Indra destaca el papel transformador de la mujer en la industria tecnológica

María Claudia García, presidenta de Indra en Colombia, ha subrayado, durante su intervención en el Encuentro Women IT Summit 2018 de Bogotá, el importante papel que desarrollan las mujeres en la sociedad y en una industria como la tecnológica, donde su presencia es clave para promover la diversidad e impulsar la innovación.

“Las compañías deben estar conscientes del rol que ocupa la mujer en el mercado laboral. Específicamente en las áreas de tecnología la diversidad es un factor clave que impulsa la innovación, un aspecto fundamental para el desarrollo del sector y para garantizar la sostenibilidad de cualquier compañía”, subrayó la responsable de la empresa global de tecnología y consultoría durante su intervención en el panel ‘Mujeres líderes que hacen que las cosas sucedan’.

María Claudia García admitió que el sector de la tecnología se ha caracterizado por ser, en su mayoría, impulsado por hombres. Si bien, en los últimos años, las mujeres han destacado notablemente en la gestión de organizaciones tecnológicas, “una de las principales preocupaciones relacionadas con el talento dentro del sector tecnológico es que el porcentaje de mujeres que realiza estudios técnicos es mucho menor que el de los hombres” expresó la presidenta de Indra en Colombia.

Prueba de ello es que, según datos del observatorio TI del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTic), la participación de hombres en la industria tecnológica de Colombia está alrededor del 61%, mientras que la de las mujeres es del 39%. Lo mismo pasa con la elección de carreras. Por un lado, las Becas de Talento TI que otorga el Gobierno son ocupadas en un 76% por hombres y el 24% por mujeres. Esta cifra no cambia mucho en la inscripción a carreras universitarias, puesto que la cuota femenina en carreras como Ingeniería de Sistemas es de 39% y en Ingeniería Electrónica es de tan solo el 18%.

Por ello, la actividad de las empresas es también importante para poder ir cambiando poco a poco estos resultados. “En Indra nos comprometimos con la diversidad como elemento que impulsa la innovación, un factor clave para poder desarrollar tecnología propia y crear valor para los clientes con un modelo de negocio diferencial. Así mismo, estamos totalmente comprometidos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y, muy especialmente, con el ODS 5 que hace referencia a la igualdad de género, ya incluido en nuestras políticas empresariales” destacó García.

En cuanto a la brecha salarial, estudios recientes demuestran que, en el sector de la tecnología en Colombia la diferencia de salario entre hombres y mujeres es del 15%. Esta cifra está por encima de la brecha salarial a nivel nacional, que es del 11%. Al respecto, María Claudia García comentó que compañías como Indra ya han tomado decisiones al respecto, mediante diferentes iniciativas. Por ejemplo, “nosotros iniciamos un estudio sobre brecha salarial a nivel global, el cual se está finalizando. Su objetivo es valorar la situación en este aspecto y una vez tengamos los resultados, se analizarán con detalle para adoptar los correspondientes planes de acción y disminuir esta brecha” precisó.

De igual manera, la responsable de Indra destacó en su participación que la diversidad debe ser trabajada desde un cambio cultural, en el que contar con diferentes sensibilidades y capacidades sea tenido en cuenta como un valor fundamental en el entorno empresarial. Este cambio cultural consiste en asegurar, por ejemplo, la meritocracia, el trabajar para derribar prejuicios o estereotipos en las personas que aplican dichos procedimientos. Otro aspecto importante es apoyar a las mujeres para que rompan las barreras sociales que puedan existir y que, en ocasiones, ellas mismas se autoimponen.

Para lograrlo, es determinante contribuir a ello desde las instituciones y las propias empresas, con la adopción de políticas corporativas que vayan en línea con las metas de diversidad. Por último, María Claudia García insistió en la importancia de potenciar y poner en valor el talento femenino y su poder transformador en el entorno de la tecnología como un elemento clave de su sostenibilidad y progreso a largo plazo.

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