Hacia un nuevo RETA contributivo, universal y justo

La quiebra de los principios que deben inspirar nuestro sistema de Seguridad Social es un hecho patente en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos. El conocido como RETA, a sus 50 años, ha quedado obsoleto en cuanto a cómo se concibió y no responde a la realidad y actualidad de un colectivo que alberga a más de tres millones de personas en el conjunto del Estado, de las que más de medio millón son andaluzas.

Su reforma, en profundidad, es una reivindicación que llevamos años planteando y que con la reciente apertura de una subcomisión de reforma en el Congreso de los Diputados, parece que puede ser la oportunidad definitiva para que el RETA sea como tiene que ser: universal, contributivo, solidario y justo.

Porque estos son los principios y directrices en los que se basa nuestro sistema de Seguridad Social, ejemplo entre los países de nuestro entorno, y que, en la actualidad, no se cumplen para los trabajadores y trabajadoras autónomos. Así, al menos en materia de cotización, el modelo responde más bien al principio de voluntariedad y selección de pago al contribuir en atención a unas bases establecidas y elegibles y no a los ingresos reales como sería lo lógico.

Y este principio de voluntariedad se revuelve contra los segmentos más débiles del colectivo, que se ven obligados a pagar sobre bases de cotización superiores a las del régimen general, por encima del salario mínimo interprofesional (SMI) y del IPREM, y todo ello por conseguir una recaudación sobre las espaldas de los más débiles económicamente para compensar la escasa recaudación en los niveles de renta superiores que pueden planificar su contribución y lo hacen muy por debajo de sus rendimientos reales, permitiéndoles, de esta manera, trasladar esos recursos a sistemas de ahorro privado y acumulación patrimonial. Esto lo hace además insolidario, incumpliendo otro de los principios en los que ha de basarse el sistema.

Por ello, desde nuestra organización, en nuestra comparecencia a la subcomisión, hemos planteado estas cuestiones solicitando que esta reforma haga que el RETA se base en los siguientes principios:

CONTRIBUTIVO. El principio debe ser que aquel que más tiene, contribuya más; pero, en ningún caso, debe hacerse en base a supuestos poco demostrables, por lo que con carácter previo debe analizarse la distribución de rentas del colectivo con suficiente seguridad.

JUSTO. Ningún autónomo o autónoma debe pagar por encima de sus ingresos reales y se debe proporcionar el esfuerzo de aquellos que se encuentran sobrepasando el límite de una presión contributiva razonable.

UNIVERSAL. Debe ir vinculado a la actividad económica del individuo, que no se convierta en un sistema voluntario de cotización y que este sea capaz de equiparar las prestaciones en los distintos regímenes.

Una mejor protección social mejoraría sin duda las posibilidades de consolidación y expansión del colectivo, que son las verdaderas medidas que necesita nuestro modelo productivo para ser, no solo más, sino, y sobre todo, mejor. Y la dificultad que entraña la reforma, que sin duda la tiene, no puede ser la respuesta de nuestros gobernantes para no afrontar algo tan necesario como justo, tanto para los más de tres millones de autónomas y autónomos como para el conjunto de nuestra sociedad.

Inés Mazuela Rosado

Secretaria General de UPTA-A

@InesMazuelaRo

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