La salud laboral de las mujeres, de la discriminación a la invisibilidad
Desde la Secretaría de la Mujer de UGT Andalucía venimos trabajando desde hace muchos años en la inclusión de la perspectiva de género en la Prevención de Riesgos Laborales. Si la situación social y laboral de mujeres y hombres no es la misma, los riesgos laborales tampoco. La perspectiva de género en materia de salud laboral supone considerar las diferencias que existen en las condiciones de vida y trabajo de mujeres y hombres y así lo reivindicamos desde nuestra Organización.
Se producen discriminaciones relacionadas con la salud laboral de las mujeres cuando no se tienen en cuenta las diferencias tanto físicas como biológicas de las propias mujeres, las características del trabajo que éstas realizan y los riesgos concretos a los que, por ser mujeres, se pueden exponer.
Actualmente los análisis e investigaciones sobre salud laboral se centran en sectores generalmente masculinizados, por su aparente peligrosidad, se incide más en enfermedades y/o accidentes de trabajo de empleos que están en contacto con productos tóxicos o peligrosos y/ o con esfuerzos físicos fuertes, que son llevados a cabo mayoritariamente por hombres. Mientras tanto, los problemas que afectan de manera más directa a los trabajos feminizados tienden a permanecer invisibles. Observando los datos estadísticos existentes, se demuestra que la siniestralidad laboral es superior en hombres que en mujeres. Sin embargo, esto no quiere decir que las mujeres disfrutemos de una mejor salud laboral. Hay que valorar estos datos desde la perspectiva de género, debemos tener en cuenta que el índice de inserción laboral femenino es menor que el masculino y que, salvo en el de servicios, los sectores en los que se dan más accidentes de trabajo suelen estar, en su mayoría, ocupados por hombres. Desde UGT Andalucía reivindicamos un concepto de salud más completo, no únicamente en lo relacionado con los accidentes de trabajo.
La realidad es que existe un desconocimiento generalizado sobre la salud de las trabajadoras, ya que la atención sobre ésta se ha centrado principalmente en aspectos parciales, en su mayoría relacionados con la salud reproductiva. Si no tenemos en cuenta el fenómeno de la segregación ocupacional o la división sexual del trabajo, las diferentes condiciones laborales de las mujeres, y la ausencia de corresponsabilidad con la doble o triple jornada que padecen, así como el riesgo de sufrir acoso sexual o acoso por razón de sexo, estamos dejando a un lado riesgos laborales que se tienen que tener en cuenta para salvaguardar la Salud Laboral de las trabajadoras de nuestras empresas.
No podemos permitir la violencia hacía las mujeres en los centros de trabajo, el acoso sexual y el acoso por razón de sexo son comportamientos por desgracia habituales en nuestros centros de trabajo, que atacan directamente a la dignidad de las trabajadoras en Andalucía. Además, de la invisibilización, la precariedad y las cargas excesivas, tanto fuera como dentro de los hogares, conllevan el aumento de la fatiga, la falta de oportunidades para la formación y la promoción, así como la falta de realización personal o social.
Desde UGT Andalucía defendemos que las mujeres tenemos el derecho a una salud laboral completa, que tenga en cuenta nuestra realidad, pues nuestra integración en el mercado laboral nos seguirá costando nuestra salud física y psíquica si no se hace en condiciones de igualdad.
Ana Pérez Luna