FAME por sus 20 años de andadura y a su presidenta Ana Alonso por ser referente.

Mercè Brey

@MerceBrey

Founder Blue Transforming Power

Experta en Diversidad, escritora y conferenciante

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