La igualdad de género y el gran reto de avanzar tras la pandemia

MARTA ALARCÓN. GRANT THORNTON

Recientemente se ha cumplido un año de la irrupción del COVID-19 en España. Un año marcado por la activación de planes de urgencia en las empresas fruto de las necesidades y cambios de hábito obligados tanto a nivel profesional como nivel personal. En este periodo se ha puesto de relieve la correlación existente entre ambas partes -empresa y sociedad- y, en concreto, la enorme capacidad que las compañías tienen como protagonistas activas e imprescindibles en los cambios hacia una mejora de la cultura social.

En este sentido, resulta llamativo cómo numerosas empresas, condicionadas por el contexto insólito de la pandemia, han avanzado en planes de flexibilidad, conciliación o productividad en el teletrabajo, pero han frenado ligeramente las políticas relacionadas con igualdad de género.

El último estudio ‘Women In Business’ que elabora Grant Thornton, con 5.000 entrevistas a empresarios de todo el mundo, señala que las empresas en España que reconocen no estar tomando ninguna acción para mejorar la paridad en sus plantillas han aumentado un 15% en el último año -del 11% al 26%-. Una tendencia que obstaculiza, aún más, el complejo camino para lograr una de nuestras metas clave: la igualdad en los puestos directivos.

En líneas generales, las empresas en España, en comparación con otros países internacionales, presenta unos muy buenos números en materia de igualdad, superando incluso la media global. Sin embargo, en estos últimos meses, se vienen observando algunos síntomas de estancamiento. Nuestro país ha abandonado el Top 10 mundial de empresas con más mujeres en puestos directivos, ubicándose en el puesto 14º, o, tras cinco años consecutivos de crecimiento, en 2021 ha estancado ese porcentaje en el 34%. Unos datos que obligan a las empresas a no bajar la guardia.

De acuerdo con las conclusiones del estudio que realizamos en Grant Thornton desde los últimos 10 años, el dato no es malo, y más teniendo en cuenta que venimos registrando incrementos importantes durante los últimos años. Las dificultades generadas por la pandemia han estancado el avance, pero esperamos que sea únicamente una cuestión transitoria.

Eso sí, las empresas españolas deben seguir avanzando en igualdad a través de toda la cadena de valor. Si acercamos la lupa de la igualdad al reparto de directivas por departamentos, solo un 7% de los socios de las compañías españolas son mujeres, frente al 35% que lo son en las direcciones de Recursos Humanos. Independientemente del notable contraste, ambas cifras se ubican todavía lejos de la paridad interdepartamental. Destaca el ligero estancamiento de las mujeres CEO en España, con un retroceso de dos puntos en el último año, situándose en el 23%. Pese al parón, no son malas cifras si las comparamos con el resto de la media europea (21%) y la global (26%).

La lucha por la igualdad en las empresas no debe reducirse a meras declaraciones corporativas o acciones estéticas. Es un reto colectivo, que debe ser abordado a corto, medio y largo plazo por todos los grupos de interés de una compañía.

El impacto del COVID-19, aunque comprensible, no debería ser una justificación para la desatención de este objetivo. Todo lo contrario. Es justo ahora, en un escenario marcado por la incertidumbre empresarial y social, donde se deben dedicar los mayores esfuerzos a seguir acercándonos al objetivo de la igualdad real y efectiva. Son las empresas las que están llamadas a inyectar la vacuna contra la desigualdad.

Marta Alarcón

Socia de Auditoría de Grant Thornton

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