Visibilizar a las mujeres en la ciencia y la tecnología desde la escuela

MARI LUZ GUENAGA. UNIVERSIDAD DE DEUSTO

En un mundo en el que el progreso científico constituye un factor crítico para el desarrollo, y en el que tecnologías inimaginables hasta hace poco se han convertido en objeto de uso cotidiano, nos enfrentamos con la paradoja de que el número de estudiantes no cubre las necesidades futuras del mercado laboral y, en algunas áreas, decrece cada año. Un problema que se agrava si consideramos que el colectivo femenino -es decir, la mitad de la población joven- no parece especialmente proclive a emprender estudios en este ámbito.

Si observamos el caso español, las cifras son elocuentes: el 54,3% del total de estudiantes del sistema universitario son mujeres, pero su presencia en titulaciones técnicas como Ingeniería o Arquitectura cae hasta el 26,4%. La ausencia de referentes femeninos, o más bien la ausencia de referentes visibles, no es ajena a este déficit femenino en las profesiones STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés).

Esta escasez de jóvenes vocaciones científico-tecnológicas, especialmente grave en el caso de las mujeres, constituye un problema social, del que vienen tomando conciencia administraciones públicas, empresas, instituciones docentes, centros de investigación… En este contexto nació en 2016, promovido por la Universidad de Deusto, el proyecto Inspira STEAM, una iniciativa pionera para el fomento de la vocación científico-tecnológica. La idea es sensibilizar y orientar a estudiantes de primaria, utilizando la metodología de mentoring grupal. Acciones que fundamentalmente corren a cargo de mujeres profesionales del mundo de la investigación, la ciencia y la tecnología, que tratan de acercar su día a día a niñas y niños a través de sesiones de trabajo en horario lectivo. Abordando, entre otras cuestiones, los estereotipos de género y el trabajo de las mujeres en la ciencia a lo largo de la historia. Con estos encuentros se pretende ayudar a disipar dudas y objeciones sobre las profesiones científico-tecnológicas, clarificar motivaciones y afianzar la autoestima para iniciar dicho camino.

En esta tarea, Inspira ha recabado el apoyo de entidades públicas y privadas y, en su corta trayectoria, ha crecido de manera espectacular: desde las 17 mentoras y 220 niñas de 11 centros escolares de la Comunidad Autónoma Vasca que participaron en la primera edición, pasamos en solo tres años a contar con cerca de 600 mentoras, casi 180 centros educativos y 8.700 escolares de ambos sexos, con la experiencia extendida a Cataluña, Madrid, Andalucía, Murcia, Galicia y Asturias.

Las consecuencias de la pandemia nos han afectado, dado que las medidas de prevención han removido los cimientos del sector educativo en todos sus niveles. Pero la iniciativa ha seguido adelante, y en enero hemos iniciado un nuevo curso en el que las cifras de participación alcanzan 120 centros escolares de cuatro comunidades autónomas, con una participación de casi 5.000 estudiantes.

Con la esperanza puesta en una vuelta a la normalidad académica en un futuro no demasiado lejano, nuestro objetivo es retomar pronto la senda del crecimiento, y extender al máximo número de estudiantes de primaria una experiencia que busca descubrir en edad temprana el atractivo de las profesiones STEAM y concienciar sobre el papel femenino en este ámbito, facilitando referentes de mujeres cercanas, y visibilizando y poniendo en valor su labor.

Mari Luz Guenaga

Responsable del proyecto Inspira STEAM de la Universidad de Deusto

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