Nada es, por casualidad

Mª Ángeles TejadaMª Ángeles Tejada

No  será por causalidad que el 74% de los estudiantes de Medicina sean mujeres  y que muy pronto  haya más médicas que médicos; ahora ya estamos en el 44%, mientras que en EE.UU., “sólo” son el 28%. El dato es relevante, no tanto por el acceso de la mujer a estas profesiones, digamos de élite,  sino porque confirma  que cada vez más nuestras capacidades  intelectuales, emocionales y, sobre todo, nuestra actitud nos permiten estar en el mundo profesional, como mínimo,  en las mismas condiciones que nuestros compañeros.
 
Gracias a la feminización de esta profesión como también de la abogacía, la  judicatura, la economía y algunas carreras técnicas, se está fomentando -desde el punto de vista del usuario-   una mayor sensibilidad en la función profesional y eso es un valor añadido, que puede convertirse en una diferencial para competir con ventaja en el mercado.
Personalmente siempre me ha gustado dirigir equipos mixtos, aunque mi filosofía de liderazgo se inspira en la creación de sinergias compartidas por todos al servicio del equipo,  creo que toda aportación de  talento es aceptable, siempre y cuando venga de la honestidad y la responsabilidad. Al fin y al cabo debemos trabajar no solo por el salario, sino por lo que pueda compensarnos a nivel personal y llegar a la excelencia  sin casualidad que valga.
 
Los datos buenos y las noticias positivas siempre nos reconfortan en esta ardua lucha que algunas empresarias llevamos efectuando desde hace más de 30 años y otras desde mucho antes,  pero como todo, no hay amor sin sacrificio. Por eso, cuando hablo de responsabilidad me refiero a dejar muchas cosas – esto sí, bien atadas y organizadas- en el camino, por eso cuando escucho  con gran realismo las reivindicaciones legítimas, sobre limitación de horarios, conciliación o  flexibilidad, siempre me viene la misma palabra: Responsabilidad.
 
Todo es posible si tu respondes por ello,  si queremos crecer profesionalmente deberemos enfrentarnos a las mismas dificultades laborales que tienen los hombres. Nadie te va a regalar nada,  y si concilias familiarmente, tu pareja debe poder hacer lo mismo. Este es el sistema y no hay  otro, cuando una quiere estar en muchos sitios debe madrugar, para prosperar hay que esforzarse y arriesgar más,  ya sabemos que la felicidad  es un ejercicio activo.
 
Poco  puede sorprendernos esa “caja tonta” que muchas utilizamos, en ratos ociosos hogareños,  quizás para alejarnos de la vorágine selvática, que  enloquece el mundo empresarial, especialmente cuando tratamos de burlar y gestionar la crisis, pues bien, en estos días, hay un anuncio que cita a Freud  y una frase suya que descubre lo que nos hace humanos: saber amar y trabajar, estos son los caminos hacia  la libertad y la felicidad.
 
Nada ocurre casualmente,  probablemente sigue ciclos naturales y por ello a medida que maduramos olvidamos muchas  más cosas que en nuestra juventud, quizás porque hay más recuerdos  para guardar,  el tiempo nos vuela cuando hacemos muchas cosas, pero  debe compensarnos  la certeza de estar en el camino de este  sueño  que un día nos hizo emprender una aventura profesional, pues  al convertirnos en emprendedoras estamos abriendo la posibilidad a muchas personas para que puedan compartir nuestro proyecto y  tener el suyo propio y al final como diría la Madre Teresa “lo que importa es cuanto amor ponemos en el trabajo que realizamos”.
 
Mª Ángeles Tejada
 

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