Lo que necesita Andalucía
En Andalucía necesitamos cambios estructurales que reanuden la senda de convergencia con España y con Europa y que nos sitúen como tierra de inversiones prioritarias para ser pieza fundamental en los cambios de amplio espectro que tenemos a la vista. Para ello, inexcusablemente, hemos de enfrentar una reivindicación histórica de CCOO, la de unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) justos con Andalucía.
Hemos pasado de ser el 13,3% de la población de España a ser el 18%, y esto ha de verse reflejado en los PGE. Sin una financiación justa, es muy difícil poner en marcha muchas de las reformas que necesitamos y por eso seguiremos exigiendo al Gobierno central que cumpla con lo recogido en nuestro Estatuto de Autonomía y deje de dar “migajas” a las comunidades autónomas, como ha hecho con la aprobación del techo de gasto para 2018, que impone un límite en el gasto público de 119.834 millones de euros. Esto supone 62.000 millones de euros menos que en 2010. Se trata, sin duda, de una política de austeridad continuista que consolida los recortes y, además, injusta con las administraciones locales, a las que se impide reinvertir sus remanentes. Estos límites en el gasto nos retrotraen a niveles de hace más de diez años, todo ello con un relato de recuperación económica que no se corresponde con este acto de cicatería presupuestaria.
El Gobierno andaluz no puede permanecer impasible. Una financiación suficiente para Andalucía es clave para poder llevar a cabo, entre otras actuaciones necesarias, una política social que proteja a la población más vulnerable. Con un 15% de ella en riesgo de pobreza, más de 900.000 personas que quieren trabajar y no pueden hacerlo y con uno de cada dos personas sin prestación, la realidad requiere de respuestas inmediatas y la apertura del diálogo social permanente en el pasadp mes de junio es una oportunidad. Este espacio de negociación ha de servir para que los cambios actuales en la economía española se transformen en empleo estable y de calidad en Andalucía, donde nos enfrentamos a tasas de temporalidad del 97% en las contrataciones y a una inadmisible precariedad que muestra su cara más cruenta en el aumento de la siniestralidad laboral.
La negociación colectiva es fundamental y hace posible la teoría de crecer repartiendo para lograr una recuperación justa e igualitaria. En el encuentro que mantuvimos con la Confederación de Empresarios de Andalucía antes de verano, ambas organizaciones debatimos sobre creación de empleo y generación de riqueza. Ahora, se trata de revitalizar la negociación que cercena la reforma laboral reforzando el convenio sectorial, que es clave para evitar la competencia desleal, y fortalecer el papel de interlocución, e incrementar los salarios. Es inaplazable mejorar las condiciones de trabajo y disputar el beneficio al capital, de forma que las cifras de ganancias se traduzcan en mejora de salarios y de derechos para alcanzar una verdadera recuperación económica.
Y no olvidamos a quienes peor están, la población en paro que no tiene ninguna prestación. La renta básica, de la que se habló antes de verano en el Parlamento, es otra lucha de CCOO que nos llevó, junto a organizaciones de la sociedad civil, a presentar una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) con más de 40.000 firmas. En su momento, esta ILP no llegó al debate parlamentario; ahora se da un paso adelante y, como con la apertura del diálogo social, reivindicaremos que no quede en meras intenciones y que se afronte políticamente la necesidad de ampliar los derechos sociales y económicos de las personas más vulnerables.
Nuria López
Secretaria General de CCOO-A
@nurialomar
