Nada lo justifica
Quizá cuando estés leyendo estas palabras ya sea tarde para Ifraah Ali Aden, ya sea tarde para esta mujer somalí, embarazada de cinco meses, que será ejecutada si nadie lo impide en los próximos días a pesar de que el derecho internacional de derechos humanos prohíbe explícitamente la ejecución de mujeres embarazadas. Ha sido condenada a pena de muerte después de ser declarada culpable del asesinato de otra de las esposas de su marido. Llamar injusto al juicio parece poco. Según informes controlados por Amnistía Internacional, la sentencia se dictó apenas 24 horas después de que se produjeran los hechos, siendo el juez encargado de controlar el proceso el padre de la víctima. Se desconoce si Ifraah Ali Aden tuvo acceso a un abogado, pero en cualquier caso, no tuvo de ninguna forma, tiempo de preparar una defensa adecuada, tal como exigen los estándares internacionales en juicios justos reconocidos.
Lamentablemente la muerte de Ifraah no será la única. Porque según la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género más de 3.500 mujeres han sido asesinadas en los últimos cinco años y sólo en 2007 lo fueron 722. La ausencia de justicia para las mujeres, la ignorancia, la lentitud de las autoridades correspondientes y la actitud de desconocimiento de la sociedad, tolera crímenes como el que esta a punto de cometerse en Somalia. Crímenes en Guatemala, en Ciudad Juárez, en Chile, en Kazajastán,… Nadie da una respuesta a las muertes, no hay caras para los asesinos pero es visible que la violencia machista impune es la última responsable de las mismas, la libre disposición de las mujeres por parte de los varones. No es resultado de una ola de violencia, es una consecuencia de la metaestructura patriarcal, es una reacción brutal, es el consentimiento de la impunidad y la violencia machista sin temor a las consecuencias. Y mientras tanto aquí, en el Primer Mundo, cerramos los ojos e incluso muchos, y muchas, aún preguntan qué falta a las mujeres por conseguir. Basta ya de dolor y violencia. Basta ya de tanta indiferencia e inmovilización.