Los últimos tres años

Mª Ángeles TejadaMª Ángeles Tejada

Mientras estoy escribiendo estas líneas se cumplen tres años, cuando un 14 de septiembre se anunciaba la quiebra de uno de los mayores bancos de inversiones del mundo. Me refiero claro está a Lehman Brothers, era el triste anuncio de una crisis que aún nadie sabe ni cuándo va a acabar, ni cómo vamos a estar cuando finalice, por tanto parece que no depende demasiado de nosotros ¿o sí? Yo, por si acaso, prefiero prepararme.
 
Es verdad que en estos tres últimos años, están cambiando muchas cosas pero sin duda la gran esperanza de la gente debe alienarse con aquella gente que tienen el trabajo, como valor principal. Me gustó la glosa que hizo un paisano mío, trabajador como pocos, un “genio” para algunos que entienden de fútbol, pero yo prefiero calificarlo de buen profesional y admirable como todas aquellas empresarias y trabajadoras, que tratan de hacer bien lo que saben hacer.
 
La frase que dijo no puede ser más sencilla: “…para levantar un país (vale para una familia, una empresa o lo que sea) sólo hace falta levantarse muy temprano y trabajar todas las horas que hagan falta”. ¿Qué les parece? Pues una fórmula muy sencilla y al alcance de cualquiera, porque somos un país que casi siempre llega tarde, mayormente se desayuna a las 9 , se come y “mucho” después de las14 horas y es frecuente cenar a las 10 de la noche. Luego están las sobremesas y la tele, con programas de ‘audiencia’ a las 12 de la noche y eso no puede ser.
 
Parodiando al comisario regional de la UE, Johannes Hahn, “las pequeñas y medianas empresas, son la columna vertebral de Europa”. ¿Qué les parece? Y esto es así porque millones de empresarias y empresarios, un día se decidieron por emprender un trabajo propio, en vez de esperar que alguien se lo diera, y crean riqueza todos los días y lo más importante… dan empleo a mucha más gente, pero para ello debemos ir todos y todas a una.
 
Nadie se hace grande a partir de las subvenciones y ayudas. España lleva recibidos más de 100.000 millones en ayudas desde 1986. Pues bien, para mí y supongo que para la mayoría de empresarias, la mejor forma de solidaridad, es dar trabajo a la gente. Me horroriza comprobar como teniendo una cota de más de un 20% de paro, la gente y sobre todo los jóvenes cuya mitad no trabajan, tampoco concurren a las ofertas y procesos de selección, la mayoría no sabe inglés y siguen dependiendo de una economía familiar cada vez más frágil.
 
Por otra parte, es increíble la descoordinación entre el mundo académico y laboral, y no sólo para los grados universitarios. ¿Para cuando una racionalización de las prácticas en empresa, con el plan de estudios? Me refiero a la propia preescolar, primaria etc., con la dichosa “sexta hora” y con este “batiburrillo de horarios” que hace difícil para las jóvenes madres trabajadoras poder desarrollar una jornada laboral, compensando su reducción, con eficiencia y productividad, pero permitiendo que exista cierta homogenización de horarios en las guarderías, a fin de no sumar un bonus de “estrés” a la complejidad que representa tener hijos y trabajar ambos cónyugues. Algo deberíamos haber aprendido en estos tres años, pero por si acaso, yo les recomendaría una fórmula que nunca falla y que venimos practicando los y las emprendedoras desde hace siglos: poner talento, sentido común, mucho trabajo, perseverancia e ilusión, porque nadie va a resolverte más de lo que puedas hacer por tí misma.
 
Mª Ángeles Tejada

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