María Rosa Gálvez de Cabrera

Poetisa

[1768-1806] – Nació en Málaga en 1768. Ejemplo de mujer ilustrada en una época de cambios profundos. El mismo año María Rosa Gálvez de Cabrerade su nacimiento (el 14 de agosto) Carlos III proclama la Real Cédula donde se daba la normativa para escolarizar, en el ámbito nacional, a la población femenina sin recursos económicos. Una ley bastante restrictiva aunque significaba un importante comienzo aunque de lento desarrollo.

Contrae matrimonio con José Cabrera Ramírez, que al poco fue nombrado agregado de la legación de España en Estados Unidos, trasladándose ambos a Washington. El matrimonio no duró mucho y María Rosa regresa a Madrid donde comienza la etapa más «escandalosa» de su vida. Su presunta relación con el primer ministro de Carlos IV, Manuel Godoy y Álvarez de Faria. Esta circunstancia le valió el menosprecio de los autores de su época y de los críticos del XIX.

Cultivadora de la poesía, entre sus mejores composiciones destacan una Oda a la campaña de Portugal, otra A la Beneficencia que dedicó a la condesa de Castroterreño, otra A la campaña de Bonaparte en Italia, la Descripción filosófica del Real Sitio de San Ildefonso, la poesía La noche y los versos sáficos A Quintana. Pero sin duda, la vocación de Mª Rosa de Galvez se inclinaba por el teatro. Así como autora dramática, escribió Bion, ópera lírica en un acto, El egoista y Los figurones literarios, comedias en tres actos, las tragedias en un sólo acto Saul y Safo, y otros dramas de extensión mayor como Florinda, Blanca de Rossi, Amnon, Zinda, La delirante y Ali Bek. También las comedias Un loco hace ciento -que luego llegaría a libreto de ópera-, Catalina o la bella labradora. Asimismo, colaboró en la prensa madrileña de la época, en Variedades de Ciencias, Literatura y Artes y en La Minerva o El Revisor General.

Su producción dramática estuvo influenciada por los cánones neoclásicos que dominaron la literatura castellana del XVIII y XIX, aunque ya se ven componentes románticos en su obra: la exaltación trágica, la pugna del yo con el nuevo entorno, la búsqueda de escenarios exóticos y lejanos (Oriente, la Antigüedad). Sus circunstancias vitales, sus planteamientos literarios modernistas le granjearon la enemistad de sus contemporáneos.

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