Menos miedo y más coraje

Mª Ángeles TejadaMª Ángeles Tejada

Hace poco leía una entrevista a Jeffrey Pfeffer, un especialista en motivación y todas esas cosas, que tanto hacen falta y que es bueno escucharlas, aunque nadie las practique.
 
Pfeffer se dirigía a los empresarios y decía que “antes de despedir, hay que dar una oportunidad a la solidaridad”. Lo malo es que esta solidaridad debería empezar por todos/as, especialmente por los que tienen cierto poder o influencia pública.
 
Hace unas semanas vimos por televisión la ceremonia de los Goya, con este hispánico glamour al que también tenemos derecho, pero lo bueno del tema es que unos días antes el ministro Sebastián, con buen criterio, dijo que una forma de aliviar lo que tenemos encima sería comprar productos españoles. La idea no es nueva porque los americanos llevan decenios practicándola y no les va mal, dado que el consumo interno favorece la inercia del círculo económico, pues, en los Goya, el 90% del  vestuario era de modistos extranjeros: Chanel, Arman, Delacroix, en fin… que más allá de los “cotilleos” en los que todos opinamos, habría que predicar con el ejemplo, digo yo, como si no tuviéramos buenos modistos en nuestro país.
 
Saben lo que pienso, que sobra demagogia y falta mucho coraje. Alguien decía que a lo único que hay que tener miedo es al miedo y eso es así, porque es el miedo el que nos impide pensar, decidir y liberarse. Y hoy la gente está asustada porque los poderes públicos asustan en vez de motivar y alegrarnos la vida.
 
Hace unas semanas estuvieron por Cataluña un grupo de mujeres emprendedoras africanas, de Níger concretamente, de diferentes sectores: empresarias de ladrillo (adobes), confección, frutos secos, bisutería, madera…
 
Como presidenta de FIDEM, con sumo placer me tocó ejercer de anfitriona y junto con Nuria Viñas, gerente de la Fundación, y otras socias recorrimos estamentos oficiales, cámaras de comercio, patronales y toda la logística de conferencias y actos que conllevan estos temas. Naturalmente hubo una cena de despedida de esas con su cocktail incluido y al que asistieron un centenar de empresarias de aquí. Entre la lógica tertulia, ¿sabéis lo que hicieron las africanas? Desplegar unos hermosos atillos y bolsas que llevaban a cuestas y poner a la venta sus productos de forma que el viaje resultara rentable. ¿Qué os parece? Ése es el verdadero coraje, la racionalidad, el sentido común y la inteligencia práctica femenina, más que la parafernalia, que también toca hacer.
 
De verdad, si queréis compartir un consejo para atajar esta recesión que nos acecha, hay que trabajar un poco más, aprovechar todas las oportunidades, porque el éxito no es una lotería sino la suma de pequeñas cosas que hacemos cada día.

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