Mujer rural: empleo, liderazgo y emprendimiento

Lola Merino, presidenta de Amfar durante la clausura de las jornadas
Lola Merino, presidenta de Amfar durante la clausura de las jornadas

La presidenta nacional de AMFAR anima a aprovechar el espíritu emprendedor y luchador de las mujeres rurales porque “ellas tienen en su mano la supervivencia de nuestros pueblos”. La presidenta nacional de la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR), Lola Merino, ha asegurado en Cuenca que “las mujeres deben ser las protagonistas de las políticas de desarrollo rural porque son ellas quienes tienen en su mano la supervivencia de nuestros pueblos” y ha ensalzado el espíritu emprendedor y luchador de las mujeres rurales, “un potencial que no hay que desaprovechar sino potenciarlo desde todos los ámbitos, con todas las herramientas posibles y con todos los recursos”.

Merino ha efectuado estas declaraciones en la clausura de la jornada celebrada el pasado viernes ‘Nuevas oportunidades de empleo, liderazgo y emprendimiento’, organizada por AMFAR Cuenca con motivo de la celebración del Día Mundial de la Mujer Rural y dentro del ‘Programa Integral para la Promoción de las Mujeres Rurales’.

La presidenta nacional de AMFAR ha resaltado que aún son muchos los “frentes abiertos” que existen en el camino hacia la igualdad y ha recalcado que desde la asociación que preside son muchas las iniciativas que se llevan a cabo “para aminorar los inconvenientes que sufren las mujeres rurales”.

En este sentido, Lola Merino ha recordado que la tasa de paro femenina es ligeramente superior a la masculina y que la brecha salarial aún existe, puesto que el salario de las mujeres rurales se sitúa entre los 400 y los 1.000 euros mientras que el de los hombres oscila entre los 1.000 y los 1.400 euros.

La responsable de AMFAR ha señalado que “las mujeres están apostando cada vez más por el emprendimiento, lo que es muy positivo porque cada mujer que pone en marcha un negocio, lleva aparejado que una familia permanezca en el territorio y, por tanto, contribuye a fijar población, a diversificar la economía y a luchar contra la masculinización y el envejecimiento del medio rural”. Por ello, “es clave impulsar el emprendimiento femenino y el empoderamiento de la mujer rural”.

Tras reconocer que Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma donde menor peso tienen las mujeres con respecto al total de autónomos, pues el porcentaje no alcanza el 30% del total frente al 70% de los varones, Merino ha destacado que en 2014 el número de autónomas creció en la región un 3,1% respecto al año anterior, muy por encima del incremento del 0,9 % experimentado en los varones.

Del mismo modo, ha señalado que las mujeres del medio rural tienen a su disposición herramientas como el Programa Integral para la Promoción de las Mujeres Rurales, “una iniciativa encaminada a favorecer el emprendimiento y el autoempleo para que la mujer pueda acceder en condiciones de igualdad al mercado laboral e influir en la toma de decisiones en el medio rural”, dado que apenas el 4% de mujeres tiene presencia en los órganos directivos del mundo rural, pese a que una cuarta parte de los socios de cooperativas son mujeres.

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