Estamos de moda

Mª Ángeles TejadaMª Ángeles Tejada

No vamos a frivolizar porque ahora no toca, pero sin duda corren tiempos convulsos y parece que las mujeres estamos de moda, aunque realmente, nunca hemos  dejado de estarlo, puesto que nos ha tocado desde siglos vertebrar la sociedad y la familia, en las tres cuartas partes del planeta, claro que eso, lo llevamos mejor desde el anonimato, porque evitamos la notoriedad en las cuestiones serias y vitales. Pues bien, el verano pasado pasaron cosas que deseamos compartir, por orgullo de género.
 
El protagonismo femenino en el deporte, como se ha visto en la última olimpiada, no hace otra cosa que evidenciar unos valores que sin ser exclusivamente femeninos merecen destacarse, ya que, en menos de 40 años, hemos demostrado que sabemos competir, aliarnos, hacer equipo, trabajar, esforzarnos y sobre todo ganar, o sea que también nos gusta ser competitivas y vencer, porque eso nos hace más fuertes y nos permite volverlo a intentar una y otra vez.
 
La perseverancia ha sido una constante en el éxito de muchas miles de mujeres, que llevamos años compitiendo empresarialmente en una “liga básicamente masculina”. Hace menos de 20 años, yo era la única mujer CEO en el grupo de empresas en el que trabajaba, una de la mayores multinacionales del mundo en mi sector, incluso tuve un Presidente que al verme por primera vez en este foro necesariamente limitado, me preguntó abiertamente, quién me había apadrinado.
 
Bueno, eso está muy bien ahora, cuando el líder político con mayor poder en Europa, es precisamente una mujer. No debe estar allí por casualidad, supongo que no le faltarán críticas, muy necesarias para cualquier líder, pero igual que la señora Tatcher en los años 80, se demostró que a menudo, el problema no consiste en buscar la mejor solución posible para una crisis, sino en atreverse a “aplicarla” a pesar y contra todo.
 
Ahora que “emprender” se ha puesto de moda, sólo hace falta que la gente que debe promoverlo, o sea el que tiene poder para hacerlo, se lo crea y lo aplique, a pesar de todo y pese a todo, no hay que esconderse. Hacerse empresaria es arriesgar, crear puestos de trabajo, apostar por el desarrollo, liderar ideas propias, organizar grupos de personas y salir a competir en el mercado.
¿Sabéis una cosa? Nunca más tendremos una oportunidad como esta y como ya llevamos siglos resistiendo, sabemos que esto no basta. Además hay que construir y para ello valen todas las ideas puestas en marcha y que simplemente sean útiles para alguien, porque emprender es atreverse a hacer algo que alguien necesita y está dispuesto a pagar por ello, tan fácil como eso y tan difícil como estar dispuesto a trabajar lo que haga falta para conseguirlo.
 
Conocí a una chica hace años en nuestra fundación de mujeres emprendedoras, que “descubrió” un pequeño filón en el mercado de la pastelería, creando pasteles personalizados con simbolismos y a medida de la persona agasajada. ¿A quién no le gusta que hayan pensado en el/ella? Hay que huir de los modelos prefabricados, incluso de este tipo de negocio en el que todas hacemos lo mismo, hay que hacerlo distinto y sobre todo, al gusto de quien lo consume y eso no es sólo marketing, es sentido común, y hoy tenemos medios como la redes, las .net y toda la tecnología para llegar a muchísima gente, sólo falta tratar de conocerla y descubrir lo que hace falta, después viene la idea y su puesta en marcha y al final el éxito y eso seguro que no es una moda.
 
Mª Ángeles Tejada
Directora General de Randstad  Public Affaire y Presidenta de FIDEM

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Prostitución, crisis e imagen pública

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